¡Basta de avasallar y querer disciplinar a la justicia!

Tal vez pueda ser difícil interpretar lo que voy a puntualizar en la presente editorial y asimismo, provoque algunas polémicas, pero considero necesario que cada uno de nosotros haga un análisis exhaustivo de lo que viene sucediendo en estos últimos 16 meses y compare con los últimos 40 años de la vida político-económica y social de nuestro país.

Mantengo esta idea por la sencilla razón de querer observar con detenimiento y preocupación las recetas que viene implementando el gobierno macrista, y las mismas no difieren en absoluto con aquellas que ejecutó Martínez de Hoz, me refiero al plano económico por supuesto, sin embargo y ahí puede existir la polémica que mencionaba anteriormente, tampoco difieren en lo que respecta a lo político y social, ya que hoy observamos con mucho cuidado que Mauricio Macri emplea numerosos conceptos similares a las dictaduras cívico-militares, con la excepción que todavía, por suerte, no tenemos muertos o desaparecidos como en aquellas jornadas nefastas u oscuras de la década del 70. Entonces, considero importante resaltar el concepto de Leopoldo Moreau, cuando dice: "NO ESTAMOS DISPUESTOS A QUE NOS DEVUELVAN LO PEOR DEL PASADO"
En lo estrictamente económico hay que ser muy negador para no entender lo que se ejecuta y está demás afirmar que está totalmente vinculado con aquellas etapas nefastas y que con algún signo modificatorio, también lo emplearon tanto Carlos Menem, como Fernando de la Rúa, por supuesto, con el "asesoramiento" de Domingo Felipe Cavallo, fiel representante de los intereses norteamericanos y ya sabemos de sobra como nos fue. También el tratamiento hacia los sindicatos tienen los mismos sentidos ideológicos y ejecutantes, por lo tanto sólo tiene que hacer un repaso de la historia y verá que no existe mucha diferencia entre esos tiempos y el presente, sin embargo hay que puntualizarlo con énfasis, siempre ha existido algún sector de dirigentes sindicales, que han sido y hoy también lo son, serviles a los intereses corporativos y no tienen tapujos para organizar actos en "nombre de los trabajadores", precisamente con aquellos personajes que le han quitado los derechos a cada uno de ellos. Lógicamente para que todas estas cosas sucedan, siempre es necesario contar con el apoyo irrestricto de los otros dos poderes y, vaya si desde el ámbito legislativo le han votado leyes al ejecutivo, no apropiadas para el sector de la produccion y el trabajo y además, tal vez lo más grave de todo, ése acompañamiento del sector judicial, tal vez se debe, por sentir en sus visceras la presión existente que viene desde el mismo ejecutivo.
Y aquí está el centro de la cuestión, porque no he visto en mis largos años, nunca un avasallamiento e interés de "adoctrinar o disciplinar" a la justicia en etapas democráticas, como lo viene ejecutando el gobierno macrista, incluso sólo se puede comparar con las épocas de la dictadura cívio-militar más atroz de nuestra historia. Seguramente usted tendrá todo el derecho de opinar y contradecir esta postura de mi parte, ya que no existen desapariciones o muertes en esta etapa de la vida democrática nacional, sin embargo, también hay que poner en la balanza que hoy tenemos en la cárcel a Milagro Sala desde hace más de un año por presunción de delito, al igual que al comisario Potocar o se amenaza y detienen a militantes políticos, sumado a torturas físicas, psicológicas y acoso intelectual, agregando, tal vez lo más significativo y grave, amenazas de muerte a un fiscal de la nación, extensivo a su familia y concluyendo con una serie de torturas e intento de asesinato en el mismo despacho de ése fiscal, dentro de tribunales, sin que nadie haya podido dar explicaciones valederas por tal acontecimiento. Para agravar aun más la cuestión delicada que vivimos en el presente, la misma Corte Suprema de Justicia que hace apenas un par de años estimulaba los juicios a los genocidas de la dictadura, hoy les otorga el 2 por 1, para que esos sujetos caminen al lado nuestro por la vida, como si se tratara de simple ladrones de gallinas. Esto abre una incertidumbre en toda la sociedad, fundamentalmente en el mundo del hampa aparece una ventanita abierta para seguir cometiendo delitos, amparados por ése 2 x 1 que le otorgan a los genocidas, entonces se imaginan que esos delincuentes se preguntan: ¿Si a ellos que cometen crímenes de lesa humandidad le condonan la pena, a nosotros nos va a ir mejor? Usted puede pensar que lo que estoy manifestando es un disparate, pero es muy claro que si la justicia pende de un hilo y comete horrores dia a día, está incentivando, tal vez sin darse cuenta, la delincuencia masiva e incluso a aquellos crímenes de género que va creciendo sin cesar en nuestro suelo. Es muy simple, la justicia no funciona, no provoca confianza en su pueblo, por ello tal vez será necesario que todo ciudadano, aun sin ser abogado, pueda leer el reciente libro que editó el prestigioso letrado Marcos Edgardo Azerrad titulado " Defensa de la Abogacía y el Estado de Derecho" y que fuera motivo de comentario en estas mismas páginas.
El próximo miércoles 10 de mayo en la Plaza Lavalle debe estar el pueblo frente a Tribunales, para pedir que se cumplan las leyes en toda su dimensión y que la justicia definitivamente, no sea avasallada por el ejecutivo, porque de seguir por ése camino la democracia tiene poco tiempo de vida. Hay que defender ése estado de derecho que tanto nos costó conseguir, si seguimos con la parsimonia, podemos perder todas esas reivindicaciones obtenidas, asi que es muy sencillo, a luchar incansablemente para no dar un paso atrás. Cueste lo que cueste y caiga quien caiga ¿Se entiende?
¡Hasta la victoria siempre!