¡NADA COMO IR JUNTOS A LA PAZ!
En estos días voy concluyendo un nuevo libro que está relacionado y dedicado a los mejores momentos que se han vivido y se sigue viviendo en nuestro país en todos los aspectos, pese que a muchos todavía les cuesta admitir, tal vez porque su capacidad de reflexión y autocrítica sigue perteneciendo a una porción de la sociedad que no acepta cambios y siente un gran temor cuando estos se producen. Me refiero estrictamente a los motivos que me han llevado en estos últimos 8 años, ha convertirme en un militante o una persona común que siente un profundo respeto y se encuentra netamente comprometido con el modelo que ciertos sectores de la oposición le desean denominarlo “modelo K”. Pueden bautizarlo con el nombre que más les conviene o interpretan, pero a mi humilde entender, son los años más fructíferos de nuestra historia y por primera vez en 200 años, se está consolidando un sistema de fondo inclusivo, que permite precisamente, la inserción de todos los sectores de la población, para que pueden ver cristalizados sus sueños en un plazo perentorio.
Desde ya que este modelo tiene una historia repetida y se intentó en algunas oportunidades en la vida política nacional, pero por diversos motivos que todos conocemos jamás pudo concretarse de la forma que desearon los precursores de un proyecto nacional y popular. Lo intentó Leandro N.Alem a fines del siglo 19, más tarde Hipólito Yrigoyen con el debut del sufragio universal en Argentina y lo retomó Juan Domingo Perón, desde el año 1946, pero los golpes cívicos militares estimulados por los poderes imperialistas de turno, impidieron constantemente el éxito del proyecto, a costa de generaciones frustradas y miles de muertos y desaparecidos, algo que está todavía muy fresco en las mentes argentinas, pero muchos desean olvidar, fundamentalmente para no sentirse culpables o cómplices de aquellos procesos infames. Entonces tendremos que analizar hondamente los motivos que llevan a estos sujetos de la vida negra argentina, para seguir poniendo piedras en el camino de la verdad y evitar que la auténtica paz llegue al corazón de los argentinos. La manera más efectiva para encontrar el resultado óptimo de ese análisis, es precisamente, haciendo un repaso de las “refundaciones” culturales en nuestro país, que comenzó con la Guerra de la Triple Alianza comandada por el Generalísimo Bartolomé Mitre por orden estricta del imperio Británico, lográndose los objetivos prefijados por los ingleses, observando como quedó el mapa continental al término de ésa guerra fría y más tarde consolidándose al menos en nuestro territorio, con ésa cultura del genocidio impartida por Nicolás Avellaneda en la Conquista del Desierto y ejecutada tenebrosamente por Julio A. Roca. En ése entonces como no podía ser de otra manera, nacía el diario del conservadorismo en el país, fundado “casualmente” por el mismo personaje que ideó la guerra anterior contra Paraguay, periódico que todos conocemos con el nombre de La Nación, aún en nuestros días y con el mismo poder que en esas épocas comentadas en esta nota. Las “refundaciones” de la república siguieron años más tarde, precisamente cuando aparece un nuevo Movimiento político que intenta consolidar un proyecto de país con orientación popular y de inclusión social. Desde ya, me estoy refiriendo al ingreso de Perón al gobierno, y ¡vaya otra casualidad! Aparece en escena otro diario con mentalidad imperialista, embaucando a las clases medias, haciéndole creer que venían a combatir a los “populistas” que intentaban destruir a la nación. Me estoy refiriendo específicamente al diario Clarín, tan polemizado en nuestros días. Ya escribí una serie de notas en ocho capítulos en este mismo medio, algo que pueden encontrar en páginas del año anterior, sobre la vida del creador del matutino de referencia, Roberto Noble y al releer esos comentarios vertidos por quien escribe la presente, tendrán un panorama mucho más claro de lo que estoy arguyendo aquí. Los argumentos que esgrimieron y lo siguen haciendo en el presente, son los mismos de siempre y ante la derrota en las urnas con cualquier candidato que inventan para derrocar y aniquilar este modelo de inclusión social, sólo se dedican a minimizar la acción de gobierno del ejecutante de esas políticas inclusivas, en este caso estrictamente estamos hablando de Néstor primero y Cristina en la actualidad. Ya con la desaparición física de Néstor Kirchner, en vez de ahorrarles las críticas, hemos conseguido acrecentarlas y ahora intentan desparramar informaciones que muestran a una presidenta deteriorada, agotada y que no está a la altura de los acontecimientos para seguir gobernando en Argentina, con el agravante de que desean hacer creer a la sociedad que es imposible que pueda salir reelecta porque “no le da el cuero” hablando concretamente con el lunfardo criollo. Es evidente que las encuestas de casi todas las consultoras más serias del país, hablan de una rotunda victoria en primera vuelta en caso de presentarse Cristina a ésa reelección, y además se vislumbra que en segunda vuelta Daniel Filmus, puede ser el futuro Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Este panorama desde ya derrumba los intereses de las corporaciones y no vacilarán en destruir todo lo que intente el gobierno nacional. Desde estas páginas, deseo contestar a esas iniciativas sagaces, diciéndoles que es razonable y humano que Cristina puede estar algo cansada y angustiada, no es para menos, la muerte de Néstor que fue no sólo el marido y padre de sus hijos, sino el compañero de casi toda su vida, además el compañero de la militancia, de los sueños, de las utopías, y fundamentalmente de las grandes luchas para llevar a la práctica este modelo de inclusión que vengo recalcando reiteradamente. Estos personajes no pueden darse cuenta quizás, de lo que esto significa, porque tienen otra visión de la vida y de los afectos, con sólo recordar que mientras moría Carlos Menem hijo, el padre estaba pensando solamente en su reelección, o escuchar a Ricardo Alfonsín cuando fue muerte fatalmente su hija de quince años, solo atinó a decir que la vida continuaba y había que luchar para sobreponerse a la situación, pero no lo hizo llorando y angustiándose, sino que esbozó una sonrisa, algo que pueden ver en los videos de esos tiempos, a sabiendas que su padre y ex presidente Raúl Alfonsín, sintió de otra manera y quedó visiblemente conmovido y deteriorado, perjudicándolo en los últimos años de su vida. Se preguntarán el porque de la difusión de mi parte de todo estos detalles, es muy simple, estamos hablando literalmente de cosas y hechos totalmente similares, pero que las reacciones son muy distintas, porque los afectos y las convicciones son también totalmente opuestas. Nuestra sociedad además de estar muy madura, por todo lo acontecido en los últimos años y con mayor énfasis en el último, hoy tiene claro quien es quien y sabe perfectamente donde están las mentiras y las traiciones, algo que de ésta parte de la vereda, no ocurre porque lo que han resaltado tanto Néstor como Cristina y que nos dejaron notables enseñanzas, son precisamente las utopías, las convicciones y vocación, para llevar a buen puerto un modelo que se intenta en nuestro país desde la década del 70 y que recién a casi 40 años de lucha se pueden profundizar por la forma de encarar el proyecto de parte de los que conducen el mismo. Además tengo que aclarar algo que es lo más importante y que no sucede en el país, precisamente desde la década gloriosa nombrada líneas arriba: Hoy tenemos cuadros políticos formados con criterios de inclusión, que no existían en la etapa del neoliberalismo, ya que esos mismos jóvenes estaban totalmente descreídos de sus dirigentes que no representaban a nadie. Se critica fuertemente por ejemplo a La Cámpora, sin conocer debidamente que tenemos a un grupo elevado e importante de jóvenes con una capacidad llamativa y que en poco tiempo serán parte de la conducción de nuestro país, estando o no Cristina como presidenta. Sabemos que la actual Constitución solo permite una reelección, así que vayan conociendo que hombres y mujeres de mi generación tienen que apuntalar a estos muchachos y chicas que vienen con la “polenta” y capacidad para conducir el destino del país, siempre enmarcadas en la búsqueda constante de la paz y bienestar social, como lo certifico en el título de la presente nota, y no como desean hacer creer a toda la sociedad los medios nombrados y las corporaciones tanto empresarias como políticas del país. Crean que vamos por el camino correcto y con un nuevo período de Cristina en la continuidad de la obra comenzada en mayo del 2003 y la profundización de estos cuadros jóvenes, lograremos lo tan ansiado en estos 200 años de vida política nacional.
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