¿Es hora de abandonar a Sarmiento?, por Mariano Molina l "Adriana
Puiggrós, hija de la cultura letrada como muchos de los que aquí
escribimos, propone un recorrido por la historia del sistema educativo
argentino, sus debates y conflictos, en relación a tres ejes que siguen
teniendo una presencia decisiva: el rol del Estado en la educación
pública, el financiamiento y el papel del mercado y la intervención de
la iglesia y las religiones". (Leer nota).- Bachilleratos populares: educación y militancia entre ajuste y exclusión, por Alejandro Gomez l “Desde
el año pasado, el núcleo del conflicto es el no reconocimiento de
bachilleratos sobre los cuales había un compromiso de reconocimiento, y
el cierre del registro para la apertura de nuevos. La consecuencia de
esto es la imposibilidad de emisión de títulos, el no otorgamiento de
becas ni viandas a los estudiantes y el no reconocimiento del salario
que como trabajadores de la educación nos corresponde”. (Leer nota).- Tomo y obligo, por Sebastián Russo l "Las tomas (de
tierras, escuelas, ministerios) expresan el momento apoteótico,
consagratorio, fundante de la política. Momento de explicitación y
exclamación compartida de lo intrínseco/íntimo de la subjetividad y
objetividad política. Las tomas son llevadas a cabo por una comunidad de
cuerpos avasallados. El poderoso no llama "toma" a su expropiación,
porque habla y se mueve desde la ley que protege y (lo) funda".
(Leer nota).- El paraíso de la desigualdad, por Esteban Magnani l "La
pregunta que ronda es: ¿estos tipos son lo mismo que la dictadura o son
otra cosa? La pregunta así planteada en realidad no tiene sentido. Una
verdad de perogrullo es que si no entendemos lo que cambió, no podemos
pensar lo que ocurre ahora. La otra verdad de perogrullo es que si no
vemos las continuidades, estamos resignando mucho saber acumulado". (Leer nota).- De eliminatorias y localías, por Diego Kenis l "Entonces
es Boca, para alimentar un mito que se instaló desde el ‘95, cuando
Macri le ganó a Antonio Alegre la presidencia del club, cambió
radicalmente su impronta dirigencial y comenzó a diagramar este futuro,
montando una falacia sobre un mito previo: que Boca es pueblo, y que el
pueblo es de derecha".
(Leer nota).-
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