Escrito por Gerardo Bova
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Miércoles, 08 de Junio de 2011 00:00 |
LAS TRES FUNDACIONES BÁSICAS DE ARGENTINA En la madrugada de ayer mientras comenzábamos a festejar el día del periodista, en franca alusión a Mariano Moreno, quien nos despertó el oficio tan digno de comunicarnos con la sociedad, se me despertó el interés de investigar una vez más, sobre los motivos fundamentales del crecimiento y el estancamiento de los argentinos como nación, según las circunstancias que vivíamos. Personalmente, creo que nuestro país ha vivido tres fundaciones claras, no solo en las declaraciones políticas de sus gobernantes, hablo concretamente de la función que ha cumplido el periodismo escrito en el país.
No tengo dudas que la palabra escrita ha sido el motor en funcionamiento, para lograr objetivos de sumisión y acatamiento a las agendas que marcaban los periódicos, tal como alguna vez lo mencionara Mariano Grondona, siendo ésta una de las pocas oportunidades que he coincidido con el conocido profesor, representante de la derecha más reaccionaria de Argentina. Ni bien se concretaba la constitución de la Primera Junta que hacía renacer la esperanza de liberación del predominio español, la aparición del primer periódico argentino creado por el notable patriota Mariano Moreno, marcaba la posibilidad de tener un acercamiento con el pueblo, única manera de estar vinculados pueblo-gobierno, sobre todo por los tiempos que se vivían y la escasa o nula tecnología de la época. Repito que la palabra escrita siempre ha tenido preponderancia para que las sociedades estén informadas de lo que acontecía en cada era. Sólo la presencia de Belgrano, Castelli y el mismo Moreno, eran garantía de formar una nación sin dependencias extranjeras y de concreción de la verdadera liberación, ya que el resto de los integrantes de la Junta, estaban muy ligados a la corona española, principalmente, los que representaban a la Iglesia Católica. Esa aparición de La Gazeta, dirigida por Moreno, garantizaba que nuestra sociedad esté plenamente informada de lo que acontecía y se constituía como herramienta de formación nacional. Pero claro, si analizamos todos los tiempos políticos y económicos-sociales de Argentina, tal vez fue la única vez que nuestro país estaba unificada entre el periodismo y sociedad para lograr objetivos de progreso real con digna inclusión social. A medida que iba transcurriendo el tiempo, más precisamente con la aparición del dominio inglés en la mayor parte del mundo y el resto manejado por franceses y portugueses, se da en nuestro país y los hermanos países que hoy integran el MERCOSUR, la terrible concreción de una guerra en l860 que no en forma casual fue comandada por el “Generalísimo” Bartolomé Mitre, con plena instrucción y demanda del Imperio Británico. No hace falta puntualizar todo lo sucedido, porque los argentinos conocemos muy bien los detalles y acciones de ésa cruenta guerra que aniquiló al 90% del pueblo masculino paraguayo, y desde todos los espacios posibles fui circunscribiendo en mi larga carrera profesional. Decía al principio de ésta columna de opinión, que la prensa escrita pasaba a formar parte de los movimientos cruciales de cada nación y no era ésta la excepción, ya que aparece en escena el diario La Nación, creado “casualmente” por el mismo Comandante de las Fuerzas Armadas unificadas del Brasil, Uruguay y Argentina que le provocaron esa guerra contra el hermano país del Paraguay. Desde ya estamos hablando de Mitre, quién con su diario también fue marcando la agenda que comentaba y el país se fue recostando sobre una esfera netamente conservadora, teniendo la premisa de mostrar las bondades de los hacendados del territorio, por encima de las clases sociales más marginadas que ellos denominaban socarronamente de acuerdo a las palabras de Sarmiento, como “la chusma” y el mestizaje. Desde ya la aparición del diario estaba subsidiada y orientada por el Imperio Inglés y toda esa consigna de pensamiento se fue profundizando con el correr del tiempo y perdura hasta nuestros días, donde se quiere demostrar que los sectores más humildes y vulnerables, son los que no desean el crecimiento del país y sólo desean vivir con el esfuerzo de los argentinos inteligentes, mentalizándose en la cobertura de las políticas sociales en base a subsidios para poder vivir “a costa del resto del pueblo pensante”. Esta definición tendenciosa y maléfica ha traído grandes diferencias entre nuestros habitantes y en la actualidad se quiere agudizar ése pensamiento macabro para dividir a los argentinos, con la sola intención de volver al pasado y reivindicar las culturas conservadoras, ahora llamada neoliberalismo. Decía en uno de las párrafos anteriores que se iban formando o declarando nuevas fundaciones en el país y esto aparecía, cuando se notaba grandes cambios en la humanidad, sobre todo en regiones que sus pueblos deseaban permutaciones o giros concretos para estimular revoluciones culturales que nos consintiera crecimiento y dignidad. Entonces, cuando aparece Juan Domingo Perón allá por el año 1945 con la famosa rebelión popular para que quedara libre ante la detención que sufriera por el entonces gobierno militar, se notaba una demanda concreta en la prensa escrita, una de las escasas formas de comunicarse con el pueblo, teniendo como base que la única competencia era la radio. Esa demanda permite que apareciera no casualmente el Diario Clarín, creado por Roberto Noble, de quien me ocupé en escribir varios capítulos de su vida. Esa reaparición de Noble tampoco representaba una obra de la casualidad, estaba fundamentada perfectamente su actuación en el campo periodístico, primero por ser un ex diputado nacional y vicepresidente de la Honorable Cámara de Diputados en épocas de fraude y represión del gobierno de Agustín P.Justo y segundo porque era la persona ideal para hacerle creer a la sociedad en su conjunto, que Perón venía a cubrir la representación del nazismo y de las teorías de Mussolini en el Argentina. Ya todos sabemos que el fanático y fundamentalista del dictador italiano, era precisamente el mismo Roberto Noble, según documentos que publicara en ésta página oportunamente. Se quiso demostrar que Perón era muy amigo de las culturas nazis y quería penetrar ése modelo en nuestro país, algo que en la práctica había quedado defenestrado, porque Perón trajo a nuestro territorio los capitales de inversión no solo de los alemanes que querían abandonar Europa después de haber vivenciado dos guerras mundiales catastróficas, también permitió las inversiones e inclusión de las comunidades de origen judío, que por suerte se han quedado en bastos sectores del país, creciendo y aumentando sus familias en el territorio como generaciones representativas de nuestra Argentina. Sin embargo desde ese preciso año 1945 hasta nuestros días, Clarín sin su creador, pero con discípulos más conservadores y reaccionarios creados por Frondizi y Frigerio, siguen con la misma postura, tratando por todos los caminos posibles de no permitir que triunfe y se instale definitivamente un modelo inclusivo que solo busca la verdadera igualdad de sus sociedades, a pesar de los errores que se puedan cometer ante gigantesco desafío en contra de las corporaciones capitalistas. Cuando no se encuentran fundamentos para denunciar contra un gobierno de carácter popular, se busca cualquier pretexto e inventiva para confundir a la sociedad, y esta no será una nueva excepción. Estarán en el “tapete”, los Moyano, los Schoklender, Las Madres, los jóvenes militantes de un modelo popular o funcionarios que defiendan activamente los intereses de sus habitantes por encima de los corporativistas. No voy a poner la mano en el fuego por personas que no conozco a la perfección, pero tampoco debo y debemos certificar conjeturas y actos delirantes que conocemos muy bien, siempre salen a la luz cuando estamos en vísperas de actos electorales. La concreta derrota en las urnas de las derechas reaccionarias y la falta alarmante de políticos que puedan ingresar a la Casa Rosada como reemplazante de Cristina, hace que día a día estemos viviendo y soportando acciones destructivas, que si recorremos el paso de nuestra historia, se vienen repitiendo desde la Primera Junta y con mayor precisión desde que aparecieron estos diarios (La Nación y Clarín) que nos han maniobrado con su agenda de “actividades prácticas”.
¡Ya Basta! Terminemos con todo esto y el día del periodista que festejamos ayer, tiene que ser el estandarte principal para convertir en realidad en todas sus dimensiones la nueva Ley de Medios votada el año anterior en nuestro Parlamento Nacional, y esto no significa para nada estar en contra de estos diarios, ni en contra de la libertad de imprenta, solo queremos “todas las voces, todas” y una nueva refundación en el País, para profundizar este modelo inclusivo que nos otorga garantías de crecimiento y bienestar.
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Última actualización en Martes, 07 de Junio de 2011 11:29 |
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