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Vaciamiento y mercantilización: el panorama de la salud pública en la Argentina PDF Imprimir Correo
Escrito por Agencia Paco Urondo   
Sábado, 10 de Noviembre de 2018 00:00

Una de las áreas más afectadas por el programa de ajuste del Gobierno macrista es la salud pública. ¿Cuán grave es la situación? Por Marina Zato.
Por Marina Zato El desmantelamiento del (ahora ex) Ministerio de Salud de la Nación y la proliferación de discursos mediáticos cuando la ola de despidos en el Posadas trasciende el número de diez, son sólo un breve llamado de atención sobre la situación global de la salud pública en Argentina, que pronto se disemina, tapado por otras noticias vinculadas a la coyuntura política. Pero el pase del Estado como garante de derechos a la mercantilización de los mismos está llevando a un deterioro sistemático y organizado en las condiciones de vida de la población. En este sentido, vale la pregunta: ¿Cuál es la situación del sistema de salud en Argentina en la actualidad?
Salud pública: una política sistemática de vaciamiento
“La decisión en materia político-económica de vaciar la salud pública y que cada vez el Estado comprenda menos cuestiones desde su lugar de garante de derechos es algo sistemático que se viene dando desde hace un tiempo desde el Gobierno de Macri”, sostuvo la diputada nacional y miembro de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, Fernanda Raverta. Aseguró, además, que “en 2018 no sólo se redujo la partida presupuestaria votada en el presupuesto anterior en un 16%, sino que además se subejecutó y se desmanteló el Ministerio de Salud”.
En relación al presupuesto 2019, Raverta afirma que éste permite ver lo que el Gobierno piensa para el año que viene en materia de salud pública. Uno de los ajustes más fuertes se da en las áreas de prevención de enfermedades y promoción de la salud. “Es importante tener en cuenta que los porcentajes de reducción se calculan visualizando la inflación anual proyectada para 2019, que es del 34,8%, ya que las reducciones nominales son aún mayores” explicó. Además, atestigua que en el presupuesto aprobado recientemente en la Cámara de Diputados, “la única área que crece es la de servicios de deuda. Por ejemplo, cada 100 pesos del presupuesto, 16,8% se usan para pago de servicios de deuda; mientras que 3,5% para políticas en materia de salud”. A su vez, los servicios de deuda constituyen la única actividad que podría crecer si aumenta el dólar.
Otra cuestión resaltada por la Diputada es que el presupuesto “desfinancia el INCUCAI en un 33%. En la Cámara, el año pasado aprobamos la Ley Justina, que resuelve la cantidad de donantes. Pero con desfinanciamiento, la Ley no resuelve que el Estado garantice la capacidad de realizar efectivamente las donaciones. Podés tener donantes, pero si no tenés a los médicos, los insumos y la tecnología, no vas a salvas vidas”.
Presupuesto de ajuste
Según un informe publicado por la Fundación Soberanía Sanitaria, la mayor parte de los programas del (ex) Ministerio de Salud presentan un presupuesto que está por debajo de la inflación proyectada.
Una de las proyecciones del Presupuesto 2019 se vincula a la variación del Índice de Precios al Consumidor. Este permite conocer la inflación estimada. Advierte el informe: “El IPC para 2016 fue de 39,3%; para el 2017 fue del 25,5%; para el 2018 el proyecto de ley de presupuesto presentado estima sea del 32,6% y para el año próximo se proyecta un IPC de 34,8%. También se evidencia un aumento en la estimación de la variación del tipo de cambio: Para 2016 se proyectó un dólar a $ 14,80; para el 2017, a $ 16,60; para el 2018, a $ 28,30 y para el 2019 se espera un dólar a $ 40,10.”
El mayor ajuste en esta materia se vivió durante el corriente año, con una inflación que duplica (aunque se espera un aumento hacia el cierre del año) la proyectada del 15,7%. En 2018, el presupuesto otorgado al Ministerio de Salud representaba el 1,55% del total. Para el 2019, se estima el 1,38%. Esto implica una reducción del 0,17%, con una diferencia de 10.900 millones de pesos.
El informe de Soberanía Sanitaria mostró lo siguiente: “Si se comparan los presupuestos de 2016 a 2019 con las competencias que el Ministerio de Salud de la Nación tenía en el 2015, es decir incluyendo al Programa Federal Incluir Salud y al Servicio Nacional de Rehabilitación, se observa una retracción del 21%. Además, es importante tener en cuenta que gran parte de los recursos del (ex) Ministerio de Salud se destinan a la compra de medicamentos, vacunas y tecnologías con alta dependencia del precio del dólar. Al momento de la realización del presupuesto 2016 la cotización del dólar era de $9,70”.
Los ajustes se presentan en distintas áreas de la prevención y la promoción de la salud, como también del tratamiento de la enfermedad. Siguiendo esta línea, se presentan los siguientes ajustes:
- Área de Salud Integral en la Adolescencia: reducción real del 45,2%
- Área de Sanidad Escolar: ajuste del 97,6%
- Área de Detección Temprana y Atención de Enfermedades Poco Frecuentes y Anomalías Congénitas: disminución del 41,1%
- Todas las áreas que forman parte del Programa de Atención de la Madre y el Niño tienen una reducción global del 76,4%, en términos reales. Esto es, teniendo en cuenta la inflación proyectada para 2019. Finalmente, en lo que respecta a la compra de leches medicamentosas y fortificadas para asistencia nutricional de niños y niñas de menos de 6 años, se prevén 1.130.200 kilos menos que lo adquirido en 2018.
- Otro factor fundamental que hace al deterioro de la salud pública en Argentina tiene que ver con el debilitamiento de la Atención Primaria desde 2016. Si bien el Primer Nivel de Atención es de dependencia municipal o provincial, es el (ex) Ministerio de Salud el encargado de la formación, la asistencia financiera y la distribución de recursos.
- Se proyecta la distribución de 32.842 botiquines menos con medicamentos esenciales para los Centros de Atención Primaria, de lo que se otorgó en 2018. En cantidad de tratamientos distribuidos para la asistencia con medicamentos disminuye de manera sostenida desde 2016. En ese año, la cantidad fue de 45.478.400. En 2017 fue de 43.037.058. Se trata de medicamentos para enfermedades prevalentes como hipertensión, dislipemia, enfermedades cardíacas, respiratorias, anemia, diabetes mellitus, infecciones agudas de la piel, infecciones urinarias y respiratorias.
- Otra de las áreas fuertemente recortadas en el Presupuesto 2019 es la Salud Sexual y Reproductiva. Su reducción real alcanza el 14,7%. Las salas de atención primaria, hospitales e instituciones públicas han visto a lo largo del corriente año una disminución sustancial en la distribución de métodos anticonceptivos. En este sentido, sostiene la diputada kirchnerista Fernanda Raverta: “Es muy difícil hablar de prevención, como lo quisieron hacer para justificar el rechazo a la legalización del aborto”.
“Estamos frente a un Gobierno que quiere eliminarnos”
El Programa de Lucha Contra el Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual tiene, en el presupuesto 2019, una reducción absoluta de las metas propuestas en cada una de sus áreas. Esto se ve especialmente en las actividades vinculadas a la prevención, a la detección y al diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual.
Teniendo en cuenta que muchos de los insumos para estas áreas se adquieren en dólares, con el tipo de cambio estimado se verá una reducción de 960.000 dólares. Ya en 2018 el programa sufrió un ajuste del 3.16%.
En este sentido, Lucas Gutiérrez, miembro de Agencia Presentes, aclaró: “La Dirección de Sida pide cinco mil millones para cubrir las necesidades y el Gobierno ofrece tres mil millones. Todo esto pensando que no va a subir la inflación y que no se va a disparar el dólar”. En cuanto a cómo el ajuste repercute directamente en las personas, afirma que “un gran problema es la incertidumbre. Nuestras defensas están muy atravesadas por lo anímico, por lo emocional. ¿Cómo me afecta a mí, VIH positivo, que falte mi medicación? Si yo dejo de tomar una medicación y luego la quiero reanudar, ya no me sirve, tendría que pensar en buscar otra”.
“Algo que hay que tener en cuenta es que reducir el presupuesto en la dirección Sida no es sólo VIH. También implica hablar de que va a faltar medicación para hepatitis virales, de tuberculosis, no se van a repartir tantos preservativos -que es lo que ya está pasando-. Se han triplicado en este momento los casos de sífilis. Todo está conectado, miremos lo que pasó hace poco en Mendoza. Quieren punitivizar las transmisiones de cualquier ITS, con hospitalización forzada. Es todo un círculo vicioso muy dañino. Te dejo sin medicación y además te castigo”, graficó Gutiérrez. Cabe recordar el mismo Boletín Oficial de la República Argentina, donde este año se explicitó el proyecto de recortar en salud para financiar a las fuerzas armadas.
Acerca de la vulneración y el riesgo de vida de las personas con VIH y Sida, Lucas Gutiérrez concluyó: “Hay que hacer una lectura macro de la situación. Las personas con VIH salimos a la calle los últimos tres años. Pero si lo ves históricamente, no salíamos desde 2001. No hay una lectura sorprendente. Todo esto tiene una nefasta coherencia. La pregunta es ¿qué hacemos? ¿qué harán? Y, además, ¿quién se está muriendo en este momento? Porque yo soy hombre cis, tengo una red de contactos y recursos, pero ¿quién se va a morir? Porque mientras estamos debatiendo, la gente se muere, por la desidia y la intencionalidad de un Gobierno como este”.
Hospitales: ajuste y negocios inmobiliarios
“El Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce – Dr. Néstor Carlos Kirchner de Florencio Varela, presenta una reducción real en las transferencias del 7,1%. El Hospital Dr. René Favaloro de Rafael Castillo y el Hospital Presidente Néstor Kirchner de Laferrere, presentan una reducción real en las transferencias presupuestadas del 24,5%. El Hospital de Cuenca Alta Néstor Kirchner de Cañuelas es el único que presenta un aumento real de las transferencias del 3,8%”, reseñó el informe de Fundación Soberanía Sanitaria.
Garraham
Gustavo Lerer es Delegado General de la Junta Interna de ATE del Hospital Garraham. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, sostuvo que los salarios de profesionales de la salud siempre han ido a la baja. El último aumento fue del 15%, en cuotas, frente a una inflación anual que supera el 30%. “Muchos (de los trabajadores) llegan a fin de mes haciendo horas módulo. Son horas extra, pero que se pagan menos de lo estipulado por Ley. La Ley marca que los días de semana la hora extra se paga un 50% y después de la una del sábado un 100%; feriados y domingos 200%. Nada de esto pasa, se paga lo que quiere la dirección. A veces puede ser un 10%, un 15%, depende de la antigüedad del compañero. En el caso de los franqueros, entre jornada y jornada no existen las 12 horas que marca la Ley”, describió Lerer.
En lo que respecta a las condiciones del Hospital y los servicios de atención, Lerer denuncia sobreocupación de las camas. Hay procedimientos que no pueden llevarse adelante porque la sobreocupación no permite la separación en los casos en que es necesario. “Nosotros no cambiamos trabajo por insalubridad y no jugamos con la seguridad de los chicos”, enfatizó.
A cálculo de dólar histórico, los trabajadores del Hospital Garraham dan cuenta de un recorte del 60% en el presupuesto. A su vez, Lerer aseguró que “empiezan a aparecer las enfermedades de la pobreza, como la tuberculosis. Incluso hay pacientes que no pueden llegar porque no tienen para pagar el colectivo. Hemos visto ese descenso”.
Posadas
Por su parte, Valeria Torres es Licenciada en Enfermería y ejerce sus funciones desde hace 10 años en el Hospital Posadas. Sobre la situación actual de la institución, explicó: “Hay políticas de ajuste desde la dirección, que llevan dos años. Una de las medidas fue sumarle horas de trabajo al turno noche. Los trabajadores se resistieron a la jornada laboral de 12 horas, presentaron recurso de amparo y fueron despedidos en enero de este año. Se despidió a colegas enfermas de cáncer, a embarazadas. Eso continuó durante todo este año con jubilaciones forzadas. Aun habiendo prórrogas firmadas previamente muchos fueron despedidos sin haber iniciado sus trámites de jubilación. Hay áreas y servicios que han quedado sin resguardo, como es cirugía cardiovascular pediátrica. Y estamos con lista de espera de chicos para operarse”.
A inicios del Gobierno de Mauricio Macri, se produjo una fuerte ola de despidos en personal de mantenimiento del Hospital. Luego, en enero de este año se despidió a 70 trabajadores y trabajadoras, especialmente de enfermería. Se redujeron también equipos de trabajo interdisciplinario, como es el asociado a síndrome de down. Esto podría entenderse en relación con el recorte de 170.000 pensiones por discapacidad que tuvo lugar este año sin pruebas administrativas. Luego, se fueron haciendo despidos fragmentados, que hacen menos ruido, que atraen menos a los medios de comunicación, pero dejan familias sin sustento. También se comenzó con el pase a monotributo para cubrir los cargos, con la precarización laboral que eso implica.
Por su parte, Valeria concluyó: "La decadencia de los hospitales provinciales puede verse en la población del Posadas. Tenemos gente que llega de Moreno, de San Miguel, de todas partes de la Provincia de Buenos Aires. Pero no sólo se reduce la capacidad de atención; se reduce la calidad. Con el ajuste de este Gobierno ya no podemos hablar de calidad de atención”.
No faltan torres, faltan hospitales
Por su parte, el delegado Lerer explicó la gravedad del decreto firmado por Horario Rodríguez Larreta, en la Ciudad de Buenos Aires, que implica el traspaso de cinco hospitales en uno. En este sentido, afirmó: “Es el traslado de 4 hospitales al hospital Muñiz. Dentro de esos está el oncológico María Curie de Parque Centenario. Son pacientes oncológicos, tienen patologías muy infectocontagiosas, inclusive se trata tuberculosis con bacterias multirresistentes, hepatitis, etcétera. Someter a un paciente oncológico inmunosuprimido a un espacio compartido, por más que se tomen todas las medidas de resguardo, es muy riesgoso. También irían los pacientes del Ferrer, que es de vías respiratorias, también altamente contagioso. Los del Udaondo que es de gastroenterología. Y los del IREP que son de rehabilitación. Lo que oculta es un negocio inmobiliario, como querían hacer con los terrenos de los neuropsiquiátricos. Buscan hacer torres en esos terrenos. El metro cuadrado en Parque Centenario, Caballito, es un precio importante. Sería la destrucción de 5 hospitales. Porque el Muñiz tampoco volvería a ser lo mismo”.
A su vez, Lerer aseguró que esta medida implica una nueva ola de despidos. La supresión de hospitales genera la repetición de sectores y servicios en la misma institución, lo cual genera que se requieran menos profesionales.
Mercantilización de la salud
“Están los 5 hospitales en 1. Está el Posadas. Están las vacunas que se dejan de dar. Está el ministerio que sacan. Están los hospitales que no se abren. Está la sífilis que aumenta. Están los casos de sífilis congénita, es decir, los casos de chicos que nacen ya con sífilis. No podemos hablar en particular, hay un modelo mercantilista de la salud. Además, prima una mirada individual, donde si se concibe la salud como algo individual, pasa a ser “lógico” que la persona se deba hacer cargo de su salud, no el Estado. Pero la salud es social. En EEUU, con el sistema privado, la primera causa de quiebra de las economías familiares es la salud. Cuando vienen acá, te dicen 'la salud es muy cara, te vendemos un seguro'. Pero para que el discurso de los seguros (prepagas) cale hondo en la sociedad, se tiene que destruir la salud pública”, sostuvo por su parte Juan Canella, miembro de ALAMES, Asociación Latinoamericana de Medicina Social.
En relación con la implementación de la Cobertura Única de Salud (CUS), esta es vista como una privatización encubierta. De esta manera lo graficó Canella, al afirmar que el modelo está implementado en Colombia desde hace 20 años y es el país de América Latina con más litigios en materia de salud, resultando en un panorama aterrador.

 
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