CALIFIQUEMOS CON LA VERDAD: HUBO Y HAY DOS PAÍSES REALES
Los informes que produje en las capítulos recientes, desde ya tenían como objetivo primordial, abrir la mente de los argentinos, dicho con toda humildad, por la sencilla razón que al estar desinformados o recibir noticias maliciosamente manipuladas, es muy difícil obtener conclusiones cercanas a la realidad.
Aquí está el punto principal del debate que debemos profundizar en el país, hacer las diferenciaciones lógicas entre el llamado “país virtual” con el “país real”. En lo que respecta a mi forma de pensar u opinar, deberíamos llamarlo “dos países reales”, y la respuesta es muy simple: Nosotros hemos vivido los dos países reales, más que los virtuales.
El neoliberalismo, lo palpamos y sufrimos durante 12 años, pero con un fuerte arraigo de las culturas conservadoras que nos han manejado durante 200 años, así que no se puede denominar “país virtual” a esa nación que tuvimos que soportar en dos siglos. Conocemos perfectamente sus recetas y en el deseo e inteligencia de cualquier argentino, cualesquiera sea su ideología o formación, dudo que intente volver a esas etapas, salvo que haya sido cómplice de ellas y haya sacado enormes provechos de aquellas circunstancias.
Los gobiernos de Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde en nuestro país, más losde Fujimori en Perú, Collor de Melo en Brasil o Uribe en Colombia, son ejemplos concretos de lo que estoy manifestando en la presente columna.
Tampoco resulta casual la gran dedicación de algunos políticos opositores, cuando aprovechan el "caso Schoklender" para ganar dividendos electorales, máxime si analizamos las declaraciones de algunos de ellos como Gil Lavedra, Graciela Camaño, Chiche Duhalde o Patricia Bulrrich, cuando mencionan que es necesario que el oficialismo no obtenga la mayoría en ambas cámaras. Esta es la forma de cortar la voluntad popular y asu vez demuestran que no se ejecuten los proyectos de inclusión social.
No me imagino al técnico de la selección de fútbol de Brasil de los 70 con Pelé, que ganaba por diferencias múltiples de goles, hacer algunos cambios defensivos en su contra para que los resultados terminaran con escasas diferencias a su favor. así eran más equitativas.
Se supone que si hacemos las cosas por el bien común , la dignidad y bienestar de un pueblo, no está demás que tengamos las diferencias notables para que esas inquietudes se conviertan en realidad sin sobresaltos.
Por esto el otro país real es sin duda el que estamos vivenciando desde hace 8 años, y no solo en Argentina, lo están disfrutando también con moderación y sobriedad, pero con la energía necesaria, casi toda las comunidades de Sudamérica.
Cuando hago hincapié en forma reiterativa de los modelos recesivos y de sus responsables, para que nadie se olvide del pasado y no vivirlo nunca más, es por la simple razón de hacer las comparaciones convenientes y que nos ocupemos de unir talentos en la búsqueda de un desarrollo inclusivo en todos los niveles.
No es para nada casual la lucha que presentan los cómplices y ejecutores de la época infame, para recuperar el poder que vienen perdiendo en la última década. Lo más sufriente y preocupante es la definición concreta que han tenido estos personajes, cuando se vinculan en forma directa con los que diseminan las órdenes de destrucción y ellos son indudablemente los grandes grupos corporativos y los medios de comunicación, algo que vengo explicando desde hace un tiempo, fundamentalmente, cuando les recordé como se construyó la prensa en Argentina y cuales fueron los objetivos comunes y básicos para tener el manejo de la totalidad del funcionamiento de un país (léase La Nación en 1860 y Clarín en 1945)
Esta demostración ejecutada por Néstor Kirchner, como también lo hiciera Correa en Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela, de patear el tablero de los símbolos de la aristocracia y capitalismo en el Continente, ha traído un sin fin de inconvenientes naturales, ya que era impensado que alguien tuviera la dignidad y valentía en cambiar los rumbos de aquellas corporaciones.
Nos regocijamos al ver que Domingo Cavallo será llamado nuevamente por la Justicia, de acuerdo a un pedido de un fiscal de la Nación, para que explique semejante actitud de entrega con el famoso mega canje, blindaje, ajustes, privatizaciones, estatización de la deuda privada externa, etc. Esto no es más que recorrer los caminos adecuados y poder conocer a través del medio más razonable: La Justicia, para que entremos definitivamente a conocer las sendas de la verdad.
Sería muy infantil la creencia de que estas peticiones del fiscal en cuestión, quedarán en el olvido y jamás nos enteraremos de lo que sucedió verdaderamente. Este gobierno está plenamente decidido en saber la verdad, y para ello hay que poner en práctica todos los mecanismos posibles, de la misma manera que se hizo con los crímenes de lesa humanidad y hemos logrado una gran cantidad de sentencias con los responsables en la cárcel de por vida.
Asegurar la profundización del modelo iniciado en mayo de 2003, es contar con las herramientas que nos brinden la seguridad jurídica y este gobierno está decidido a que se cumpla, máxime si tenemos en cuenta que hay una gran cantidad de argentinos que apoyamos el modelo y a su vez estamos plenamente ansiosos para que se defina, de acuerdo a los resultados del último 14 de agosto y lo que vendrá el próximo 23 de octubre.
Ni un paso atrás, por ello mientras se investiga, se sigue en la construcción de obras que cambiaran la forma de vivir de los argentinos.
Ya no existen las fugas de capitales que nos intentan hacer creer estos medios que hemos nombrado, y esto se produce por la confiabilidad que existe en el país y fuera de él. Los argumentos que vende Jorge Lanata, cuando dice que “afuera se nos cagan de risa” es una mentira que no se la cree el mismo, además de tener contenidos fascistas.
Si analizamos la fuga que soportó el país desde 1988 hasta el 2002 que alcanzó la cifra de casi 254 mil millones de dólares en todos esos años, comparada con los 9 mil millones de los últimos 8 años y medio, queda muy claro que la credibilidad ha cambiado notablemente, sin tener que mencionar el crecimiento real acumulado durante los gobiernos de los Kirchner que supera el 41%.
Y si a esto le agregamos los índices de desocupación, sin entrar en el debate económico, considero que son cifras por demás elocuentes para diferenciar muy bien a los dos países reales.
Néstor asumió su presidencia con un 23% de desocupación y hoy Cristina está terminando su mandato con un 7,3%. Mientras que en Europa, tomando como modelo España y Portugal que tienen cifras casi similares en 2002 estaban en un 4% y 5% respectivamente y hoy en 23% y 21% en ése orden.
Todos los argumentos que intentemos discutir en contra del modelo actual con aquel que nos impusieron los entregadores del país, quedan sepultados con los números y estadísticas, que nos guste o no, son los que gobiernan el mundo.
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