Escrito por Gerardo Bova
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Miércoles, 22 de Junio de 2022 00:00 |
El sendero a la Patria Grande se torna menos complicado para SudaméricaA pesar de todo lo que viene aconteciendo en el mundo, recuperándonos de la pandemia, pero ahora azotados por la guerra entre Rusia-Ucrania, con una situación económica alarmante en todo el planeta, considero que el reciente triunfo de la dupla Petro-Márquez Mina, nos trae una corriente de aire fresco, como bien lo dice cotidianamente Víctor Hugo Morales, pues es harto necesario que los programas progresistas en la región, vayan tomando fuerza y se consolide una Sudamérica más inclusiva, tras la epidemia del neoliberalismo en varios países que nos ha llevado a una desolación que es menester dar por concluído ése período nefasto que aun estamos soportando en varios países latinoamericanos.
Cuando uno renueva esa cuota de esperanza, creame que no es descabellado ni exceso de optimismo, es simplemente mirar el mapa político que se avecina y la importancia que significa que en 214 años de vida de Colombia, es la primera vez que un partido de centro izquierda conducirá los destinos de una gran nación como lo es el país cafetero. Luego de la caída abismal del uribismo en los últimos tiempos, sostenidos magramente por el actual presidente Iván Duque, tengo que decirles que el país hermano ha sufrido más de seis mil asesinatos de dirigentes políticos, sociales, estudiantiles y periodistas, tan solo por no tener ideas que se parezcan a los que conducen la nación colombiana, y además por estar siempre vinculado al narcotráfico el sector conservador del país aludido y como no podía ser de otra manera, contando con el apoyo irrestricto de los Estados Unidos, que "casualmente" interviene con bases militares dentro del territorio cafetero. ¿Curioso, no? Con el reciente triunfo de Gustavo Petro, cambia literalmente aquellas premisas de la Alianza del Pacífico, formada oportunamente el 28 de abril del 2011, bajo la tutela de los Estados Unidos y los países que la formaron fueron Perú, Chile, México y Colombia. Lo sucedido el pasado domingo en Colombia, precisamente, marca el derrumbe total de los componentes de tal grupo, pues el éxito de Petro prácticamnte desmantela tal alianza, ya que los 4 países fundadores hoy son gobernados por sectores progresistas y queda trunca la idea de posicionarse con la consigna norteamericana. En el mismo orden de orientación regional, cabe mencionar que dicho éxito de la centro izquierda en Colombia, nos permite observar desde otro ángulo el futuro inmediato, si nos atenemos a pronunciar con ahinco y fuerza notable la reorganización de la CELAC y porqué no, el regreso triunfal de la Unasur, desmantelada últimamente por la seguidilla de triunfos neoliberales en la región. Colombia pasa a representar de un enemigo natural de Venezuela, en un socio necesario por su inmensa frontera y promisorios negocios con el país bolivariano, además de tener casi en forma inmediata (faltan tan solo 4 meses) el regreso de Ignacio Lula da Silva para que vuelva a la presidencia de Brasil. Esto que les comento no es solo un deseo, sino una realidad que se avecina, contando además con Gabriel Boric en Chile; Pedro Castillo en Perú; Luis Arce en Bolivia, el Frente de Todos en Argentina, aun con intermitencias, pero nadie puede dudar que no se cambiará el rumbo integrador. Tengo que sumar indudablemente a Honduras con Xiomara Castro y México que es un socio incondicional a la causa popular, y sabemos de sobra que estando Andrés Manuel López Obrador en la presidencia del país azteca, es garantía inclaudicable, teniendo en cuenta que es hoy el líder de la región indiscutible. En definitiva, contando los 10 países principales de Sudamérica, en breve contaremos con 7 de ellos que tendrán un perfil mucho más inclusivo y dedicado especialmente a jerarquizar y profundizar proyectos integradores por el bien común de la sociedad latinoamericana. Solo nos queda que Paraguay, Uruguay y Ecuador, me refiero a sus respecivos pueblos, se inclinen a pensar por el porvenir real de sus comunidades y se integren a esta nueva sociedad continental que se acerca, con el único objetivo de independizarse definitivamente de los poderes centrales, que en el contexto regional, sabemos que el único poderoso se llama Estados Unidos, a quien hay que hacerle saber que la unidad de nuestra bastardeada región, permitirá en el futuro tener otro respeto y consideración hacia nuestros pueblos...¡Pues vayamos al triunfo definitivo y hacia un sendero que fortalezca la Patria Grande!
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