Cristina y una disputa que debería evitar

Por Aldo Duzdevich
El “vacunado VIP” Horacio “el Perro” Verbistky desde hace un tiempo se ha convertido en ideólogo y vocero oficioso de Máximo Kirchner.
Desde su columna dominical del Cohete a la Luna se ocupa de informarnos aquellas cosas que piensa la cúpula de La Campora no dichas en público, y por esa razón desde hace meses el enemigo declarado del Perro se llama Axel Kicillof.
Ya en una nota del 21 de abril de este año el Perro hizo una desagradable parábola comparando a Axel con Vandor. Para quienes no conocen la historia Vandor fue un dirigente de la UOM que en 1965 enfrento a Perón sin éxito y cuatro años después un comando guerrillero lo mato de cinco balazos.
En su columna de hoy vuelve sobre su tema recurrente que es disciplinar a Kicillof por las buenas o por las malas. El Perro no puede negar sus entrañas stalinistas, que se parecen tanto a sus primos hermanos los fascistas, en materia de métodos de “persuasión”
Arranca diciendo que: “La ex Presidenta no tiene el propósito de aspirar a ningún cargo electivo, ni el año próximo ni en 2027. Su propósito es que el candidato sea Axel Kicillof, pero desembarazado de la recua de intendentes y funcionarios que aspiran a colgarse de los pantalones del gobernador para satisfacer su ambición personal a ocupar los mejores lugares en las listas de candidatos”
Es decir, Axel si se porta bien, en 2027 sería el nuevo Alberto ungido por Cristina, pero esta vez sin ministros ni funcionarios propios que puedan incurrir en desobediencia.
Dicho esto, que sería el elegido por Cristina en el 2027, el Perro dedica largos párrafos a “marcarle la cancha” y revolcarlo por el suelo un poco para que vaya aprendiendo lo que es la disciplina y no termine como: “Fernández, que concluyó en un papel decorativo en su propio gobierno y cuyo rol reposará en el basurero de la historia”, dice con todo cariño Horacio. Feo destino para Axel ese del “basurero de la historia”
Sigue el Perro en tono optimista: “Al gobernador (Axel) lo asedia la maldición que en un siglo y medio de vida política ha impedido que un gobernador de la principal provincia del país llegue a la presidencia”
Y para finalizar hace tronar las amenazas de tiros y fosos de cocodrilos que le gustan tanto:  Dice el Perro: “Apoyar sin decirlo a Quintela, a sabiendas de que no puede ganar, pero con el propósito de debilitar a Cristina, con el mayor porcentaje de votos adversos que sea posible, sobre el vetusto padrón justicialista. Si tuviera éxito y llegara indemne al otro lado, habría nacido un nuevo liderazgo (en la línea del "elogio de la traición", que Antonio Cafiero le transmitió a Pino Solanas). Emprende la travesía con demasiada gente palmeándole la espalda y un paso en falso lo arrojaría al foso de los cocodrilos”
Para los poco informados o despistados, Horacio Verbistky con la crudeza y maldad que le es característica nos despabila de cual es la verdadera razón de esta interna que ya esta iniciada y continuara.
La pelea no es con Quintela
Desde hace varios años, bajo el paraguas político del liderazgo político de Cristina fueron creciendo sus dos posibles herederos. Su hijo Máximo, quien, desde las más altas estructuras de poder, construyó La Cámpora, una organización política cuyos cuadros y militantes fueron creciendo al calor de los distintos organismos del Estado. Desde ese importante piso de poder, y luego de la derrota electoral de Sergio Massa, Máximo retomo la idea de “ir con candidatos nuestros, aunque perdamos”, candidatos que podrían ser Wado o él mismo.