Macri intenta poner a nuestra bandera de remate Imprimir
Escrito por Gerardo Bova   
Martes, 20 de Junio de 2017 17:06

alt"Nada de esto, nada de esto, fue un error"

¿Se acuerdan de aquella canción que identificaba al PRO en sus campañas previas a la candidatura de Jefe de Gobierno de CABA?
Bien, desde ya que "nada fue un error" con respecto a la forma de llegar a tal cargo electivo, ni tampoco difiere del otro cargo logrado como presidente de los argentinos, porque lo hicieron sutil y elegantemente, prometiendo cambios en las estructuras políticas del país, fuertemente apoyados por las corporaciones internacionales del mercantilismo y medios de comunicación nacionales que apostaron a dicho proyecto para pocos, a sabiendas que los frutos los obtendrían fácilmente una vez que se hicieran cargo del ejecutivo nacional. Van cumpliendo a rajatabla todo el contenido de las recetas del FMI y se ponen a disposición total de los Estados Unidos, para que el proyecto se cumpla, sin obstáculos ni intermitencias, y si algo ocurriera para frenar dichos objetivos, tienen a gran parte de la justicia de su lado, para condenar a los posibles contrincantes.
En algunas editoriales anteriores, les anticipaba que las fuerzas armadas recuperarían su espacio, porque EE.UU. a través de esa política de ventas de armas a nuestro país, volvía a poner en práctica una consigna sistemática en manejar la región, supuestamente, para enfrentar al terrorismo y el narcotráfico. Bien, nada de eso tiene que ver estrictamente con dichos propósitos, la intención concreta es el control de nuestras riquezas naturales y adueñarse lo antes posible de todo lo concerniente a las necesidades urgentes del planeta, máxime si tenemos en cuenta que la situación global con respecto a hipótesis de guerra con Corea del Norte o Rusia, es algo que está muy cerca y nosotros, aunque ustedes piensen que estoy loco, tendremos mucho que ver, si tomamos decisiones que favorezcan tales propósitos de delirio y locura del imperio mayor del mundo, poniendo nuevamente en peligro a la región, como lo hiciera Menem cuando se metió en la Guerra del Golfo, que nos costó innumerables vidas humanas en los atentados de la Embajada de Israel y la AMIA.
El descubrimiento y denuncia que hizo en estos días el periodista Tomás Méndez, con respecto a las 100 mil hectáreas en Mendoza de terrenos fiscales que gran parte pertenecen a nuestro ejército y que Mauricio Macri "regaló por dos mangos" a multinacionales, fuertemente vinculadas a los Estados Unidos, incluyendo a otras 70 mil hectáreas en Salta y Jujuy, sumado al adiestramiento que van a tener nuestras fuerzas, precisamente en el Estado de Georgia (EE.UU.) la nueva "escuela de torturas" que representa a la ex Escuela de las Américas ( ahora llamada Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica), encargada de "combatir" a las fuerzas populares y gobiernos de neto corte popular, es un nuevo avasallamiento de los poderes centrales y además, la nueva metodología para ejecutar las políticas de entrega y sumisión que nos impone el imperio.
No en vano en la tarde de hoy, aparece un nuevo movimiento político-social encabezado por la presidente (MC) Cristina Fernández de Kirchner, quien en su discurso habló de "la unidad ciudadana" y no de partidos políticos, porque la única manera de enfrentar a éste modelo en vigencia, es a través de la unidad nacional y no con proyectos personales. Incluso, quedó claro en su discurso, que no sólo hay que enfrentar la coyuntura económica, donde se pierde día a día el poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones u otros derechos adquiridos, la cosa va más allá y tiene que ver con éste remate de nuestro patrimonio, que el mismo presidente y su entorno de ministros nos presenta con un nuevo endeudamento por 100 años a tasas impagables, hipotecando a 5 generaciones, precisamente, para entrergarles a los poderes económicos y corporativos, todas nuestras riquezas.
Nada para festejar entonces en éste nuevo año del día de nuestra insignia patria, nuestra bandera está de remate y sólo se puede parar, si estamos unidos, organizados y movilizados para frenar
semejante atropello que ya lo vivimos precisamente desde la asunción del primer presidente argentino Bernardino Rivadavia y que nos costó 80 años de nuestras vidas para pagar dicha entrega.
¡Quedese intranquilo señor presidente, porque no lo vamos a permitir, eso que usted pide a diario de "todos juntos", hoy más que nunca en eso le haremos caso, para que no concrete el remate de nuestra bendita tierra! ¡Hasta la Victoria Final!