Humor en tiempo kirchnerista...(2) Imprimir
Escrito por Agencia Paco Urondo, Especial para Nuevo País   
Domingo, 17 de Noviembre de 2013 11:33

Entrevista a “Cabito” Massa Alcantara, humorista y conductor. “La base del humor es que siempre es verdad, lo que pasa es que funciona por exageración”.

http://veintitres.infonews.com/admin/biblioteca_multimedia/fotos/pervertido_por_accidente_cabito_teatro_zona_roja_0.jpg Por Santiago Gómez

Eduardo “Cabito” Massa Alcantara co-conduce el programa Basta de todo, junto a Matías Martin desde hace trece años, y Diego Ripoll, desde que este año reemplazó a Gabriel Schultz. Cabito dejó una exitosa carrera publicitaria, con un seguro y elevado salario por la radio. Se entregó a su pasión. La entrevista se realizó el día que tuvo el intercambio por Twitter con Alfredo Casero. Cabito estaba molesto por el accionar de Casero, como repitió en otros lados, porque dijo que lo agredía en público y después le pedía disculpas en privado. Le preguntamos por qué con su experiencia en publicidad, en uno de los programas más escuchados de radio, no se dedicaba a la comunicación política. “Porque no me llamaron”, respondió.

APU: ¿Cómo es tu relación entre el humor y la política?

Eduardo Cabito Massa Alcantara: La relación entre el humor y la política fue a través de 678, un programa que arranco siendo una cosa y termino, por las circunstancia del país, corrigiendo su rumbo. Iba a ser un análisis de los medios, de cómo tratan los medios la misma información. Mi tarea ahí era hacer humor, no es que hacía humor político del que te imito a De la Rúa. Lo que hacía, respecto al informe, tratar de meter un comentario gracioso para descomprimir un poco e irnos a la tanda. Lo que pasó es que después los temas eran cada vez más pesados, con invitados más importantes en el piso, la situación del país cambió mucho, por lo que a mí hacer un chiste no me parecía. Jamás me dijeron nada respecto de “che hoy no hiciste ningún chiste”. Si de un lado tengo a Estela de Carlotto y del otro lado a Foster, yo no me voy a hacer el listo con un chiste. Cuando vino Sarlo fuimos a la tanda y me dijo “¿no me vas a hacer un chiste, Cabito?”, ahí ella me habilitó. Lo que a mí me pasa es que por más que no coincidas en nada con alguien, si vos lo invitás a tu programa, tenés que ser amable con esa persona, porque estás invitando a alguien a tu casa. Siempre con una base de respeto, cuando vino ella eso sucedió.

APU: Sobre comunicación conocés bastante, trabajaste muchos años en publicidad ¿Qué pensás cuando al kirchnerismo le critican las formas?

ECMA: Me parece que es una crítica válida, las críticas son siempre válidas y si te critican por algo, de algún lado sale, así estén equivocados. El tema es cuando te marcan una agenda que no se condice con la realidad. Me parece que el error que cometemos todos, respecto a las personas que no piensan como vos políticamente, es que los terminamos criticando por las cosas que hacen y no por lo que no hacen. Al kirchnerismo se lo critica por lo que hace, por la asignación universal, por el matrimonio igualitario, al PRO también se lo critica por lo que hace, el Metrobus. Veremos con los años si estuvo bien o no, pero es una cosa que hizo. ¿Es una cosa que hizo que intenta privilegiar a las personas en bondi, por sobre las que tenemos auto? Sí. Después critiquemos si pudo ser mejorado. Basta de todo no es un programa que se mete en política, hacemos comentarios cuando leemos las noticias, más o menos sabés que opinamos cada uno, pero nunca sacamos un político al aire, así como nunca un dirigente de fútbol. El único que salió fue Gámez y medio que nos arrepentimos, porque salió por otro lado, queríamos ver otra cosa, no queríamos ver al dirigente.

APU: Decís que no entra la política, pero recién en el programa hubo dos posiciones diferentes entre Matías y vos respecto al valor del trabajo de un cerrajero.

ECMA: Es un chiste, son muchos años de aire, si pensamos los tres igual no vamos a ningún lado. Si Matías hubiera dicho el laburo vale, yo me hubiera parado en la vereda de enfrente automáticamente, es un ejercicio de radio para construir. Partimos de que la verdad absoluta no la tiene nadie, entonces si no la tiene nadie, si Matías se para de un lado yo me voy a parar del otro. Ese es el juego y el tercero promedia.  Pero es instintivamente, no es algo que charlamos.

APU: ¿Cuál fue la razón por la que la Metro comenzó a pasar música nacional?

ECMA: Una búsqueda nuestra.

APU: Pensé que tenía que ver con la Ley de medios

ECMA: En parte también por eso. Antes lo que tenía que ser Metro era buscar las nuevas tendencias, estaba encajonada ahí. La primera radio donde escuchaste Cold Play es Metro, donde escuchaste Keane, después se hacen hits y las soltamos, la pasa la 100, Disney. Eso nos jugaba un poco en contra, ir siempre detrás de la tendencia y cuando son hits los soltás. Es difícil construir una radio así, no nos podemos quejar, nos fue bien.

APU: Es una radio que tiene audiencia de Capital.

ECMA: Sí, no se escucha en el interior, sólo capital y primer cordón.

APU: ¿Qué recomendaciones le darías al kirchnerismo de cómo debería ser la comunicación al porteño?

ECMA: Si la comparación es con el programa, la honestidad. Basta de todo es un programa súper honesto, lo que ves al aire somos nosotros, no te puedo hacer un personaje de trece años. Lo que sí es una exageración de mí. Siempre cuento la misma anécdota: fui al Malba a una exposición del fotógrafo David Lachapelle, si no lo conocés, le hizo unas fotos muy buenas a Marylin Manson, y uno me dice “Cabito qué hacés acá, vos tenés que estar en Cocodrilo”. En una entrevista, Santiago Segura, que hace Torrente, me dijo “la gente se piensa que yo tomo el whisky de la botella”. Voy a una fiesta, llego a la una de la mañana, porque laburo hasta las doce de la noche todos los días, me estoy tomando un agua y ya me dicen “Eh, cómo estás”. Es parte de lo que la gente cree de vos.

APU: Nombraste a Torrente ¿Cómo somos con el humor que a Torrente se lo bancan, pero cuando se hizo algo parecido intervino el Inadi?

ECMA: Me parece que el humor nos salva de muchas cosas y la base del humor es que siempre es verdad, lo que pasa es que funciona por exageración. Hay un chiste que dice que yo soy tan gordo, tan gordo, que me subo a la balanza y la balanza dice “Continuará”. La verdad es que yo soy gordo, la mentira es que la balanza dice continuará. No es una mentira, es una exageración de lo que sucede, así funciona el humor. Si yo genero una imagen potente en tu cabeza te vas a reír, porque la gente se ríe de lo que se puede imaginar, si yo fallo en la construcción del chiste te pierdo y ahí pierdo. Te estoy hablando de la intelectualización del humor, de por qué el humor funciona o no funciona. Después están los que tocan mejor o peor esa cuerda. Pero no todos nos reímos de lo mismo, a uno le puede gustar Les Luthiers, a mí me puede gustar Corona ¿qué es mejor? Lo que te guste a vos.

APU: ¿Cuál es el límite en el humor?

ECMA: El que tiene cada uno, yo tengo el mío. No hago chiste de judíos, no hago chistes con el Holocausto, no hago chistes con Malvinas, no hago chistes con los desaparecidos. Después hago chistes con cualquier cosa, porque me río de mí mismo. Si venís a ver uno de mis espectáculos, me pego mucho a mí mismo, lo que me habilita después a reírme de otras cosas.

APU: Estoy entre los que considero que la política les sacó el humor. ¿Considerás que le pasó a muchos?

ECMA: El problema es que algunos creen que la pasión y el humor van por caminos distintos y para mí pueden convivir tranquilamente. ¿Sabés con qué lo aprendí? Una vez me hizo una nota Hebe, haber estado cerca de Estela, me permitió ver que son personas que tienen mucho humor. En la entrevista de la revista de Madres, que estoy como un súper héroe en la tapa, el título era “Defender la alegría”. Son personas que tienen mucho humor, son personas alegres, Hebe y Estela son mujeres muy alegres, Taty. Les he preguntado por qué son alegres, y el humor es el mecanismo que te salva y nos salva de todo. Aquello de tragedia más tiempo, comedia. Estoy seguro que ninguna de ellas puede ni jamás va a reírse de lo que le pasó, lo cual no significa que no rían, que no puedan por momentos ser felices con otras cosas, les cuentes un chiste y se mueran de risa. El error está en pensar que la pasión y el humor van por caminos distintos, me parece que tiene que ver con eso.

APU: Un valor peronista, lo primero es la alegría.

ECMA: Sí. Yo soy radical de toda la vida, yo recién voté a Cristina, porque me pasó algo a mí. Las razones por las que me acerqué al radicalismo las representó mucho más el gobierno del kirchnerismo, que De la Rúa. Con la democracia tenía doce años,  lo vi a Alfonsín y me partió la cabeza, con el discurso frente a la Sociedad Rural, que fue el primero que tuvo los huevos para hablar lo que tenía que hablar y lo chifló todo el mundo, y el tipo tuvo los huevos y se la bancó. Después se desdibuja por situaciones del país, con la obediencia debida a mí se me desdibuja su figura, pero eso no borra todo lo que hizo antes. Las razones por las que milité en el radicalismo, me representa mucho más el kirchnerismo. El intento por la igualdad de las personas, las libertades individuales, y me parece que en el fondo todos queremos los mismo. Si te ponés a hablar con uno que no es de tu mismo partido, creo que los progresistas, los que tienen una raíz más progresista quieren lo mismo, y los que son más de derecha quieren lo mismo, pero tienen otra autopista para llegar al mismo fin. En la base, después hay hijos de puta en todos lados y buena gente y rescatable en todos los lados. Lo que pasa es que unos prefieren que el crecimiento sea de abajo hacia arriba y otros de arriba hacia abajo. La política no es un taxi que te deja en la puerta de tu casa, es un colectivo que te acerca. Y al bondi sube de todo, gente honesta, chorros, trolas, hay de todo.

APU: Somos feos, sucios y malos

ECMA: Y en todos lados hay de todo y nada te deja justo, exactamente. Por eso creo que no vale la discusión “No estuvo bien”, les preguntás “¿a vos cuál te gusta?”, y te responden “a mí no me gusta nada”.  No podemos discutir, no podemos charlar de política, porque es como que me digas “San Lorenzo es una mierda”, vos de qué cuadro sos, y me contestes: “a mí no me gusta el fútbol”. Para que tengamos una charla, decime desde qué lugar me decís las cosas, sino no podemos charlar.

APU: ¿Cómo ves del 2015 en adelante?

ECMA: Estoy en la parada esperando que venga el bondi. Todavía está muy raro, no se vislumbra nada, yo no lo sé. Comentarios y trascendidos escuchamos todos y todos los días, pero no se quién va a manejar ese bondi.

APU: ¿Crees que ordena la política regional?

ECMA: Creo que sí, me parece que Latinoamericana va hacia un lado y me parece muy bien, haberse bajado del ALCA. Preguntale a México cómo le va con el Tratado de Libre Comercio. Hay que ver esas cosas en contexto. La situación de Brasil está muy bien, pero por otro lado ves que tienen unos quilombos bárbaros. Todos tenemos quilombos. Pero me parece que este momento mundial, en que estamos creciendo menos que otros, pero me parece que lo sobre llevamos bastante bien

APU: ¿Y si la garantía es Scioli?

ECMA: ¿Y cuáles son las otras propuestas?  No te puedo decir quiero a Scioli y no se las otras propuestas. Por ahí hay otro que me gusta de otro partido. Yo voto el mejor proyecto. Todos votamos el mejor proyecto, o deberíamos hacerlo. Mi idea es ver los candidatos, pero después te mienten. Yo voté a De la Rúa re entusiasmado. Hay un abismo entre lo que pintaba De la Rúa y lo que pasó, después te querés morir, te equivocás, me equivoqué. Uno vota con voluntades, pero si después el otro te miente qué carajo haces. Menem le prometió a todo el mundo la revolución productiva y nunca se las dio. El que votó a Menem por la revolución productiva, cuán culpable es. Como que te casés con una mina que te va a meter los cuernos, y yo no sabía, “eh boludo, te casaste con una mina que te mete los cuernos”, ella me dijo que me amaba.

APU: Sabés de comunicación, de cómo llegar a la gente ¿cómo creés que se podría hacer para llegar a más y poder afianzar y que este proceso se sostenga?

ECMA: Para llegar a más hay que profundizar el modelo, para llegar a más hay que escuchar lo que le pasa a la gente. Me parece que el gobierno acusó recibo en las últimas elecciones.

APU: ¿Qué te parece que no está escuchando?

ECMA: Acusó recibo, Cristina se sentó y salió a hablar, tuvo el ciclo de entrevistas que se interrumpió por su problema de salud. Hay un acuse de recibo con el problema que tenían algunos con el mínimo imponible de ganancias. Cuando salían estos movimientos a la calle a protestar en contra del gobierno, tenés por una lado el que te dice “ojalá se muera”, eso no hay ni que escucharlo, pero tenés otro que te dice el mínimo imponible de ganancias, bueno discutámoslo, lo del dólar, discutámoslo, nadie tiene la verdad absoluta, el gobierno te dice por qué hizo lo que hizo con el dólar. Es algo que a la clase media le molesta y bastante, discutámoslo, por ahí es la única alternativa, pero sí hay lugares y cosas discutir y me parece bien que se discuta. Ganancias, lo del aumento del Monotributo, había una gente preocupada, y que estaba retrasado. ¿No te parece un acuse de recibo?

APU: Sí, acusé yo mismo.

ECMA: Escuchó, me parece que se trata de tener un poco más de escucha, porque los que ya tenés, ya los tenés. Es como los programa de cocina de cocineros que cocinan para cocineros, para mostrar qué larga que tienen la pija. Hay políticos que hablan para políticos, y hay políticos que hacen militancia para militantes y son pocos los militantes, y son muy pocos los que votan sabiendo quién es el quinto de la lista y qué carajo hace, son muy pocos. Por otro lado prometer es muy fácil, ves muchas promesas vacías. “Más educación”, “más plata”. Todos queremos, decime cómo, exijamos cómo, de qué manera hay que hacer las cosas cuando te prometen en una campaña. El 82% móvil, decime cómo, de dónde sacás la plata y cómo hacemos, porque si sale de un lado, se la sacás del otro, decime a quién se la sacás. Si preferís el 82% a que se la saquen a educación, ahí sabés por qué votás a alguien. Que haya una explicación, no promesas vacías.