Un informe completo sobre el Riachuelo Imprimir
Escrito por Agencia Paco Urondo, Especial para Nuevo País   
Sábado, 24 de Agosto de 2013 21:00

Riachuelo: entre el fallo de la Corte y el saneamiento

AGENCIA PACO URONDO recorrió el Riachuelo y pudo comprobar los evidentes cambios que muestra el río luego de la limpieza que se lleva adelante desde 2009. Historia de una intervención inédita motivada por un fallo de la Corte Suprema.
Por Enrique de la Calle
Hace cinco años, la Corte Suprema innovó con un histórico fallo en el que obligó a los gobiernos nacional, porteño y de la provincia de Buenos Aires a la realización de un “plan integral de saneamiento” del Riachuelo. El pedido incluía políticas para las familias que viven – muchas de ellas en pobrísimas condiciones - sobre la ribera de la Cuenca que recorre CABA y 12 municipios de GBA. El Máximo Tribunal propuso de este modo un nuevo paradigma en lo que hace a las relaciones entre poderes del Estado. El Judicial le “exigió” al Ejecutivo acciones concretas, le puso plazos, estableció un procedimiento de control, incluyó a organizaciones para que fiscalizaran lo actuado. Comenzó así una historia con elementos virtuosos que ahora muestra resultados insoslayables, como es un río con otro color (y olor), con menos basura y con reurbanizaciones en marcha que darán un destino más digno a centenares de familias. Este último punto, el más trascendente, muestra avances y retrocesos.
La causa comenzó en 2004 cuando vecinos afectados por la contaminación se presentaron a la Justicia acompañados por ONGs. Una década después el salto cualitativo logrado es tal que se abre un espacio para la discusión en torno a cuál será el futuro de la Cuenca. ¿Debe volver a ser navegable? ¿Qué río para que área metropolitana Buenos Aires? “Lo importante es que el fallo logró poner en marcha un conjunto de resortes institucionales (…) que parecen conducirnos por fin a un cambio de paisaje en la cuenca más contaminada de la Argentina”, describe el urbanista Luciano Pugliese.
Qué se hizo
En el marco de la causa se creó la ACUMAR (Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo), un ente interjurisdiccional que involucra a Nación, Buenos Aires y Capital. También reserva lugar para la participación de los municipios abarcados por la Cuenca y de la sociedad civil. Se encuentra bajo la órbita de la Secretaría de Ambiente del Gobierno Nacional, cuyo titular es Juan José Mussi.
Básicamente, su línea de acción se puede dividir en cuatro ejes: urbanización o reubicación de asentamientos, control de las empresas (o traslado en algunos casos), infraestructura sanitaria (cloacas, principalmente) y limpieza del agua y los márgenes.
El último ítem, posiblemente el de más fácil resolución, es el que presenta un mayor nivel de avance. Se sacaron del Riachuelo “12 mil camiones llenos de basura, 190 mil toneladas de residuos”, según graficó Mussi. La limpieza la realizan a diario 2100 cooperativistas del programa "Argentina Trabaja". Además, se sacaron más de 70 embarcaciones, cuyos hierros abandonados eran parte del paisaje del río.
Vivir en la contaminación
Cuando empezó la causa, vivían sobre los márgenes del Riachuelo - en condiciones edilicias paupérrimas - alrededor de 4000 familias. Hoy, ese número se redujo muy poco, aunque están avanzados diferentes proyectos para relocalizar los asentamientos.
Uno de los casos emblemáticos es el de Villa Inflamable, en Avellaneda, frente al centro petroquímico de Dock Sur. Su nombre da cuenta de la precariedad del barrio y de la adversidad a la que se enfrentan las 1500 familias que allí viven. El proceso de traslado no es sencillo e incluye una negociación compleja entre el Estado (en sus diferentes niveles) y los pobladores. No pocas veces, el primero quiere llevarse puesto a los segundos, sin consultarlos.
En una entrevista realizada por AGENCIA PACO URONDO en septiembre del año pasado, la antropóloga y vecina de la Villa, Débora Swiston, narró las dificultades de la relocalización: “La gente se opuso, cambiaron el proyecto pero siempre sin consulta; los vecinos están reclamando una mesa de trabajo. Cuando uno trabaja en relocalizaciones hay un montón de impactos y uno de esos son las redes de supervivencia cotidiana”, describe. Ahora, las negociaciones avanzaron aunque todavía no hay un acuerdo definitivo.
Otro foco conflictivo está en la zona sur de Capital Federal, en las villas 26 y 21 – 24, donde viven alrededor de 1000 familias. En este caso, el diálogo es más engorroso, ya que, aseguran en off los funcionarios de la ACUMAR, “es difícil negociar con el macrismo, el Instituto de la Vivienda no se quiere hacer cargo o pone muchas trabas”. Según un estudio, 1 de cada 4 chicos analizados de la villa 21 – 24 tiene “plomo en sangre”. Ellos no pueden seguir soportando la desidia estatal

“Hay que discutir qué Riachuelo queremos”

AGENCIA PACO URONDO recorrió el Riachuelo con el vicepresidente de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo, Antolín Magallanes. En esta primera parte, causas de la contaminación y un debate sobre el futuro del río.
Por Enrique de la Calle y Juan Ciucci
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuáles son las causas de la contaminación del Riachuelo?
Antolín Magallanes: Tenés tres tipos de contaminaciones importantes: una que es la de residuo sólido, o sea todo lo que te entra al agua como residuo sólido: botellita, bolsita, todo lo sólido. Otra es la industrial, donde ya tenés materia más elaborada, química, complicada. Y, por último, la cloacal. Hoy por hoy, la mayor contaminación que tenemos es el sistema cloacal porque estamos recepcionando sobre todo la zona sur de Buenos Aires, La Matanza, Provincia de Buenos Aires, muchas viviendas que no tienen cloaca y va todo al Riachuelo. ¿Cuál es la buena noticia? Que vamos a construir un colector que arranca en Soldati y viene todo por el borde sur de la Ciudad de Buenos Aires, desvía más o menos a la altura de Lanús, sale directo a Berazategui, donde hay una planta de tratamiento cloacal que va a tratar el residuo cloacal y lo va a arrojar al Río de la Plata; otra línea del colector sale a Dock Sud que lo va a tratar y lo va a arrojar al Río de la Plata.
APU: ¿Eso se hace en articulación con AySA?
AM: Claro, así la mayoría del casi el 90% del vertido cloacal que venía al Riachuelo va a pasar por ahí. Eso se va a hacer, se tiene que empezar a hacer este semestre. Ese es uno de los temas centrales, me parece que ahí nos metemos con uno de los grandes temas, poniendo eso en caja, ordenando los bordes, sacando la basura sólida y avanzando con el tema industrial, vamos a resolver buena parte del problema de contaminación.
APU: ¿La limpieza de los márgenes la llevan adelante cooperativas de trabajo?
AM: Contratamos a través del Ministerio de Desarrollo Social y el plan Argentina Trabaja a distintas cooperativas que trabajan en las márgenes del Riachuelo y en los arroyos, que están permanentemente limpiando, sacando los residuos que pueda tener el agua o limpiándole las márgenes; esto genera una empleabilidad para esas cooperativas, y bueno son vecinos por lo general de los barrios que la están limpiando.
APU: Algunas organizaciones de La Boca piden que el río, por lo menos algún trayecto, pueda volver a  ser navegable. ¿Lo ves viable?
AM: Se armó un movimiento que se llama “Unión por el Riachuelo” que nos acercó una propuesta, la idea es plantear el tema de la recuperación de la navegabilidad. Es un tema que habrá que estudiar, es lo que te decía antes.
APU: ¿La navegación no removería los lodos contaminados que están en el fondo del río?
AM: Hay que estudiarlo bien, depende qué tipo de navegabilidad. El movimiento del agua es importante también para oxigenar el agua.
APU: ¿Hoy no se puede navegar por la misma causa que derivó en el fallo de la Corte Suprema?
AM: En su momento se hizo una prohibición preventiva para tener más libertad para poder trabajar en el saneamiento. De cualquier modo, el debate sobre si se puede navegar el río tiene que ver con qué te permitis soñar vos cuando ves que esto se recupera, qué es lo que querés hacer con este lugar. Creo que lo que hay que hacer, que todas las posiciones son válidas, pero lo que hay que hacer es una discusión general sobre la cuenca. Qué cuenca queremos, ponerlo en discusión: qué tipo de vivienda queremos, qué tipo de industria queremos, qué tipo de producción queremos que tenga la cuenca.
Sociedad

"Un retroceso grande que todavía hay es la relocalización de la Villa Inflamable"

Segunda parte de la entrevista con Antolín Magallanes, vicepresidente de la ACUMAR. En este fragmento: la relación con las empresas que vierten sus residuos en el Riachuelo.
Por Enrique de la Calle y Juan Ciucci
Agencia Paco Urondo: En relación a la intervención de Acumar, la respuesta de las empresas en general ¿cómo fue o cómo está siendo? ¿Son receptivos a la intervención del Estado?
AM: Se expresó en sus inicios una gran tensión. Obviamente, había un criterio de producción vinculado al Riachuelo, como lo hubo con todos los grandes ríos del mundo que estuvieron vinculados a procesos industriales. Plantearse un plan de saneamiento implica hacerse cargo, poner en el balance contable de la empresa la plata para depurar las aguas. Creo que ésa es la tensión que estamos cambiando. Casi el 90 por ciento está dentro del plan de reconversión industrial, por ende empiezan a cumplir las pautas que se le plantean para dejar de contaminar.
Hay que lograr un objetivo: que todas reconviertan. Una vez que reconviertan, tendremos que ver si los parámetros que tenemos se tienen que profundizar. Tal vez haya que subir la gradualidad y ser más exigentes, pero esa exigencia va a ir de la mano con el entendimiento de la sociedad para que acompañe el proceso de recuperación, por eso es importante que la gente se acerque al río. Soy un convencido de que si la comunidad lo recupera para sí, si la comunidad se lo vuelve a apropiar, el río mejora. El problema que tuvo el río es que la comunidad se fue.
APU: ¿Hubo que relocalizar empresas?
AM: Algunas decidieron irse, curtiembres por ejemplo. Muchas de las industrias contaminantes que quedaban y estaban vinculadas a aquellos viejos procesos de cueros, curtiembres y ese tipo de cosas. Muchas se fueron, otras están en proceso de reconversión. Tenemos un plan en la zona de Lanús en donde prácticamente se nuclea la mayor cantidad de curtiembres. Se está llevando a cabo en una zona que se denomina ACUBA, que son unas grandes piletas decantadoras que van a facilitarles el costo a las distintas curtiembres para que todas puedan descargar en ése lugar y hacer el tratamiento de las aguas contaminadas ahí. Es una manera de que no tengan una inversión tan grande, buscar una solución y para eso el Estado hace una gran inversión.
APU: ¿Las inspecciones son articuladas entre Nación, Provincia y los Municipios?
AM: No. Cada distrito tiene sus inspecciones y responden a sus jurisdicciones: provincial, Ciudad de Buenos Aires o municipal, pero ACUMAR tiene sus situaciones específicas vinculadas al tema del Riachuelo y está habilitada para intervenir en todas. Nosotros descubrimos algo y le avisamos al distrito o el distrito nos avisa. Tenemos la obligación de que todas las industrias que están en la cuenca hídrica sean inspeccionadas y saber qué es lo que arrojan.
APU: ¿Y la zona del Dock Sud, que es una zona muy problemática en relación a la contaminación?
AM: La zona del Dock Sud fue la que estratégicamente se utilizó para que fuera el asiento de los combustible, fue la zona más degradada, ahí se pudo hacer cualquier cosa. Todos se abusaron de esa decadencia y esa degradación, ahora hay que recomponerlo. Prácticamente todo lo que es químico salió del puerto de Dock Sud, ahora es un puerto de combustibles, eso es un avance. El retroceso grande que hay ahí todavía es la relocalización de los vecinos de Villa Inflamable, eso es una rémora que se tiene, tiene un proceso de resolución pero se está discutiendo en el Congreso de la Provincia de Buenos Aires. Hay que hacer un canje de tierras; esas tierras contaminadas se las va a dar a un empresa y los vecinos van a ser relocalizados.
APU: ¿De eso se ocupa la Provincia de Buenos Aires?
AM: La municipalidad de Avellaneda y la Provincia de Buenos Aires. Lo que hace Nación -y nosotros- es transferir las partidas económicas para que se ejecuten los proyectos.

Riachuelo: ¿hay o no hay peces?

Tercera parte de la entrevista con Antolín Magallanes, vicepresidente de ACUMAR. En este fragmento, se refiere a la polémica en torno a la existencia de animales en el río. ¿Verdad o mito?
Por Enrique de la Calle y Juan Ciucci
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo vio la polémica en torno a la existencia de peces en el Río?
AM: Tenés ingresos de peces del Río de la Plata, que se quedan y tienen unas islas de oxigeno que forman la vegetación que hay. Eso no quiere decir que acá tengamos delfines o marsopas. Lo que nos está diciendo eso es que algo cambió, o sea que hay una posibilidad que antes no había. Sobre ese brotecito de posibilidad que se arma en este lugar tan complicado, si hay algo que a mí me da bronca es que algunos quieran venir a pisarte. Antes veías un millón de botellas y hoy ves un río sólido. Este río no tiene polietileno, no tiene botellas y de repente aparecieron peces ¿se entiende lo que quiero decir?
APU: En los márgenes se ve vegetación.
AM: Eso vuelve a partir de la mejora de la calidad del agua. O sea, vos tenés muchas cosas que empiezan a aparecer porque, a ver, hace cuatro años tenías un río con mucho material, residuo sólido flotante.
APU: Uno ve imágenes de otra época, y se ve una reducción importante de la basura en los márgenes del Riachuelo.
AM: Lo que tenemos son Cooperativas que están trabajando en todos los arroyos, limpiando permanentemente. Todavía tenés que limpiar, limpiar, limpiar. A la vez que limpiás, tenés que hacer la actividad con las escuelas, con las universidades, con los vecinos, las campañas, todo eso.
APU: En relación a los peces, ¿existen mediciones al respecto?
E: Hay un trabajo que hace la gente de Calidad Ambiental de ACUMAR, junto con la Universidad de La Plata, que está permanentemente chequeando esos temas. Entre las cosas que investigamos tiene que ver con cómo se expresa la  biodiversidad en la cuenca, entonces lo que estamos viendo es que tenemos mayor. En la cuenca baja tenemos mayor presencia de verde, de vegetación. Por ahí te aparecen aves, te aparecen tortugas, te aparecen peces ocasionalmente. En la cuenca media y alta cambia la cosa porque empieza a restituirse la fauna natural, de a poco pero empezó a aparecer. Y también tenés más aves, más pájaros, más peces. De a poco eso se va manifestando, es decir la naturaleza empieza a reconstruirse de a poco.
Ha habido una fuerte convicción política del Gobierno Nacional que está apoyando el saneamiento, con un plan firme que se está cumpliendo. Este río recibió los criollos, los inmigrantes, la matanza de los indios, las invasiones inglesas pasaron  por acá, los contingentes de obreros, las luchas obreras, las ideas sociales nuevas,  o sea las sociedades políticas nuevas. Recuperar el río implica recuperar también toda esa historia.
APU: Otro cambio tiene que ver con el tema del olor.
AM: Ahora no sentís el olor, no lo sentís porque ese sí es un cambio que tiene que ver con lo que arrojaban las empresas, era el eflujo de lo que tiraban las empresas y que generaban ese olor, en general, como a huevo podrido. Y cómo escribió el otro día un periodista de Página 12, esto obliga a las hinchadas visitantes a cambiar los cantitos contra los hinchas de Boca.
Video: cambios en el Riachuelo (entrar a página de Agencia PacoUrondo)
AGENCIA PACO URONDO recorrió el Riachuelo para conocer los avances en el saneamiento de la Cuenca. Antes y después: cambia, todo cambia, en el emblemático río.

Chicos con "plomo en sangre"

Así se desprende de un informe socioambiental de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo. La (ir) responsablidad del Gobierno de Mauricio Macri.
Un estudio socioambiental realizado por la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) arrojó datos escalofriantes. Se tomaron muestras de 962 niños menores de 6 años de la Villa 21-24 (ubicada sobre los márgenes del Riachuelo Matanza, al sur de la Ciudad de Buenos Aires) y se demostró que el 25% de esos niños tiene “plomo en sangre”.
En septiembre de 2010 se firmó entre el Estado Nacional y la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y los catorce municipios que integran la Cuenca el convenio marco para el cumplimiento del Plan de urbanización de villas y asentamientos precarios en riesgo ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Según ACUMAR, a septiembre de 2010 se trataba de 17.771 familias (ver convenio).
Los especialistas que realizaron el informe citado anteriormente, resaltaron la importancia de relacionar los datos con la demora en la relocalización de las más de 1.500 familias que siguen habitando la Villa del sur de la Ciudad. Sumado a esto, el gobierno porteño de Mauricio Macri recortó unos 6 millones de pesos del presupuesto asignado a la zona, y en cinco años, apenas efectivizó la mudanza del 14% de las familias.
“La Ciudad lleva un gran retraso en las relocalizaciones, especialmente en las familias de la Villa 26 y la 21-24. Ellos mismos se comprometieron en audiencia pública a plazos que vencieron hace un año. Hay obras que no tienen fecha certera de finalización y muchas ni siquiera iniciaron”, dijo el vicepresidente ejecutivo de ACUMAR, Antolín Magallanes.
Datos
Dos tercios de los hogares encuestados tienen al menos una necesidad básica insatisfecha. El trabajo se enmarcó dentro de la Evaluación Integral de Salud en Áreas de Riesgo (Eisar), realizada en la Villa 21-24 por un equipo interdisciplinario de ACUMAR y por representantes del barrio convocados por el Centro de Atención Primaria de la Salud (Cesac) Nº 35.
En la zona más cercana al Riachuelo de las 60 hectáreas de la Villa 21-24 donde viven 55 mil familias, 60 especialistas realizaron estudios a 962 niños, 95 embarazadas y 158 adultos mayores de 60. El valor de referencia internacional es de hasta 5 microgramos por decilitro de sangre (5,1 ug/dl). Al 25% de niños con presencia de plomo en sangre, se le agregó que el 21,5% muestra un "probable retraso en su desarrollo".
La prevalencia de anemia en menores de 2 años fue del 32,1%, y en las embarazadas, del 21,8 por ciento.
El 42% de los censados no tiene inodoro o lo tienen sin descarga. Del resto, casi el 20% tiene desagüe a pozo ciego o excavación en la tierra, lo que transforma al lugar en una "zona de riesgo muy alta". A su vez, el 20% está por debajo de la línea de pobreza.