UNA VEZ MÁS LA INTOLERENCIA QUISO DERROTAR A LA COHERENCIA

Se pueden argumentar muchas cosas sobre un debate y votación parlamentaria, pero lo que no se puede explicar, es la falta de cultura legislativa en muchos representantes de nuestro pueblo elegidos para que nos representen en el Palacio Legislativo.

La elección definitiva, antes del pase al Senado de la Nación (Proyecto sobre el Consejo de la Magistratura), ha sido ardua y conflictiva, pero resulta inadmisible que no se acate la decisión votada en el reciento, esgrimiendo sospechas de fraude de parte de la oposición toda,  teniendo como base que el Parlamento Argentino es uno de los más transparentes y legítimos en el mundo,  por su fórmula electiva en funcionamiento. Voy a resultar muy breve en la opinión, sobre lo acontecido en la madrugada de hoy, cuando se llegó a la votación de las leyes presentadas por el Ejecutivo para su tratamiento en el Congreso de la Nación. Pero intentaré ser muy conciso y objetivo en la búsqueda de la crítica, parece mentira que a 30 años de la recuperación del sietema democrático, algunos legisladores no pueden alcanzar la cuota mínima de conocimientos en la que significa la reglamentación del Parlamento. Las votaciones han sido transparentes y hasta se produjo un hecho inédito cuando debió votarse en particular, porque el mismo presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi, ante la duda y las suspicacias de los opositores, pidió que se tratara en votación artículo por artículo, ya que estos grupos, acostumbrados a perturbar y trabar las leyes en disputa, ponían en tela de juicio, por no votarse aparentemente en particular, como lo ordena el reglamento de la HCD.

En otro orden, si se revisa atentamente varias sesiones parlamentrias de los últimos treinta años, observaremos que existieron disputas similares, incluso con golpes de puños y otras acciones violentas, algo que no justificamos bajo ningún concepto, pero son situaciones que existen y no se pueden esconder. Lo inadmisible es no querer justificar algunas fallas que pueden provocarse en el sistema electrónico, algo que también sucedió en las sesiones del Senado por la misma causa y en debates donde presidía el entonces vice presidente Julio Cobos, pero nadie de la oposición lo trjao al recuerdo. Más aún, resulta deplorable la actitud del diputado puntano Sergio Pansa del peronismo de San Luis, que en dos oportunidades arrojó botellas de agua, dirigidas al jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, pero hubo algo más grave, resulta que intentaba hacerlo a escondidas, como si las cámaras no lo captaran, en un acto concreto de cobardía, que no condice con la altura que deben poseer los representantes del pueblo en la casa sagrada de la democracia, que es preciamente el parlamento.

Sinceramente, todo esto resulta bochornoso, debido a la falta de compromiso y transparencia en las intenciones, de casi todos los sectores opositores al gobierno nacional, algo que no sucedía en Argentina, desde las oscuras etapas de los fraudes de los años 30.
Sugiero que tengan la hidalguía de aceptar las votaciones de las mayorías, aún representando un escaso margen como aconteció en la madrugada de ayer, simplemente, le hace muy bien a la democracia.