Generando cambio

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La década por ganar PDF Imprimir Correo
Escrito por Ag.Paco Urondo, Especial para Nuevo País   
Martes, 28 de Mayo de 2013 22:32

“La recuperación no puede concluir en tan poco tiempo”

Entrevista con el Senador por Tierra del Fuego, Osvaldo López. Analiza el pasado reciente y los desafíos por venir. "Fueron por lo menos cinco décadas de retroceso, de desguase de nuestro país".
APU: ¿Cuáles son sus impresiones sobre la media sanción de exteriorización de capitales? Osvaldo López: En la sesión del miércoles pasado aprobamos el proyecto sobre exteriorización de activos o blanqueo fiscal de divisas. Con la finalidad de que personas que sean tenedoras de divisas, ya sea en el país o en el extranjero, cuyo origen no se pueda justificar dentro del sistema tributario o fiscal, puedan ser invertidos en los papeles que se autoriza crear como un bono para el desarrollo destinado a inversión en infraestructura y en energía. Pensado fundamentalmente a través de YPF y un certificado dedicado a la inversión en el sector inmobiliario y de la construcción.
Nosotros desde Nuevo Encuentro acompañamos esta iniciativa, hemos votado afirmativamente, en la convicción de que implica una actitud por parte del gobierno de asumir una realidad. Asumir un problema que existe en capitales, ahorros o divisas que han sido acumulados no necesariamente de acuerdo con el sistema tributario y que sería pertinente que esos capitales puedan ser aprovechados dentro del sistema económico, dentro del sistema productivo, dentro del sistema comercial. Fundamentalmente dentro de estas dos áreas claves de la economía como son, la energía, la infraestructura y la construcción.
APU: ¿Cómo analiza las críticas que hizo la oposición al proyecto?
OL: En general creo que las críticas se explican más en un contexto electoral donde algunos sectores ven en la oposición a todo lo que se propone de parte de este gobierno o una estrategia de acumulación que pretenderán capitalizar en términos electorales. Porque argumentos de fondo que puedan ser de peso relevante no hemos escuchado. Sobre todo si tenemos en cuenta que hay antecedentes en nuestro país de este tipo de herramientas, tanto en el gobierno radical de los ´80, como en el gobierno menemista de los ´90 o como el gobierno de la alianza en ese último tramo del neoliberalismo y también en esta etapa de estos últimos 10 años.
Como así también hay antecedentes en otros países que algunos toman como modelo en cuanto a lo que debiéramos hacer o modelos que debiéramos imitar, como EE.UU. o países europeos como España, Italia o Portugal. La verdad es que todos sabemos y no podemos negar que el índice de cumplimiento de las normas tributarias en toda sociedad nunca es del cien por ciento, hay siempre un grupo social o una franja social y consecuentemente una porción de capital que se construye, se ahorra, se guarda o se administra al margen de las leyes tributarias. Y más allá de que siempre hay que tratar de perfeccionar el sistema y las herramientas como para que la evasión sea cada vez menos, mientras exista nos parece importante.
Por un lado, ponerle un corte temporal, es decir, que esa plata no siga estando y circulando al margen de la ley, sino que pueda ingresar y por lo menos de acá en adelante empezar a hacer base de la aplicación de tributo. Por otro lado, darle una herramienta a los ahorristas como para desalentar la vocación por el mercadeo en ámbitos ilegales como pueden ser la compraventa ilegal de divisas y a la vez inyectar recursos a la economía que siguen sirviendo para provocar una movilización para la creación de puestos laborales y de mayor recaudación para nuestro Estado. Así que nos parece saludable que se afronte el problema y se implementen soluciones de modo que el impacto negativo que esto pueda tener sobre contribuyentes cumplidores no se agrande, no se incremente, no se sostenga en el tiempo.
APU: El sábado conmemoramos 10 años desde que asumió el Presidente Néstor Kirchner.
OL: El nuevo rumbo que toma nuestro país a partir del 2003 luego de esa bisagra que tuvimos en el 2001, con un pueblo que masivamente en las calles se manifestó pidiendo un cambio rotundo que básicamente ha tenido que ver con recuperación de soberanía, recuperación de libertad de autodeterminación a través del desendeudamiento que nos permitió poder empezar a pensar y definir por nosotros mismos, nuestras políticas económicas, sociales, culturales. Que ha permitido entre otras cosas salir del esquema de impunidad respecto de antecedentes como fue el programa económico aplicado por la dictadura que ha permitido anular la flexibilización laboral, recuperar derechos, conquistas.
Recuperar nuestra industria, la creación impresionante de fuentes de trabajo, el trabajo como factor principal de la inclusión social, la igualdad de oportunidades, la equidad distributiva y haber podido recuperar la seguridad social. Aunque parezca repetitivo, no tenemos que perder de vista que hasta ese nivel se llegó en nuestro país de la privatización de la seguridad social, cosa que pareciera un contra sentido absolutamente impresentable. A partir de ahí empezar, inclusive, enclave de integración regional latinoamericana porque las dictaduras fueron similares en los países latinoamericanos.
Los gobiernos neoliberales fueron similares en Latinoamérica y el proceso de recuperación del Estado también viene dándose en sintonía en los distintos países que nos fortalecen como bloque continental. Nos ponen una clave alternativa en el nuevo sistema mundial que empieza a definirse en el siglo XXI, con un mundo capitalista en crisis donde América Latina viene siendo mirada con atención por muchos lugares del mundo como un ejemplo a seguir. El balance es entusiasta, es positivo y por supuesto tratamos de explotar ese balance en más energía, no sólo para seguir sosteniendo ese rumbo y este proyecto político y económico, sino también para profundizarlo. Porque fueron por lo menos cinco décadas de retroceso, de desguase de nuestro país con escasos intervalos y por ende el proceso de recuperación no se puede concluir en tan poco tiempo.
Es mucho lo que hay para reparar, estamos en el camino correcto y tenemos que poner en valor, poderlo celebrar y hacer de esta puesta en valor y esta celebración, la energía para comprometernos cada vez más por la vocación por la participación política y militante. De modo que nunca más volvamos para atrás, hacia lugares donde ya supimos estar con muchísima pobreza, muchísima desigualdad y con muchísimos males asociados a pobreza y a la inequidad distributiva.
APU: Esto sería en el marco nacional ¿Y en el caso puntual de Tierra del Fuego?
OL: Esto obviamente, impactó en todas las provincias como parte que somos de un país. En Tierra del Fuego, singularmente como polo industrial tecnológico de nuestro país, supimos llegar en la época de los retrocesos tener menos de mil puestos laborales en el sector de la industria y se cerraron cualquier cantidad de industrias. Hoy estamos en los 12 mil, 13 mil puestos laborales en la industria, en una etapa de la industria que necesita conquistar cada vez más niveles de sustitución de importaciones, cada vez más integración de componentes nacionales.
Esto se ha manifestado también en Tierra del Fuego que hoy tiene una situación macro económica sustancialmente diferente de la época del ajuste neoliberal. A la vez en otros órdenes como infraestructura, se ha podido revertir una tendencia de estancamiento en materia de infraestructura que tiene que ver con gasoductos, agua potable, redes de cloacas, escuelas, autovías. Para los fueguinos el orgullo de haber tenido a Néstor y Cristina, presidentes que no sólo supieron estar a la altura de ese cambio de esa bisagra histórica que demandaba nuestra época y no de ser vecinos nuestros de Santa Cruz, patagónicos y por ende, comprender mejor que nadie las necesidades de aquellos territorios difíciles y distantes.
Haber podido procesar eso y devolverlo en políticas públicas que reducen el aislamiento, la desintegración y que nos van poniendo como parte de una nación cada vez más sólida. Haber sostenido particularmente el interés de Tierra del Fuego con fortaleza, la reivindicación en torno de la recuperación de la posesión y la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas, que son parte del territorio de nuestra provincia, también nos hace sentir a los fueguinos orgullosos de este gobierno. Y por supuesto, la simbología que tiene la reivindicación de Malvinas para nosotros es muy grande, no sólo para el país, sino para toda la región porque expresa desde nuestra perspectiva, nada más ni nada menos que la puesta en fin del sistema colonial. Ayer cuando se hablaba del blanquee fiscal de divisas, una de las críticas que se hacía, era que se podía habilitar la entrada de fondos provenientes del terrorismo, cosa que al margen de que está expresamente excluido del texto de la ley. La verdad que si uno fuera a discutir a fondo la cuestión del terrorismo, debiéramos pensar, más que preocuparnos de los capitales que provienen del terrorismo, debiéramos preocuparnos por la erradicación del terrorismo y en parte eso tiene que ver con el fin de los imperialismos y los colonialismos. En esa perspectiva la recuperación de Malvinas ocupa un lugar central.
APU: Que esté instalada ahí una base de la OTAN, hay como distintas vertientes de este análisis, usted comentaba que en esta década se ha recuperado esa lectura histórica y pensar Malvinas como un problema de toda Suramérica.
OL: Es así, porque nosotros ya tuvimos por lo menos 500 años de colonialismo, ya hemos aprendido y sabemos lo que juegan las potencias imperiales cuando apuestan a determinados esquemas de organización del mundo y de distribución de roles y territorios. Sabemos que no tienen vocación solidaria, han saqueado pueblos, han cometido genocidios y sabemos que a diferencia de esto, los pueblos del sur tenemos vocación de paz, tenemos vocación solidaria. Pensar en un futuro donde puedan escasear recursos como el agua, los alimentos, la energía, que los imperialistas se preserven una presencia o un pié en lugares estratégicos desde el punto de vista geográfico y político, nos alerta sobre tratar de adoptar una actitud decidida de disputar la presencia en esos lugares que son nuestros por historia, por derecho, por política.
Sabemos que los pueblos latinoamericanos no tenemos problema en compartir el agua, los alimentos, en compartir el suelo. Pero sí tienen problema quienes durante 500 años nos estuvieron saqueando y sometiendo. También creo que desde esa perspectiva, el volumen que viene tomando el reclamo argentino y el apoyo que viene conquistando de distintos países del mundo, va dejando cada vez más aislada la intempestiva posición del Reino Unido de Gran Bretaña. Con una inusitada arbitrariedad de autoritarismo, siendo parte de la ONU y siendo miembro permanente del consejo de seguridad, permitirse desacatar las resoluciones que sistemáticamente durante 40 años viene emitiendo Naciones Unidas, en cuanto a que los países deben sentarse a una mesa de negociación para abordar la disputa de soberanía que hay.
APU: Estos 10 años también permitieron avances en distintas posibilidades de los derechos individuales.
OL: Fundamentalmente uno pone el foco en lo que tiene que ver con derechos económicos, sociales y culturales pero es verdad que hemos avanzado en derechos civiles y políticos. Un faro que sirve de guía para movimientos sociales en distintos países del mundo que van dando pasos compatibles con estas conquistas nuestras. Pensar en la ley de matrimonio igualitario, en la ley de identidad de género, la ley de muerte digna.
Pensar en un Estado presente que amplía la frontera de los derechos para que cada vez entren más hombres y mujeres. Pensar en los niños y niñas que hoy independientemente de si sus padres trabajan o no, si trabajan en negro o en blanco tienen el mismo derecho a la asignación familiar que sólo tenían los que tenían un trabajo formal. Pensar que nuestros abuelos pudieron jubilarse aunque hubieran trabajado toda su vida en negro, pensar que más pensiones sociales llegan a quienes no pueden trabajar. Parte de ese balance nos permite afirmar que hoy tenemos otro país, donde ya no necesitamos ir al trueque para parar la olla en la casa o no nos tenemos que valer de papeles truchos como los Lecops o patacones, donde no tenemos que prevenirnos de las malas condiciones de vida.
Son muchísimos los avances que hemos tenido en cuanto a inversión en educación, el plan conectar igualdad, la creación de universidades para los sectores populares, la clase trabajadora. La inversión en energía, la recuperación de YPF y Aerolíneas, cualquier cantidad de avances que lamentablemente algunos se pierden por mezquindad político-partidaria la posibilidad de no sólo de disfrutarlas, valorarlas y defenderlas, sino de ser parte y protagonista de su apuntalamiento. No por pararse en la vereda de enfrente anteponiendo a las personas a los proyectos políticos, más allá de las personas que gobiernen difícilmente podamos persuadir con franqueza a nuestro pueblo que el modelo de país es discutible. Podemos discutir matices, personas, dirigentes pero el proyecto de país a todos los partidos nos tiene que tener adentro y algunos eligen pararse en la vereda de enfrente y a cascotear no con propuestas alternativas. Terminan haciéndole el juego a sectores que quieren lo contrario a lo que dicen querer.

 
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