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Escrito por Prensa Partido Obrero   
Domingo, 07 de Julio de 2013 21:00

ELECCIONES 2013

“Las encuestas ubican al FPCyS casi igual que al oficialismo”

Desde el Frente Progresista Cívico y Social confían en un buen posicionamiento de cara a las primarias de agosto y adelantaron la negativa a las reelecciones indefinidas de la presidenta, gobernadores e intendentes bonaerenses.
El Diputado Juan Carlos Juárez del Gen en el Frente Amplio Progresista señaló que “el Frente se está perfilando bien en esta primer etapa para las PASO de agosto. Esto se refleja en las últimas encuestas realizadas donde la unidad del FAP, la UCR, la CC y una veintena de partidos vecinales tiene una fortaleza política y electoral que le va a permitir disputar los primeros lugares de la elección”. Juárez adelantó también que “los últimos relevamientos muestran a Sergio Massa con una intención de voto que no supera el 30% y luego al Frente Progresista Cívico y Social peleando el segundo lugar con el oficialismo con alrededor de un 21%”. También agregó que “el escenario actual muestra que habrá muchos partidos que no llegarán a competir en octubre porque no tendrán el apoyo popular necesario y que habrá caídas estrepitosas como la de Francisco De Narváez”.
El vicepresidente III de la Cámara baja de la provincia de Buenos Aires aseveró que “el frente conformado es el único espacio opositor” y agregó “somos la única representación política que no ha tenido ningún tipo de vinculación con el kirchnerismo ni con las líneas de la derecha del PJ”. “Massa es una variante del oficialismo, ya que ha sido uno de los dirigentes más implicados en el kirchnerismo por los cargos que ha ocupado durante las gestiones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández”, advirtió el legislador de Luján.
"El FPCyS expresa claramente su propuesta política para el Congreso de la Nación, rechazando de plano la escandalosa ley de blanqueo; la reforma judicial que busca disciplinar un poder del Estado; y nos comprometemos a censar todas aquellas medidas que ha tomando este gobierno, que están lejos de la transparencia y el acceso a la información pública” manifestó el representante parlamentario.
El legislador adelantó que desde su Frente no acompañarán “ningún proyecto que implique la violación de la Constitución Nacional como la reelección indefinida de la presidenta, ni que desvirtúe el sentido republicano y federal que tiene nuestra Carta Magna”. “También rechazamos las elecciones indefinidas de los gobernadores de algunas provincias y de los intendentes de la provincia de Buenos Aires”, concluyó.
1-LA MARCHA “ANTIMACRISTA” DE LOS K
El corso a contramano de Juan Cabandié
Por Gabriel Solano

No es casual que en la “marcha kirchnerista” hayan estado ausentes los reclamos fundamentales que tienen los sectores populares de la Ciudad. No figuraba el rechazo a la implementación de la Ley Nacional de Educación que reclaman docentes y estudiantes. Se entiende por qué: es el gobierno nacional el que presiona para que la reforma educativa (que descalifica la escuela secundaria) sea aplicada en territorio porteño. Tampoco había carteles denunciando la construcción en terrenos ferroviarios de megatorres y shoppings, porque es el propio kirchnerismo el que impulsa esta política repudiada por los vecinos, lo que ocurre tanto en Caballito como en Palermo.
El grupo Roggio, que maneja el subterráneo, estuvo al margen de las críticas, porque los K le han dado el manejo de todos los trenes metropolitanos. Las referencias al Borda fueron para engañar incautos, ya que el bloque K votó construir el centro cívico en el sur utilizando para ello, como quería Macri, los fondos de la venta del Edificio del Plata. Lo mismo vale para las obras contra las inundaciones, que son responsabilidad de ambos gobiernos. En el caso del arroyo Medrano, requiere una obra que alcance a la provincia de Buenos Aires, pero los vecinos de Saavedra denuncian que a varios meses de la inundación todo sigue igual.Para los que piensan que las campañas electorales son pura demagogia de los partidos patronales, la marcha que realizó el kirchnerismo en la Ciudad a la jefatura de gobierno no hace más que darles la razón. Quienes se ‘movilizaron’ contra Macri fueron los mismos que votaron junto al bloque del PRO en la Legislatura los proyectos clave que hacen a los grandes negocios armados para favorecer al capital inmobiliario. Al frente de la marcha, Juan Cabandié, cabeza de la lista de diputados K en la Ciudad, fue el mismo que recibió el repudio de sus propios compañeros (“¡traicionaste a tu viejo!”, le dijeron) por defender la entrega de la Isla Demarchi al grupo Irsa. Aníbal Ibarra, el responsable de la Masacre de Cromanón, marchaba con carteles que denunciaban la “destrucción de la cultura”. Aquí directamente la demagogia se tornó en cinismo.
Con la movilización a la jefatura de gobierno, el kichnerismo mostró que su estrategia electoral es polarizar con el macrismo. Es un recurso desesperado, para evitar una fuga de votos que a esta altura parece inevitable. Pero la disyuntiva “o la derecha macrista o el kirchnerismo” como receta está agotada. Para peor, ya mostró que quien se beneficia de ella es, principalmente, el propio macrismo. De esto se deduce que el mejor aliado de campaña del kirchnerismo será Durán Barba, el ideólogo del PRO, como que también busca armar una polarización con el gobierno nacional. A su manera lo reconoció Cabandié al decir “aspiramos a mantener el senador por la minoría”; o sea, que gane Macri. Si el kirchnerismo fue incapaz de polarizar con el macrismo cuando Cristina Kirchner obtuvo el 54% de los votos, mucho menos podrá ahora, cuando el retroceso oficial es un dato incontrovertible. A su favor, sólo tienen un hecho: la derechización profunda del centroizquierda de Pino Solanas y el FAP, que han armado con el Unen un maridaje con los Prat Gay y Terragno. Pero la explotación de esta derechización requiere tener un programa del que carecen los kirchneristas. Los intereses inmobiliarios y financieros que están detrás del macrismo son los mismos que animan a los K y al Unen. En su lanzamiento de campaña electoral, el kirchnerismo dejó expuestas limitaciones insalvables. Incapaz de protagonizar una verdadera movilización popular, lo de Cabandié fue un corso a contramano. De aquí surge una conclusión: para enfrentar a la derecha macrista hace falta reforzar a la oposición que encarna el Frente de Izquierda.

 
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