Entrevista con el periodista y politólogo Nicolás Tereschuk
(@escriba) sobre las recientes elecciones y el futuro del kirchnerismo.
Por Juan Ciucci
APU: En principio, tu impresión general de estas PASO.
Nicolás Tereschuk: Es una elección en la que hay una tensión
en las interpretaciones. El oficialismo está tratando de demostrar que
es la mayor fuerza nacional, con su despliegue en todo el país. También
es cierto que pierde en distritos claves, como es la Provincia de Buenos
Aires, y algunos distritos grandes donde tenía previsto perder, más
algunos chicos donde no lo tenía previsto.
Eso hace de esta elección
algo similar a la de 2009 con la característica que, y esto me parece lo
tiene que repensar el oficialismo, la situación económica general no es
tan mala como era en 2009. Va a tener que evaluar cuál es el sentido de
este resultado, que por ahora es e primarias, y hay que ver cómo se
traduce en Octubre.
APU: En su discurso de anoche la Presidenta citó mucho al 2009.
NT: Sí, en la comparación que hizo ella me parece que ocurren las
mismas cosas. Uno puede pensar que en el 2009 el oficialismo termina
siendo la primera fuerza a nivel nacional, pero con derrotas muy
importantes en diferentes distritos. Tiene la ventaja, y así lo remarcó
Cristina, de estar compitiendo con las legislativas de ese año, y de
darse este resultado en Octubre, al traducir estos votos en bancas le
permitiría sostener las mayorías legislativas, y no perder el control
del Congreso. Como sí había sucedido en el 2009. Pero en términos
políticos va a tener que desarrollar estrategias como las que le
permitieron recuperarse en aquella oportunidad.
APU: En la Provincia de Buenos Aires, el Frente Para la
Victoria perdió en partidos donde es gobierno. ¿Cómo pensás esa
situación en referencia a Massa, y la posibilidad de dirigentes que
puedan pasarse a sus filas?
NT: Me parece que es difícil de predecir, es cierto que hay un
peligro de fuga de lealtades, aunque eso no se da de manera directa y
tan rápida. Se da una situación en que el kirchnerismo se impone en
algunos lugares del interior de la provincia y no en el Gran Buenos
Aires, que era su gran bastión. Ahí hay que releer varios elementos:
esta lo que mencionó Cristina, el kirchnerismo apostando a una
candidatura que era poco conocida de arranque. Luego está la cuestión
discursiva: Massa sigue jugando con un discurso que es múltiple, en lo
gestual y a veces también en lo discursivo se plantea como aquel que va a
derrotar al kirchnerismo. Pero a su vez, no termina de confrontar con
la totalidad de las políticas del oficialismo. Como por ejemplo sí hizo
De Narvaes, y que terminó muy golpeado. El rechazo total que él expresa
fue derrotado en la provincia. Y está triunfando una opción que está
siendo una mezcla de discursos. Con algunas cosas se opone más
fuertemente, con otras trata de no confrontar, en el sentido de tratar
de conformar una mayoría que es compleja. A veces es difícil desentrañar
qué está diciendo ese voto, cuando vos también evalúas en encuestas qué
opinión hay de Cristina, Scioli o de varias políticas del gobierno
nacional en el Gran Buenos Aires; donde termina no ganando la lista del
FPV. Ahí hay un combo a desentrañar, y ver cómo puede el kirchnerismo
trabajar sobre eso.
APU: Vuelven algunos discursos de “fin del ciclo”, ¿cómo analizas la situación a la luz de estos resultados?
NT: En Argentina hay una disputa que está planteada, que se la ve,
que es mediática, de sectores que están muy enojados con el Gobierno
Nacional. Sectores del poder económico a los que no les gusta el
gobierno, sectores que se oponen a diversas políticas del gobierno; que
no es la primera vez que vaticinan un fin de ciclo. El kirchnerismo está
pasando los diez años de gobierno, esta a dos años de que Cristina
finalice su mandato, y eso genera datos objetivos en cuanto a cuales son
las alternativas para el oficialismo. No se terminan de visualiza en
estas primarias cuáles son de alguna manera las alternativas de este
ciclo. Tampoco surge ese cuadro de ganadores y perdedores que hay en los
diarios, no está claro quién podría ser el que encabece el otro ciclo,
o qué sectores. La oposición sigue teniendo por un lado las
“complicaciones territoriales”, con el diferente nivel de presencia . El
radicalismo con más despliegue, el PRO que lo vemos acotado a la
Ciudad, la Provincia de Buenos Aires y algún sector de Santa Fe. A la
vez tenés la cuestión de las distintas oposiciones e identidades
políticas o partidarias que siguen jugando. Hay sectores que podrían
votar un candidato peronista, otros que no. Y ahí el oficialismo tendrá
sus estrategias y alternativas. Habrá que ver, dos años en la Argentina
es mucho tiempo.
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