El Gobernador de la provincia de Chaco, Jorge Capitanich, fue
designado como Jefe de Gabinete. De este modo, da un gran salto al plano
nacional. Capacidad de gestión, identidad y trayectoria peronista, y
conocimiento económico posicionaron al chaqueño en la escena nacional.
Por Nicolás Adet Larcher
La vuelta de la presidenta Cristina Kirchner a sus funciones
regulares luego de su reposo de un mes, volvió plagada de sorpresas.
En
el mismo día en que se difundió en forma viral el video de Cristina
hablando y exponiendo su buen estado de salud ante las especulaciones
mediáticas, el vocero Alfredo Scoccimarro anunció el cambio más
importante en el gabinete de una gestión kirchnerista desde la asunción
de Néstor Kirchner en 2003.
Si bien había cierta previsibilidad en la ocupación del ministerio de
economía por parte de Axel Kicillof, la designación de Jorge Capitanich
como jefe de gabinete fue una novedad propia del kirchnerismo. El
flamante jefe de ministros tiene 48 años, es contador público y posee un
perfil alto para el debate público.
Fue reelecto gobernador chaqueño en 2011 con el 66% de los votos. Se
le reconoce la capacidad de un gran dirigente peronista con alta
presencia territorial. Ya había ocupado la función de la jefatura de
gabinete nacional durante la presidencia de Eduardo Duhalde en 2002. Sus
adversarios y adherentes le reconocen su capacidad de gestión, y
diferentes logros obtenidos durante su gobernación.
Su administración provincial acompañó la tendencia a nivel nacional
en cuanto a disminución de la pobreza: en cuatro años, la redujo del 40%
al 17,6%. En ese período, se crearon 71.500 puestos de trabajo, con una
novedad: es una de las pocas provincias en las que el empleo privado
supera al empleo estatal. Mientras, el empleo informal se ubicó en el
32% (se destacan en este ítem los planes “Mi Primer Empleo” o “Volver al
trabajo”).
Durante estos años, Chaco creció entre un 7,9% y un 14,7% anual. Al
mismo tiempo, la mortalidad infantil se achicó en forma “récord” según
consta en los informes del Ministerio de Salud de la Nación. También se
reconocen aportes a la cultura: el escritor Mempo Giardinelli supo decir
que “vine a celebrar que un gobernador de mi provincia, que tiene una
mirada que no esperaba, se ocupa y preocupa por una justicia social como
nunca soñé ver pero que ahora estoy viendo”
Reconocido entre sus pares peronistas, Capitanich podría llegar al
gabinete para tratar de retomar la acción política que había perdido
potencia durante la gestión de Abal Medina, quien además recibió quejas
de varios gobernadores durante la campaña electoral. El perfil del
chaqueño será diferente y buena parte de su atención se centrará en el
plano económico.
"Católico conservador"
Capitanich se declaró en numerosas oportunidades como un “católico
conservador”. Dijo que Bergoglio es el argentino “más importante de la
historia” y suele encarar sus discursos políticos desde citas y ópticas
religiosas. “Ganarás tu pan con el sudor de tu frente”, expresó mientras
anunciaba reformas para el trabajo, y no dudó en pronunciarse contra el
aborto y el matrimonio igualitario.
Desde las filas críticas a su gestión se le endilga también la falta
de aplicación de la ley de Bosques, que podría detener los desmontes en
el impenetrable chaqueño, potenciados por la extensión de la frontera
sojera (problemática que cruza a varias provincias norteñas).
Una controversia que lo colocó en el ojo de la tormenta dentro del
propio kirchnerismo sucedió a principios del año pasado y fue el intento
de establecer una base “humanitaria” norteamericana en nuestro país,
más precisamente en su provincia. La agencia de noticias provincial
informó que en aquel entonces “Capitanich se reunió con la
comitiva norteamericana en el salón de acuerdos de la casa de gobierno
entre los que estaban el comandante Edwin Passmore; la formadora de
emergencia de la Embajada de Estados Unidos, Silvia Maurizio y el
representante de la Agencia de Inversión, Comercio Exterior y Relaciones
Internacionales del Chaco, Marcos Sotelo”. En una nota
referida al tema, Horacio Verbitsky escribió: “En junio, el Secretario
Forti reveló que el gobierno nacional había ordenado anular el convenio
que el gobernador Jorge Capitanich no tenía facultades para firmar con
el Grupo Militar.” Forti agregó “Chaco dijo que sí porque es muy difícil
resistirse a la tentación de las donaciones. Pero recién después de
avanzar en el tema se descubre que los recursos venían de un fondo para
asistencia humanitaria del Comando Sur. Desde nuestra perspectiva, no
podemos aceptar que una estructura militar extranjera tenga operaciones,
actividades –así sean las de evitar inundaciones–, sin pasar por el
Ministerio de Defensa, la Cancillería y el Congreso”. La controversia
terminó ahí.
Capacidad de gestión, identidad y trayectoria peronista, y
conocimiento económico posicionaron a Capitanich en la escena nacional.
Su designación en un puesto clave lo pone, además, en la pole position de cara al 2015. Como es sabido, dos años es mucho tiempo en la Argentina.
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