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Cristina agradeció el respaldo y pidió "ayuda" para avanzar "en paz"
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió ayer ayuda a los empresarios y a todos los dirigentes del país para seguir apostando a la Argentina, que hoy, frente a un mundo convulsionado se ha convertido en un refugio de las tormentas, y para avanzar en paz y concordia.
Expresó además su “orgullo” por el apoyo que recibe su gobierno, que ya lleva más de ocho años,y afirmó que ello generará “mejores consecuencias” para “seguir creciendo y corregir lo que hay que corregir y mejorar lo que se pueda mejorar”.
Reafirmó que otro de los “desafíos” que se plantea el plan de industrialización del país es lograr que las máquinas que se utilizan para procesar insumos nacionales también sean de producción argentina, y volvió a destacar el carácter del “trabajo como gran organizador social”.
Aseguró que esta oportunidad que tiene la Argentina frente a la crisis mundial para convertirse, junto con la Región, en “líderes agroalimentarios” “es única y la vamos a aprovechar, porque no vamos a dejar pasar la historia como muchas veces nos sucedió en el país”.
La Primera Mandataria expresó esos conceptos al inaugurar este mediodía la ampliación de la fábrica de pastas Luccheti, de Molinos Rio de la Plata, en la localidad de Tortuguitas, partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
“El gran desafío que tenemos por delante es desarrollar aún más la industria, sobre todo donde los insumos son nuestros”, dijo, y afirmó que ese es “el salto que tenemos que dar, que esas máquinas puedan hacerse aquí en la Argentina, generando más valor y mayor grado de tecnología”.
Sostuvo que el “modelo ha apuntado a ese gran organizador social que es la generación de puestos de trabajo”, lo que “nos ha permitido mantenernos en pie en momentos en que el mundo es un tembladeral”.
Por eso recordó que “siempre le pido a todos que me ayuden, a los empresarios, a seguir generando trabajo, que sigan con este afán emprendedor de apostar a la Argentina y a su gente en nuestro lugar, nuestra casa, que además es un refugio, con las tormentas que se suscitan y se seguirán suscitando en este mundo cada vez más convulsionado”.
“Pido ayuda también –agregó- a los dirigentes con responsabilidades institucionales, porque esto no lo hace una sola persona sentada en la Casa Rosada, lo hace en colaboración con las dirigencias sociales, políticas, sindicales, culturales, participando de un proyecto de país, que no significa que no tengamos diferencias o que perdamos la identidad, sino poner el acento en mejorar la calidad de vida de todos los argentinos”.
Destacó además el fenómeno de la incorporación de los jóvenes a la política en comparación con las juventudes de otros países que, como los “indignados”, protagonizan “fuertes protestas , algunos cerca, atravesando la cordillera, para lograr lo que los argentinos logramos, como la educación pública y universitaria gratuita”.
Subrayó que si bien es natural que se apoye “a un gobierno que recién comienza”, el hecho de que ese respaldo se verifique “hacia un gobierno que lleva ocho años y medio ejerciendo la primera magistratura, primero a través de mi compañero, Néstor Kirchner, y después a través mío, con algo de orgullo digo” que “eso tiene mejor gusto, mejor sabor y mejores consecuencias porque necesitamos a nuestros jóvenes para trabajar, para estudiar, para impulsar a investigadores, científicos y técnicos, y necesitamos paz y concordia para poder seguir creciendo y corregir lo que haya que corregir y mejorar lo que haya que mejorar”.
La primera mandataria llegó al mediodía a Tortuguitas donde fue recibida por el representante de Molinos, Luis Pérez Companc, y recorrió la fábrica de pastas cuya ampliación se inauguró hoy, acompañada por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; la ministra de Industria, Débora Giorgi; el secertario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro,, entre otras autoridades.
Tras su discurso, y en diálogo con periodistas, la Presidenta agradeció a los ciudadanos que la han acompañado durante su gestión y pidió que lo sigan haciendo “para seguir construyendo esta Argentina que ha cambiado tanto”.
“Dicen que es de bien nacido ser agradecido, yo soy agradecida”, enfatizó la mandataria, quien expresó: “Me acuerdo cuando vine a Malvinas Argentinas como candidata a senadora, quiero agradecerle a todos los que nos han apoyado siempre”.
Al iniciarse el acto, Luis Pérez Companc informó que con la ampliación de Luccheti, la planta "se convierte en una de las fábricas de pastas más grande y eficiente del mundo", e indicó que las nuevas obras demandaron una inversiónde 30 millones de dólares, que se suman a los 700 millones de dólares que la firma invirtió en los últimos siete años.
Destacó que las obras se realizan para "responder a la creciente demanda regional y nacional, lo que nos permitió convertirnos en líderes regionales de la industria alimenticia".
Afirmó Pérez Companc que sus proyectos "hablan de la confianza que Molinos tiene en el futuro de la Argentina, y de nuestro compromiso de ser actor fundamental e la construcción de un futuro mejor".
Videoconferencia
Previo al acto de inauguración de la planta de Lucchetti en Tortuguitas, la jefa del Estado mantuvo una videoconferencia con el intendente del partido bonaerense de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quien presidió allí el acto de presentación de las obras de ampliación de la planta de la firma Extreme Gear S.A, fabricante de calzado deportivo.
La Presidenta de mostró interesada en la capacidad productiva de la planta, por lo que Gray le contó que la firma se abrió en 206 con cinco empleados y producía 150 pares de zapatillas, mientras que hoy cuenta con 350 empleados que producen 7500 unidades al mes.
El jefe comunal de Esteban Echeverría destacó el agradecimiento a la firma porque "ahora, en esta localidad humilde tenemos mucho trabajo, mucha producción y ahora una oleado muy importante empresas viene a este distrito a invertir y a generar nuevos puestos de trabajo.
La jefa del Estado destacó, por su parte, que hay una nueva generación de empresarios que creen en el país y apoyan emprendimientos productivos.
El presidente de Extreme Gear, Juan Pablo Verdichio, obsequió a la Presidenta un par de zapatillas elaborada en la moderna planta de Esteban Echeverría.
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