QUILMES VENCIÓ A TIGRE EN UN TRÁMITE SUMAMENTE ORDINARIO

Final de 1 a 0 para el cervecero, en una jugada que comenzó con una falla garrafal de Diego Castaño en el medio campo, permitiendo que ésa misma jugada llegara hasta el arco de García, previo a una serie de rebotes que causaba humor, por los insistentes errores. En ése berenjenal que se armó en el área tigrense, Papparato intentó sacarla al córner y no hizo otra cosa que meterla en su propio arco. El trámite general de la contienda, estuvo cargado de errores, pelotas divididas, fallas gruesas en ambas defensas y casi nunca se jugó una pelota con criterio. Parecía que estábamos viendo un encuentro de barrio, de noche y sin iluminación, nadie veía nada y nadie se preoupaba en bajar un balón para darle destino cierto.

Un bochorno para el fútbol y además, es importante decirlo, deberán trabajar mucho ambos técnicos para que sus elencos no sufran la condena casi inevitable de seguir así, de estar seriamente condenados para el descenso.

Si se puede hablar de merecimientos en éste éxito quilmeño, la verdad queda fuera de discusión, porque ante tantas desaveniencias y fallas, cualquiera de los dos podía llevarse los 3 puntos, le tocó a Quilmes y está bien, se era empate o para Tigre, tampoco quedaba mal, lo que sí quedó en deuda fue el fútbol bien jugado, además para completar la tarde negra, el arbitraje de Pitana, fue tremendamente desastroso, todo un calvario para los que se acercaron al estadio de Tigre.