VENCIÓ CON LEGITIMIDAD A ROSARIO CENTRAL POR 2 A 0

Hubo un cambio circunstancial en el juego de Tigre, a pesar de que su entrenador interino, Fabián Alegre, haya dedicado el triunfo a Diego Cagna.

Tigre, en una sola semana de diferencia, apareció vivo, con claridad para el juego, aunque no haya lucido, porque sus hombres tenían bien claro, cuál era el objetivo, algo que no ostentaba con el entrenbador saliente. El partido no fue nada del otro mundo e incluso, en la primera mitad fue aburrido y sin grandes acciones para destacar, pero en la segunda parte, se vio a un Tigre, decidido hacia el triunfo y aun Central, muy timorato, buscando sólo algún contragolpe que lo acercara al arco de Javier García.

Ese dominio y prolijidad en el juego de Tigre, le sirvió para llegar al gol por intermedio de Ramiro Leone, un histórico que la parcialidad tigrense ama y lo demuestra, mientras que el sgundo gol, fue una joyita del chico Eyacópulos, que junto al pibe Arzura, demuestra que el elenco de Victoria, tiene a unos cuantos jovenes con ansias, hambre y la voluntad de triunfar en la primera.

En definitiva, un éxito de Tigre, justificado en todas sus dimensiones y que abre un abanico de posibilidades, para mejorar de cara al futuro. Lo de Central, muy pobre y Russo tiendrá que corregir muchas cosas en el corto plazo, para no sufrir las consecuencias que siempre depara, jugar en los últimos puestos.