MUCHOS GOLES Y POCO FÚTBOL EN TIGRE-RIVER

De entrada daba la impresión que se viviría una fiesta del fútbol, por las innumerables situaciones de gol, producidas en ambas áreas, pero se debía más a la mala marcación de los defensores, que a la habilidad de algún jugador en especial.

Tigre mostró sus uñas, ni bien comenzado el partido, con sendos remates de Torassa y el volante Pérez García, pero fue River que aprovechando una gruesa falla defensiva de Tigre, se puso en ventaja ante una buena definición de Villalva, aumentando 6 minutos después, con otro grueso error de la defensa tigrense, esta vez, por intermedio del volante uruguayo Carlos Sánchez. El dos a cero, parecía que nos entregaría una contundente goleada de parte de los millonarios, pero sin embargo, River no produjo ninguna acción digna de destacar y con mucho  desorden, pero con  entrega, Tigre, se permitió descontar con un golpe de cabeza formidable de Lucas Orban (ex River).

En la segunda mitad se esperaba todo el despliegue de Tigre en busca de la igualdad, pero apenas transcurrido los primeros 30 segundos, otra desastrosa marcación de los defensas locales, le dio otra inmejorable oportunidad a River de aumentar, algo que sus hombres no perdonaron y el chico Lanzini, se encargó de elevar la cuenta a 3.

Toda la energía de Tigre se puso a la orden del día y salió decidido a matar o morir, y a los 15 minutos tuvo su premio, ante otra falla descomunal del arquero Barovero y el recién ingresado Ftacla, puso el 3 a 2, que sería el resultado definitivo del match.

Hubo un sin fin de emociones en ambas áreas, pero el juego estuvo ausente en Victoria.

El arbitraje de Saúl Laverni, estuvo muy atinado, pero a mi criterio, cometió una sólo falla, que pudo ser el empate de Tigre, apenas faltando dos minutos para el cierre del encuentro, ante un penal a Galmarani muy evidente y no sancionado.

Igual a Tigre, no tendría que causarle mucha tristeza, porque con éste árbitro, no solo ascendió de categoría, sino que en el balance, casi nunca le toca perder.