El 2 de Septiembre se conmemora el “Día de la Industria Nacional“, día en que se tienen registros de la primer exportación de productos que se realizó desde el fondeadero del Riachuelo, que por el  año 1587 hacía a las veces de puerto de Buenos Aires. Actualmente, en este contexto histórico en el que la economía mundial sufrió una fuerte caída debido a la pandemia que detuvo intempestivamente  el crecimiento en el consumo y producción, la preocupación actual es, sin dudas, la de proteger la vida, mientrasque paralelamente se trabaja fuertemente en fortalecer las herramientas que permitan al sector industrial, productivo ser el motor para que el país vuelva a ponerse de pie y la economía empiece nuevamente a florecer.
La mirada postpandemia tiene como horizonte la conformación ineludible de un gran acuerdo social y público-privado, para construir un modelo de país basado en una producción industrial que genere valor agregado, puestos de trabajo y con ello inclusión, no cabe dudas que esta pandemia marcó de manera más profunda las desiguales preexistentes.
Y por ello, existe la certeza de que en la postpandemia el sector industrial con su consecuente generación de empleo será el motor del desarrollo de la Argentina que viene.
Si bien, otra consecuencia de la pandemia es la invitación a analizar de manera crítica el modelo económico mundial dominante y a la vez nos otorga el desafío histórico de realizar las modificaciones necesarias para poder avanzar en un sistema económico integral que redefina el rol de la producción global, nacional y regional, que analice no solamente qué y cuánto producir sino también dónde producir, quién produce y para quién se produce.
Los responsables del sector de la industria y la producción tenemos el compromiso de proteger más que nunca el empleo, el desarrollo y el progreso social.
Depende de nosotros poder encender el motor de la producción y  trazar el camino que nos permita construir un modelo económico más integral para las próximas décadas.