LOS MISMOS ARGUMENTOS IDIOTAS DE LA DÉCADA DEL 70

Los mismos mecanismos que se utilizaron en la década del 70, vuelven a esgrimirse en la Argentina de nuestros días, pero lo más grave, no es solamente que desde los medios de comunicación se vuelcan mensajes para confundir a la sociedad, lo significante es que nuestra población, con todo lo vivido en aquellas terribles épocas, retorna a cometer el mismo error,  confiando en lo que dicen dichos medios y lanzando una serie de mensajes  que no concuerdan con la realidad. En primer término, existe una clara demostración de la anti política, porque no puede ser que en la actualidad, se quiera desprestigiar la política como forma de vida y todo lo que se hace y se construye alrededor de ella. Los mismos recursos se usaron en la década comentada líneas arriba, porque se “necesitaba” un pueblo callado y fuera de todo lo que tenía que ver con la participación social.
Uno puede disentir con las agrupaciones que hacen política y más aún, puede tener cierta antipatía por los jóvenes de La Cámpora, pero lo más coherente y transparente, sería el ofrecimiento y sus respectivas críticas, con algún sentido real,  que tenga que ver con el escenario y no estar en contra, solamente por pertenecer al oficialismo.
Escuché versiones tan disparatadas y maliciosas que sinceramente nos dejan un manto de temor, por la forma en que se dice y se asevera, como si estaríamos en décadas que no queremos volver a vivir. Incluso en personas que les tenía cierto respeto, pero al escuchar que estos muchachos presuntamente están armados, es algo que no se tolera y además, requiere de denuncias hacia la justicia, porque no se puede manchar a los jóvenes, simplemente por serlo.
La ola brutal y despiadada que se utiliza en nuestros días, con la juventud de La Cámpora, tiene que ver estrictamente con la incapacidad de otros para volcarse a la actividad política. Se envidia con toda furia, la actividad que desarrollan estos jóvenes por el bien de la sociedad y desean manchar su accionar con argumentos fuera de la realidad y con evidente encono, para que estos sean odiados por el resto de la comunidad argentina.
Dudar del trabajo que vienen realizando los chicos de La Cámpora, en estos días de angustia para algunos sectores del país, por los hechos que son de público conocimiento, no tiene otro  vínculo que la envidia y el desprestigio gratuito que desean inculcar sobre cada uno de ellos.
Con gran precisión, el programa “6,7,8” y otros afines al modelo de inclusión, han difundido los verdaderos videos del trabajo que están ejecutando estos jóvenes en los lugares más damnificados, y además, se pudo apreciar el brutal ataque del que fueron objeto estos militantes, de parte de algunos sectores marginales de la UOCRA.  Algo que los medios tratan de desviar de sus contenidos reales, haciendo creer que fue una pelea abierta entre ambos grupos, y no un ataque concreto de “militantes” de UOCRA.
Desde este espacio, repudiamos enormemente esas actuaciones del sector patoteril de UOCRA, como así también de los sectores mediáticos y otros de nuestra sociedad que “compran” fácilmente lo que esos medios desean venderles.
Estamos en momentos trascendentes de la democracia argentina y gracias a Néstor Kirchner y la continuidad de Cristina como presidenta, se han volcado los jóvenes a participar abiertamente en política, una de las maneras más sanas de sentir el compromiso por el país, alejándose de los vicios y adicciones, uno de los dramas más profundos de Argentina, que se combate, precisamente, con la actividad plena por cosas de relevancia y no por causas estériles.