UNA CONMOVEDORA OBRA CÓMICA 

La reciente ola de ataques de Jorge Lanata en contra de la figura de Néstor Kirchner, a superado todo lo imaginable dentro de la historia del periodismo argentino, además, tendríamos que revisar  los  archivos del continente en este rubro, para encontrar algo de tono similar, por la sencilla razón de estar completamente alejado de las culturas periodísticas. Claro, si analizamos todo el andamiaje puesto en escena, seguramente estaremos de acuerdo que el productor de esos acontecimientos, de alguna manera va logrando sus objetvos, que no es otro que vanalizar el tema y manipular la conciencia de un consumidor televisivo, aggiorndado  a este tipo de situaciones faranduleras. De cualquier manera, Lanata le carga responsabilidades a personas como Jorge Rial u otro que se encarga de programas de la farándula, pera hacer creer a la sociedad, que los que llevaron el análisis del tema, precisamente, a los modismos televisivos y radiales del espectáculo, han sido ellos y no él mismo, que seguramente habrá repasado algunas obras de carácter cómico para poner en escena, algo que en vez de avergonzar y preocupar a la comunidad, por las supuestas acciones de corrupción, los divierte,  pues se parece más a una serie del Super Agente 86, que a una natural historia de supuesta corruptela politica.
Cualquier "prueba"que intenten acercar a un juzgado, no solo puede ser rachazada por un juez, también sería un caso inédito de rechazo de parte de un  magistrado, por hacerse cargo de un juicio, que carece  totalmente de contenidos jurisprudenciales.
Personajes de la farándula involucrados en un supuesto lavado de dinero sin precedentes en Argentina, que se contradicen minuto  a minuto, además de ser requeridos  en varias oportunidades más, para ser ïnterrogados "por los mismos denunciantes, vaya a saber de que manera lo consiguen, porque después de haber escuchado las primeras intervenciones de estos sujetos de la comicidad, es muy difícil que alguien que se considere medianamente normal, puede volver a producirlas. Sin embargo, Lanata y todo su equipo de producción, insisten con el mismo método, con documentos “truchos”, obtenidos por Internet, que cualquier ciudadano del mundo puede fabricar, intentando darle la veracidad, que sin dudas no tiene.
Después de la puesta en escena de la semana anterior, "casualmente"en vísperas del tratamiento de la reforma judicial en el Congreso y de la marcha opositora del 18N, más la resolución"de la Cámara con relación a los artículos de Ley de Medios que provocaron las cauteleras solicitadas por el Grupo Clarín, don Jorge se lanzó con otras pruebas, involucrando a ex funcionarios (Uno de ellos el ex Vice Gobernador de Santa Cruz, Eduardo Arnold,companero de fórmula de Néstor)  y Lázaro Báez, que comprometen aún más a éste último, según la opinión del denunciante. Todo el nuevo material, obtenido de la misma forma y con el agregado de grabaciones truchas, no hacen otra cosa que ridiculizar el accionar de Lanata, que de acuerdo a mi modesto entender, no produce otra alternativa que perjudicar  activamente al mismo Lanata, con serias posibilidades de quedar netamente involucrado por falsos testimonios, debido a la presentación concreta de documentación apócrifa e ilegal.
Sin dudas, por obedecer las instrucciones y consignas de su jefe, Héctor Magnetto, Lanata comete errores muy graves y no creo que de ésta situación salga tan fácilmente.
Mi querido Jorge, en el año 1984-85, recorrías los pasillos de "Pasos Perdidos"del Congreso, para conseguir  diputados que vayan a tu programa de Radio Belgrano y a través de tus colaboradoras, (Patricia, que luego fue tu esposa y Laura Balciunas), se ponían en contacto conmigo, donde tuve la oportunidad de llevar algunos legisladores , ejemplos:  Tulio Bernasconi, Luis Oscar Abdala, Germán Abdala, Chacho Jaroslavsky, etc, a quienes les pedías dinero para ser entrevistados, algo que sin dudas, deja la leve impresión, que deseas repetir, porque no encuentro nada positivo en tus nuevas andanzas ya que te perjudican totalmente y hacen perder la poca credebilidad que aún queda en tu personaje.
¿No te parece?