LOS QUE QUIEREN VIAJAR Y COMPRAR DÓLARES, NO APARECEN PARA PEDIR LA DESTITUCIÓN DE MACRI Y MONTENEGRO

Los sucesos acaecidos la semana anterior en el Hospital Borda, además de resultar de una violencia inusitada, no registra situaciones similares, principalmente, por que jamás se ha visto no sólo en nuestro país, tampoco se tiene antecedentes en el mundo, también se violaron todos los principios constitucionales, incluso, en épocas de guerra, ninguna persona armada puede accionar en hospitales. Está demás seguir aclarando o comparando situaciones vividas en otras partes del mundo o en nuestro suelo, ya que cada argentino tuvo la enorme oportunidad de observar los videos que todos los canales pusieron a su alcance. Salvo en algunos casos, siempre los medios habituales,  que están en contra de las libertades públicas, la mayoría de los integrantes de la prensa televisiva, han dedicado largas horas a difundir certeramente lo que ocurrió en el Hospital Borda.
Pero me sigue llamando la atención, una serie de tenores,  que no nos hace quedar bien a los argentinos, por ejemplo y,  tal vez lo más concreto, es la repercusión nula que ha tenido el episodio criminal, en aquellas personas que han concurrido masivamente a las marchas denominadas 8N y 18A, porque se movilizaron para pedir urgentes cambios en el gobierno nacional, con relación a la aplicación de las políticas públicas o sobre la reforma judicial, pero no han tenido la misma voluntad o energía necesaria, para combatir el quiebre de las libertades que merece y debe tener cualquier ciudadano, además de que todos pudieron presenciar los avasallamientos que tuvieron profesionales médicos, enfermos, periodistas y cualquier manifestante que solicitaba la no intervención del Gobierno de la Ciudad, que estaba violando la Ley, teniendo en cuenta que existe una cautelar que impide seguir con el tratamiento del desalojo para convertir una sala de taller para pacientes especiales del Hospital nuero psiquiátrico en una mera agencia inmobiliaria.

Me hubiese encantado que ésa sociedad que participó de las marchas a favor de la presunta libertad que adolecen, por no poder comprar dólares o viajar a Miami o Punta del Este, estuviese  en otra manifestación, solicitando la inmediata remisión del Jefe de Gobierno y de su Ministro de Seguridad, por no otorgar precisamente, ésa libertad que pretenden otros ciudadanos, que además carecen de  salud mental.

No recuerdo en mis largos años de militancia y actividad profesional, presenciar actos de tanta violencia, no justificada bajo ningún concepto, y encima, tener que ver a policías encapuchados, como si estarían en una plena acción de asalto a un banco. Pero lo más triste y significativo de estas últimas horas, es la forma que han tomado la noticia, algunos periodistas que se autodenominan independientes, pero siguen a pie firme, las directivas que le imponen sus jefes, no afines a la forma de conducir el país, el gobierno de Cristina Fernández.
En varios noticieros de los canales de las corporaciones, se sigue hablando de "enfrentamientos" entre policías y manifestantes, pero no se dice que fue una represión brutal y criminal de parte de los agentes del orden, contra un sector de la población, que estaba reclamando algo justo.

En otro orden, Jorge Lanata, continuó con su programa habitual de los domingos, hablando de los presuntos lavado de dinero, pero no tocó el tema del Hospital Borda, en cuanto a Pepe Eliaschev, otro referente de las corporaciones en contra del modelo inclusivo, tuvo el coraje y la hipocresía de manifestar públicamente en su programa, que para él, fue más denigrante lo que sucedió con Guillermo Moreno en la Asamblea de accionistas del Grupo Clarín, que lo acontecido  en el Borda, ya que esto para su forma de pensar, era un hecho más de la cotidianeidad de nuestro país.
Aberrantes declaraciones y omisiones de ambos, que no le hacen bien al país y  a la transparencia que necesitamos los argentinos, cuando nos hurga consumir información de medios, por el simple hecho de estar informados.
Aquí, mis queridos lectores, no cabe otra cosa que sanciones concretas de la sociedad toda y del sistema judicial,  contra estos personajes que se jactan a diario de luchar a favor de la libertad, y en otro orden,  la presencia del Ministro Guillermo Montenegro en la Ciudad de Buenos Aires, es prácticamente indeseable y debe renunciar inmediatamente, porque avala a delincuentes dentro de su ministerio, y lo que es peor aún, afirma que el personal policial, actuó dentro de lo que marca la ley. ¡Un despropósito!