LAS ÚLTIMAS ESTOCADAS DEL GRUPO CLARÍN Y SUS EMPLEADOS LANATA,MAURICIO, ETC...

Dejé pasar unos días, para esperar la reacción de los medios corporativos de la información, con todos estos cambios que se pretenden desde las esferas del Gobierno Nacional, con relación directa a la reforma en la justicia. Con éxito y con un previo arduo debate desde  las comisiones, hasta su tratamiento en el recinto del Congreso de la Nación, se convirtieron en leyes los tres proyectos presentados por el Ejecutivo. Como los sectores opositores no pudieron frenar la iniciativa oficialista, declararon antes y mientras se debatían los temas, que iban a paralizar al Congreso, además de no permitir que se trataran dichos proyectos, nada de esto sucedió e inexorablemente tuvieron que acatar la decisión de la mayoría parlamentaria, pero no obstante eso, con la “sana costumbre” opositora, ya presentaron algún pedido cautelar, para que no se ejecute debidamente los leyes votadas.
Lo real de todo esto, es que estos sectores opositores, supuestos políticos, representantes del pueblo que los votó para ejercer un mandato popular, no son los ideólogos de las protestas, están supeditados a las sugerencias u órdenes de los sectores dominantes, y en este caso, vamos a puntualizar una vez más, al Grupo Clarín y su socio inseparable por conveniencia, léase Diario La Nación.
Lo que sucedió en estos últimos días, ha superado todo lo imaginable en materia de información y de “aceptación” a la voluntad popular, ya que estos sujetos de los grupos corporativos, no sólo han descargado una montaña de noticias adversas a lo que sugiere el Ejecutivo en la ejecución de las leyes, sino que a través de sus empleados, comienzan a manipular los temas y aducen que está en franca zona de peligro, la libertad de expresión, y presuntamente en una semana, va a ser allanada la sede del Diario Clarín, además del cierre o corte de programas vinculados a la política, que están en contra de lo que propone el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
No termina ahí, semejante barbaridad de reacción, han logrado que el mismo Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, el candidato indiscutible de los sectores corporativos, haya dispuesto a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, que no se puede abrir juicios dentro del distrito que gobierna, contra periodistas o medios de las información, en sus tres niveles, televisivos, radiales y escritos. Todo un despropósito constitucional, ya que no existen en el mundo entero, situaciones similares, que privilegian a este rubro, como si fuesen o fuésemos, figuras descollantes y distintas a los demás seres que habitan en el planeta. Una falta de respeto inadmisible a la Constitución y a la sociedad toda, que no puede aceptar semejante trampa.
Me gustaría preguntar a los grupos corporativos de la información, de donde han sacado esa idea de posible cierre y allanamiento de empresas que pertenecen al Grupo Clarín, y desde cuando en Argentina, no existe la libertad de prensa, ya que cualquiera puede decir lo que se le antoja de la presidenta o de cualquier funcionario que integra el staff oficialista.
Esta barbaridad “periodística” lanzada por Jorge Lanata y aumentada por Marcelo Longobardi y Joaquín Morales Solá, lo único que pretenden, es desestabilizar el sistema democrático y confundir a la sociedad, luego de una derrota concreta en el Congreso de la Nación, además actúan con una forma de presión hacia la Corte Suprema de Justicia, que está a punto de fallar por la cautelares sobre la Ley de Medios, herramienta que demora la ejecución plena de la Ley, por decisión unánime del Grupo Clarín.
Cuando sale a la luz las denuncias de Hernán Arbizu, (alguien que tampoco me simpatiza) -ex representante del JP Morgan-,  por el  lavado de dinero de ciertos grupos empresarios argentinos, donde figuran abiertamente varios integrantes del Grupo Clarín y otras empresas vinculadas a dicho staff, por unos mil millones de dólares, “casualmente”, los ejecutivos de Clarín, lanzan las denuncias de supuestas bóvedas en la casa de los Kirchner, a través del programa de Jorge Lanata, quien prometió mostrar, desde la propia casa de la presidenta, toda la ejecución de la misma, con el arquitecto actor de dicha construcción, algo que no pudo sostener, porque lo hizo desde los mismos estudios del Canal 13 y desde una habitación que pertenecía al mismo Canal. Además, el arquitecto invitado y presunto constructor de la bóveda en cuestión, manifestó que se trataba de un recinto y no de una bóveda. Pero, todo esto sería mínimo, si se compara con la “locura” de Lanata, en hacer creer que dentro de ése recinto, los Kirchner, atesoraban unos 400 millones de dólares, algo que para cualquier persona normal e inteligente, le puede resultar risueño y cómico.
Sería muy poco feliz y precisamente inteligente, que un presidenta o presidenta, pueda guardar en su propia casa, semejante suma de dinero, como lo fue también, aquella valija de Antonini Wilson, cuando se lanzó la noticias, que se paseaba por la Aduana y la Casa de Gobierno, para entregar un recipiente con unos 800 mil dólares, como si fuera tan fácil, caminar por los distintos pasillos de Ezeiza o de la Casa de Gobierno, con semejante cantidad y al alcance de cualquier opositor de los medios, que inmediatamente descubriría tal hecho.
Se supone que los hechos delictivos, que existen por supuesto, lo realizan en zonas y momentos, fuera de todo amontonamiento y presunta posibilidad de ser descubiertos.
A estos personajes, ante la visible derrota y pronta pérdida de sus privilegios, que han ostentado al menos, durante los últimos 60 años de la vida política nacional, sólo les queda crear e inventar situaciones como estas, para manipular a la opinión pública, incluso, no tienen respuesta otros personajes vinculados a estos hechos, como el Fiscal Marijuan, que no pudo contestar al movilero de “678”, cuando le preguntó los motivos del atraso en la investigación por el lavado de dinero del Grupo Clarín, que lleva 5 años de tarea y la pronta decisión y acción investigativa, que en apenas 10 días, ya involucra abiertamente a Lázaro Báez, con actores de la farándula mediática, que no son medianamente creíbles por los conceptos vertidos ante las cámaras.
No significa esto, que uno defienda al empresario Báez, que es una amigo concreto de la familia Kirchner y a lo mejor cometió algún acto delictivo, simplemente, es necesario para la credibilidad de la sociedad, que se actúa de la misma forma en todos los casos de corrupción.
Cuando analizo el decreto que lanzó ayer el jefe de Gobierno Mauricio Macri,  en uno de sus párrafos, advierte que ni siquiera se lo puede cuestionar a un medio, por deudas con el fisco, significa que estamos frente a una acción corporativa, con claras defensas a los sectores financieros no transparentes y poco les importa, la igualdad de condiciones y derechos, y que sólo desean la impunidad para los grupos dominantes, en contra de la distribución clara para los más vulnerables.
¡Despertad, pueblo argentino! Las cartas están echadas y no queda mucho margen para el análisis serio.