Generando cambio

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No es cuestiòn de ser, sino parecer... PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Miércoles, 30 de Octubre de 2013 23:48

alt  NO HAY QUE SEGUIR NOMBRES, HAY QUE SEGUIR IDEAS, ESTO NO ES FÙTBOL


Algunos amigos me enviaron correos, castigàndome tal vez, porque argumentaron que estaba hablando mal de Raùl Alfonsìn, màxime, si se tiene en cuenta que he militado en el radicalismo, duante 37 años y no se admitirìa que defenestrara a Don Raùl. Entonces, considero necesario hacer aclaraciones, que en realidad, no son de mi agrado, porque a mi edad (67) no tengo porque hacerlas, pero creo que la situaciòn lo amerita, teniendo en cuenta que soy un ferviente defensor de las polìticas que ha ejecutado Nèstor y siguiò acrecentàndolas despuès Cristina, en esos ùltimos 10 años de la vida democràtica de nuestro pais.

En primer lugar, me hice radical, no por mi familia, sino por haber estudiado y seguido todo lo que produjo en su momento, Don Leandro Nicèforo Alem, un grande de la politica argentina, profundizada en el accionar de gobierno por su sobrino, Hipòlito Yrigoyen, algo que con el tiempo, fue tomado por Juan Domingo Peròn, ferviente defensor de ambos lìderes radicales, banderas que fueron tomadas por aquellos ilustres hombres como Arturo Jauretche, Homero Manzi, juntàndose con notables como Raùl Scalabrini Ortìz y John William Cooke, a manera de ejemplo, formàndose, con èsa premisa de la verdadera causa nacional y popular, aquel movimiento que se llamò FORJA, o sea las mismas consignas que lanzaron don Leandro y don Hipòlito.
Todo esto ya lo escribì en innumerables notas que estàn en los archivos de èsta pagina, en ediciones anteriores, y que cada uno de ustedes, pueden entrar y verificar lo que les menciono. Ademàs, escribì varios libros, donde difundì mis comienzos en la politica.
Me pregunto, los porquès de tener que contestar a estos amigos, que  cuestionan mi proceder, cuando en la nota que hablo de los 30 años de la democracia y que publicara en el dìa de ayer, en ningùn momento cuestiono el protagonismo de Alfonsìn, simplemente, aduje que los logros de la consolidaciòn de la democracia, tambièn iba de la mano, con otras agrupaciones, que estaban identificadas con los nuevos pasos del sentido democràtico en el paìs, allà por los comienzos del gobierno de Alfonsìn y bajo ningùn aspecto, se le debìa a una sola persona la recuperaciòn de los derechos. Esto no significa para nada, hablar mal del lìder radical, que hizo muchìsimo para preservar la democracia en el paìs.
Tambièn, ya que estos muchachos me cuestionan mi proceder, debo comentar que me alejè del radicalismo, allà por octubre del 2001, en plena renuncia de Carlos «Chacho» Àlvarez, algo que tambièn difundì, simplemente, poque no podìa estar de acuerdo, ni comprometido, con un partido que avalaba la corrupciòn y las coimas en el Senado, ideada por el entonces presidente Fernando De La Rùa y su còmplice, el banquero  De Santibañez. Renunciè con una carta de cinco carillas al Comitè Capital, de la Calle Tucumàn al 1660, y por supuesto a travès de un telegrama a la Justicia Electoral, como manda la Ley vigente. Èsa nota fue dirigida al entonces presidente del Comitè Capital, que era Pedro Calvo.
Pero queda en claro, de la misma manera que Leopoldo Moreau lo explicitara en el programa «678«, en la noche de ayer, nunca fuì anti peronista, siempre intentè rescatar todo lo bueno que habìa ejecutado, tanto Peròn como Evita, en defensa de los màs vulnerables, de la misma forma, que lo hubiera hecho y lo hicieron, Alem e Yrigoyen en su època, algo que precisamente, rescatò Peròn y siempre lo tuve presente en mi vida militante.
Hoy, mejor dicho, desde hace 10 años, esas banderas de unidad, ampliaciòn de derechos y distribuciòn de los recursos para los trabajadores, lo hizo y lo continùa afirmativamente, tanto Nèstor, aunque no estè fìsicamente y su compañera de toda la vida, la actual presidenta, Cristina Fernàndez de Kichner.
Quiero dejar en claro, que los que traicionaron al partido radical y se han derechizado en sus intenciones, son lo que quedaron mayormente en esos espacios y, salvo Leopoldo Moreau y algùn militante que sigue esas consignas, son los que intentan reflotar lo bueno del radicalismo històrico que denodadamente intentò Alfonsìn inculcar a muchos jovenes, pero que los resultados han dicho lo contrario, de acuerdo a lo que podemos observar en la actualidad.
Voy a defender con uñas y dientes lo que pregona èste gobierno y la forma que encara la verdadera inclusion social, el autèntico camino hacia un modelo nacional, popular y continental. Esto no es como un club de fùtbol, donde uno defiende siempre, hasta la muerte, a los colores, aqui se defiende un proyecto de paìs, con toda la inclusiòn social y no creo que existe otra alternativa en el paìs, que no sea la que gobierna en estos ùltimos años, asì que es muy sencllo, no se trata de un partido de fùtbol, se trata de la vida y el futuro de nuestros hijos y nietos, hay que seguir ideas, no personas, y esto, precisamente, lo aprendì de Don Leandro Alem, quien se pegò un tiro, por todo lo que se venìa.
Soy hombre que difunde las ideas de Alem, Yrigoyen, Moisès Levenshon, Mario Amaya, Crisòlogo Larralde, Raùl Alfonsìn, aquellos ilustres radicales, como tambièn lo fueron Jauretche, Scalabrini Ortìz, Cooke, Manzi,  o los justicialistas, Juan D. Peròn, Evita, Cristina, Nèstor. Lo mismo que hicieron otros radicales como Carlos Raimundi, Gustavo Lòpez, Gerardo Zamora, etc. Acaso ustedes, se quedaron con los Aguad, Gerardo Morales, Gil Lavedra, Rodolfo Terragno, Silvana Giùdice, etc. Conmigo no cuentan. Nunca fui gorila, ni lo quiero ser, estoy con las causas populares, desde toda mi vida.
¿Queda claro, mis queridos amigos?

Última actualización en Jueves, 31 de Octubre de 2013 00:32
 
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