¡CRÈAME, SE VA A SORPRENDER!

     Innumerables correos de lectores, nos piden, reeditar nota ditorial del pasado 7.11.13

En innumerables  oportunidades, he manifestado con cierta tristeza, que gran parte de nuestra sociedad, es reacia a recibir la realidad tal cual es y se inclina tal vez, a lo fàcil y còmodo, para informarse y, si esto no sucede, mucho mejor, parecerìa que no les importa estar debidamente informados, no sòlo por una cuestiòn de sentido comùn o de conocimiento que debe tener cualquier ser humano, lo que es peor aùn, que son indeferentes a lo que ocurre en el paìs, pero eso sì, se cultivan con los medios que les tiene sus vidas atrapadas y cautivas, con mentiras, que luego para aclararlas, son demasiado tarde, o le ofrecen un espacio tan ìnfimo, que para buscarlas en los contenidos de diarios, revistas, radios o televisiòn, hay que tener lupa y un gran sonido en los aparatos que ofrecen en audiovisual.

Los que estamos del otro lado de la vida, y esto deseo manifestarlo con total respeto, sin arrogancias, nos manejamos de otra manera y tal vez, ahì està el secreto para estar mejor asesorados o informados, porque buscamos distintas opiniones y crìticas, con el objetivo sano, de que nadie nos lleve de las narices, para lograr un aprendizaje certero de lo que sucede en el mundo.
Bien, cada uno de ustedes, seguramente, antes de continuar con los contenidos de la presente editorial, se preguntaràn con total legiitimidad, hacia dònde mi dirijo y cuàles son las intenciones de èste artìculo.
No me aburro o canso de preguntame, cuàles son los motivos que alejan a gran parte de nuestra comunidad en conocer mayores detalles de la Ley de Servicios de Comunicaciòn Audiovisual y porquè la rechazan literalmente, si en primer lugar, desconocen sus artìculados y los alcances que tiene la ley. ¿Còmo puede ser que se entreguen de una manera infantil, a los designios de un grupo corporativo, que inevitablemente les maneja sus vidas?
Bueno, esto, segùn mi modesto entender, tiene que ver con la comodidad y con èsa apatìa que tenemos muchos argentinos, en poner el cuerpo y alma en cada cosa. Nos encanta que nos hagan todo y tener todo hecho, mientras menor tareas tengamos que realizar, mejor, por supuesto, esto se paga muy caro.
Como siempre manifiesto lo que algunos referentes televisivos màs comprometidos,  dicen habitualmente, de que «todo tiene que ver con todo», recogì algunos comentarios radiales, con respecto a un niño de 9 años, que la madre, con gran preocupaciòn lo tuvo que llevar al mèdico clìnico previamente y luego al psicòlogo, porque estaba prendido casi todo el dìa con el celular y sus  jueguitos y habìa llegado al colmo, de que la madre le atara los cordones de sus zapatillas, mientras su hijo estaba severamente ocupado con el juego en su aparato mòvil. Asì pasaba tambièn en la escuela y en otros lugares, imposiibilitando que el chico jugara como otros niños en espacios libres y necesarios por su corta edad. Desde ya, esto no es ninguna sorpresa, basta con observar como viajan las personas en colectivos o trenes, fijando su vista sòlamente en sus celulares, ademàs de los auriculares, como dando la sensaciòn de alejarse del mundo que los rodea, sin importarle lo que le sucede al otro. Tambièn, de èsta manera, son pasivos a robos o accidentes, pero parece que esto poco importa, aunque son los primeros que salen frente a las càmaras, diciendo que en èste paìs no se puede vivir, etc.
Se preguntaràn hacia donde quiero ir, bueno, considero que es muy sencillo, los medios hegemònicos nos tienen tan cautivos, vendièndonos sus productos, en todo momento, solo basta darse cuenta, cuando abrimos nuestras computadoras, dejando de lado por un momento las radios y televisores, ya que en la «compu», tal vez, estè el secreto de tanta malicia y dependencia.
Yo les propongo que hagan un ejercicio, con papel y làpiz, mientras abran la computadora y me juego a que muchos no se han dado cuenta de la verdad. Por supuesto, el papel y làpiz, es para que vayan anotando las atrocidades de dependencia que viviràn por unos momentos y para que no se les pase por alto en el futuro.
Todo esto que les voy a solicitar, ocupando algo de vuestro valioso tiempo, està totalmente ligado a los medios corporativos de la informaciòn, que nos tienen cautivos, como dijera anteriormente, y de una manera asfixiante, que ya resulta intolerable, pero pareciera que cuesta revertir, porque nos conformamos con los que nos desean vender, ademàs de poder no desligarse de lo que ellos proponen, porque se consideran los dueños del mundo.
Abra su «compu», entre a Google, y sòlo ponga la letra C. ¿Que aparece?, bien aparece la palabra Clarìn...si, aunque no lo crea, porque puede decir, Carlos, Cama, Culo, lo que desea, pero no, para ellos, cuando usted pone la C, significa Clarìn; si pone la letra O, algùn distraìdo pensarà que dirìa Obama, justificado quizàs por ser el presidente de EE.UU; o tal vez, Oasis, por continuar despuès de la O una A, pero no!, fallò con su presunciòn, aparece ¡Olè! , la revista del gupo Clarìn, y sigamos, inserte la letra L y bien tiene millones de opciones para que aparezcan grandes artistas, no sè, digamos Luis Miguel, hasta dirìa Luis Majul, jajaj! que se yo!, no se equivocò, aparece La Naciòn, ni que hablar si pone el nombre completo Marìa, bueno, es lògico que aparezcan muchas opciones, pero usted agrega despuès de la palabra Marìa, la letra L, ¿Y quièn aparece? Siii, adivinò? Marìa Laura Santillàn... Siga, si lo hace con la letra G, lògico en primer lugar «GranDT», el juego de Clarìn, si lo hace con la N, màs bien, en «primo cartello», un grande mundial, Nelson Mandela, pero seguidito, casi encimado, como si no existiera otro famoso buscado en las redes, salta Nelson Castro, si lo hace con la M,, quien va a estar primero? Si, aquì se equivocò, no es Magnetto, serìa el colmo, pero està Marcelo Tinelli, luego Marcelo Longobardi, Radio Mitre, ¿le suena? en fin, se da cuenta de lo que quiero decirle, no?
Bueno, si me lo propongo puedo seguir todo el dìa, tomàndolo con humor, hasta serìa divertido y no terminarìa nunca de escriibir èsta nota, pero queda mucho màs  claro, hasta donde gobiernan nuestras vidas, como dice el gran Vìctor Hugo, asfixiante y maliciosa, para que usted, siempre, antes de tomar alguna decisiòn en su vida, debe consultar al grupo dominante màs enorme que ha tenido y tiene el paìs en la historia, màs aùn, con las nuevas tecnologìas. ¿Se imaginan si no se para esto a tiempo, cuàl serà nuestro destino como ser humano, observando nada màs a èse niño y a mlles que estàn en las mismas condiciones, incluso a millones de adultos? Porque, de esta forma, nuestras vidas estàn manejadas como si nos parecièramos  simples tìteres de las corporaciones.
Estoy de acuerdo que lo informàtico no tiene una legislaciòn mundial vigente en estos casos, ya que a los inventores no les conviene por ahora, pero estàn muy ligados a los servicios audiovisuales y desde èse espacio, nos van llevando con las publicidades y las culturas dominantes, a manejarse en la TV, radios y prensa escrita, con la agenda que ellos marcan, o sino fìjese, antes de abrir su correo en google o yahoo, aparecen todas las informaciones que les brinda, Clarìn, La Naciòn, Perfil o los programas taquilleros de Canal 13, para que usted no se desvìe del rumbo. Nunca encontrarà un comentario de Pàgina 12, Diario Popular, Crònica o la TV Pùblica. ¡Despuès dicen que el Estado tiene el  dominio absoluto de los medios o es lo que se propone para el futuro! ¡Todo un despropòsito!
Bien, complete el ejercicio y me cuenta. Se va a sorprender .
Un abrazo a todos y todas