Generando cambio

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Se necesitan empleados con vocaciòn y transparencia PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Domingo, 01 de Diciembre de 2013 18:17

altALGO QUE ESTAMOS RECUPERANDO EN LA DÈCADA GANADA


Uno pretende hacer un anàlisis exaustivo en cualquier tema que se le presente en la cotidianeidad, pero resulta harto complicado, al unificar las investigaciones naturales, que debemos realizar, antes de escribir a nuestros lectores por dos motivos fundamentales, el respeto a uno mismo y hacia el otro que merece tener una informaciòn certera, no viciada de nulidad, por tener atisbos de mentiras en cada una de ellas. Cuesta demasiado incorporar èsa verdad que pretendemos, porque al ir a las fuentes, estas mienten, tal vez porque representan a intereses ajenos a los que pretende o necesita una sociedad.

Esto tambièn sucede en esferas gubernamentales, ya que existen funcionarios que estàn atados al sillòn loboral desde hace màs de veinte años, ingresando a organismos estatales por aquellos polìticos de la època pasada y naturalmente, poco les importa el buen andar del paìs y sòlo estàn esperando el dìa de su jubilaciòn, para retirarse con ciertos privilegios, que otros trabajadores no tienen. Es inaudito, pero es tal cual se los cuento, algo que me ha pasado a menudo, cuando deseo presentar alguna idea a nuestro gobierno, para ponerla en pràctica, con el ùnico objetivo de que se vea favorecida nuestra comunidad.
Estos funcionarios, a los cuàles se los denominan de carrera, se creen los dueños del Estado y actùan como tales, pero tienen muy claro la premisa de frenar todo lo que sea posible, con la idea que difunden, en relaciòn a la «austeridad» que profundiza el gobierno, por la etapa que nos toca vivir. ¿? Algo totalmente mentiroso.
No quiero imaginarme, aunque conozco bien la situaciòn, lo que dirìan en la dècada de los noventa, con aquellas polìticas de ajustes, teniendo en cuenta, que hoy, nuestro gobierno, desde hace diez años, viene atendiendo toda iniciativa que resulte favorable a la comunidad, principalmente, a los de menores recursos.
A veces se nos puede ocurrir que estos sujetos, por otro nombre no lo podemos denominar, tienen alguna vinculaciòn con sectores corporativos y les pagan para atrasar cualquier proyecto, pero no es asì, lo hacen por èsa credibilidad interna, en pensar que son los dueños del sector y los que manejan todos los expedientes de un ministerio u otra reparticiòn a las que pertenecen.
Claro, la pregunta es como se hace para corregir esta situaciòn, al contar con funcionarios que estàn atornillados desde hace dos dècadas y que poco les interesa capacitarse para los tiempos que vivimos.
Es muy normal escuchar que en los organismos estatales, entran los «acomodados» polìticos, y no hay una buena elecciòn con relaciòn a los que deberìan estar en tales funciones, pero deseo comunicar que esto sucedìa en tiempos lejanos, ya no entran a empresas del Estado, personas que no tienen la capacidad suficiente para cumplir una tarea dentro de cada reparticiòn. Me consta que en Aerolìneas o Arsat, por ejemplo, todos los jòvenes que entran, lo hacen por concurso y con una serie de exàmenes, que no son fàciles de pasar. Lo mismo pasa en los ministerios, salvo cuando un funcionario con categorìa de Secretario de Estado, legislador, etc, se lleva su propio personal, algo razonable y legìtimo, porque no se puede tener colaboradores, si no son de confianza para los propòsitos que fueron elegidos. Prueba elocuente, la tenemos, con lo mencionado lìneas arriba.
Pero claro, siempre apuntamos a lo que sucede en reparticiones pùblicas, fundamentalmente, por esa antigua idea, de que lo pagamos entre todos, con nuestros impuestos, algo que no es real, pero seguimos con las viejas recetas de crìtica, Manifiesto estas palabras, simplemente, porque en las esferas privadas, ocurre lo mismo que en lo estatal y muchas veces, tenemos que soportar la incapacidad y el mal trato de empleados que no van de la mano, tal vez, con lo que pretende cada empresa que los emplea. Ni que hablar, de los medios de comunicaciòn, cualquiera «chapea» alguna credencial de periodista, sin serlos, creyendo que al formar parte de un medio de comunicaciòn, se lo autoriza a pronunciarse en nombre del periodismo y a lo mejor, sòlo trabajan como agentes de redacciòn, que transfieren lo que les pasa cada profesional de la comuniaciòn.
Nos tenemos que reencontrar con aquellos repesentantes de los medios de comunicaciòn que eran un lujo en todos los niveles y sòlo buscaban la forma de aprender de los grandes profesionales, para ofrecer una tarea digna para la que fueron pretendidos. Es una pena, que no se pueda tener un elenco de buenos profesionales en los diarios, fundamentalmente,  hoy que tenemos una enseñanza de primer nivel en las universidades pùblicas con respecto a estas carreras comunicacionales. Es hora que vayamos logrando tales objetivos.
Si vinculè al principio lo que significa la ètica en transmitir la realidad y no llenar el espacio de mentiras, es, precisamente, por esa falta de entrenamiento y capacidad para volcar los mejores deseos, ademàs de la buena predisposiciòn para ejercer una profesiòn, porque esos mismos funcionarios pùblicos de carrera y los intermediarios que trabajan entre el medio y los periodistas, se convierten en mercenarios, siendo receptores del ida y vuelta de las noticias que digerimos diariamente, viciadas de mentiras y nulidad, aprovechadas indudablemente por los sectores corporativos, que en definitiva, son los que fijan la agenda que consumimos.

Última actualización en Domingo, 01 de Diciembre de 2013 20:14
 
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