La presencia de la mujer como Jefa de Estado

Ya se acabaron aquellos tiempos en nuestro Continente, màs precisamente, a mediados del siglo 20, donde se debatìa con poco criterio, si la mujer podìa participar en un acto eleccionario, simplemente como votante, siendo cuestionada dicha integraciòn, porque las consideraban con evidente falta de inteligencia o poca afinidad hacia la vida polìtica de un paìs, toda una aberraciòn y despropòsito, que aquellas generaciones ostentaban, evidenciando en realidad, que la falta de inteligencia pasaba por los cerebros varoniles, acostumbrados a actitudes machistas que no favorecìan en nada a la convivencia pacìfica de los pueblos. Los primeros paìses latinoamericanos que aportaron cambios sustanciales, con la incorpraciòn del voto femenino, fueron Mèxico y Argentina, y paulatinamente con el correr de los años, se fueron incorporando el resto de los paìses, con mayor reticencia de parte de Paraguay, Guatemala y El Salvador.
Por suerte aparecieron innumerables presencias femeninas en los partidos polìticos y muchas de las mujeres insertadas en èste nuevo mundo para ellas, fueron dejando marcas positivas que enriquecieron los parlamentos del continente. Esto no significaba que la mujer estaba alejada de lo que ocurrìa polìtica y socialmente en cada una de sus regiones, basta revisar las historias de nuestros paìses, para darnos cuenta que muchìsimas mujeres colmaban de orgullo al ciudadano comùn,en representar a su patria, por toda su lucha, pasiòn y vocaciòn al servicio del pueblo.
Sin embargo, no se producìan hechos favorables, permitiendo la inserciòn de la mujer en la vida pùblica, por èsa antigua manìa del hombre, en creer que la mujer no estaba apta para ejercer responsabilidades de Estado, simplemente por una cultura machista, arrastrada a travès de los siglos, no sòlo en la vida polìtica, tambièn, fuertemente insertada en la cultura religiosa, algo que en estos tiempos se pretende cambiar, al menos en la Iglesia Catòlica, desde la asunciòn de nuestro Papa Francisco I. Pero, desde ya todo esto lleva muchìsimo tiempo de debate, dentro de las esferas religiosas y no serà tarea sencilla modificar algo a la brevedad.
Pero en polìtica si, hemos obtenido cambios sustanciales que nos permite hoy, con total orgullo ver el panorama a futuro con otro criterio y con un importante sentido de la realidad que nos toca vivir, contando con la mujer a la par y con una enorme cuota de sentido comùn, inteligencia y capacidad incuestionable para la actividad estatal, como tambièn se nota en muchìsimas profesionalidades y organismos emprasariales.
En los ùltimos años, algunos pueblos eligieron a mujeres como presidenta, comenzando en Panamà, con Mireya Moscoso (1999-2004), quien también fue esposa de un presidente, Arnulfo Arias Madrid, aunque cuando ganó las elecciones ya era viuda. Tambièn en Guyana, el electorado llevò a Janet Jagan, estando en el poder desde 1997 a 1999 y la primera presidenta mujer latinoamericana, se consagrò en Nicaragua, con Violeta Barrios, más conocida como Violeta Chamorro, por el apellido del que fue su esposo, el periodista Pedro Joaquín Chamarro, asesinado por la dictadura somocista.
Hoy nuestro continente tiene a cuatro presidentas ejerciendo en su cargo, y en algunos casos con reelecciòn incluìda (Cristina Fernàndez de Kirchner) o siendo reelegida por segunda vez, caso concreto la reciente asunciòn de Michelle Bachelet en la repùblica hermana de Chile. Tambièn Brasil cuenta con una mujer en la primera magistratura, Dilma Rousseff y Costa Rica, con la presencia fundamental de Laura Chinchilla, todas ellas( salvo la presidenta costarricense) vigorizan un fuerte contenido de defensa de sus pueblos y aires progresistas en sus carpetas. En el caso de Chinchilla, viene de un tradicional partido liberal, pero debiò realizar cambios en los ùltimos meses, fuera de sus pretensiones, por la evidente caìda de consenso, debido a la obtenciòn de la menor cosecha de popularidad en los ùltimos tiempos. De cualquier forma, lo importante es la presencia de mujeres talentosas en el poder polìtico, ya que a travès de ellas, se obtuvieron cambios positivos en nuestras sociedades, sobre todo, en la ùltima dècada, como comentaba en el tìtulo de la presente editorial.
En la semana de la mujer internacional, se me ocurriò escribir algunas lìneas, ponderando el accionar de las mismas en la vida cotidiana, con el firme propòsito de dejar un mensaje a todos aquellos que deambulan por el mundo machista, creyendo que son los ùnicos que puedan ofrecer soluciones a los problemas de sus pueblos, pero no se dan cuenta, que en definitiva, nada se puede realizar, si no se tiene a la mujer a nuestro lado, junto a ella y porquè no, detràs de ellas, simplemente por una cuestiòn bàsica: Sin ellas, no existirìamos. Y esto va tambièn para el siempre agitador diario Clarìn, que a manera de burla y de una falta de respeto a la mujer en toda su dimensiòn, largò una encuesta a travès de las redes sociales, haciendo votar a los hombres, con què mujer de las presidentas sudamericanas, le gustarìa pasar una noche. Sinceramente, algo para repudiar y porquè no, pedir sanciones, ya que esto no tiene nada que ver con libertad de expresiòn, màs bien, està encuadrado en la violencia de gènero que cualquier otra cosa. ¿No le parece?