EL ENORME PLACER DE VENCER AL ODIO CON UN PUEBLO FESTEJANDO

El nuevo discurso de la presidenta Cristina Fernàndez de Kirchner, en la tarde de ayer, conmemoràndose el 204 aniversario de la Revoluciòn de Mayo, como es habitual, nos deja esa enorme posibilidad de reflexionar y tratar de saber donde estamos parados los argentinos. No fue un relato màs, palabra que los sectores opositores desean poner de moda, minimizando lo que sugiere la presidenta y tambièn, cualquier funcionario de este gobierno. El mensaje  tiene contenidos que sobresalen nìtidamente, para repensar los caminos elegidos por Nèstor y Cristina, ademàs de domostrar claramente, cuàl es el modelo a seguir, o nos retrotraemos a tiempos pasados para revitalizar la exclusiòn, o seguimos profundizando el actual, que habla y dice concretamnte que no debe haber excluidos en el paìs.

Cristina lo viene diciendo desde que asumiera como presidenta en el 2007 por primera vez, ademàs de intentar esa bùsqueda constante de la uniòn nacional, pero de la forma màs clara y con transparencia,  al manifestar en el discurso de ayer, para que no queden dudas: "La unidad nacional no significa que tenemos que dar un paso hacia atràs de lo conseguido". No se negocia lo inclusivo en la Argentina de hoy y, eso es lo que valora el pueblo, dàndose cita en la històrica Plaza de Mayo, màs de 300 mil almas, incluso en otras plazas del territorio nacional, no solo para defender este modelo de inclusiòn social y de pertenencia, tambièn festejando un 25 de Mayo, como corresponde, con alegrìa, con las familias en las calles, no solamente para disfrutar de un desfile militar, aquellos tìpicos de eras pasadas,  tambièn para exteriorizar esa felicidad, por llegar a 204 años de existencia libertaria, pero con la certeza, que los caminos que vamos recorriendo son los correctos y el màs razonable, en los tiempos mundiales que vivimos los seres humanos. La presidenta cumpliò con todos esos requisitos protocolares, como hacìa años que no se utilizaban (caso Tedeum), aunque en lo personal no lo considero prioritario, pero no dejò margen para discusiones o de atrevimientos opositores, que cuestionen la decisiòn de la mandataria argentina, sobre todo por no haber presenciado las ceremonias religiosas en la Catedral de Buenos Aires, en años anteriores.

Ademàs y como broche de oro, Cristina le dejò esa enorme responsabilidad a la flamante Ministra de Cultura, Teresa Parodi, para que organizara el evento de festejo, priorizando la felicidad del pueblo, concordante con la verdadera fiesta que significò la Revoluciòn de Mayo. ¡Vaya si cumpliò Teresa! Notable organizaciòn conjuntamente con Lito Vitale, pudiendo observar, que en el escenario mayor, desfilaron cientos de artistas, con distintas ideologìas y formas de pensar y actuar en sus vidas, fundamentalmente, con relaciòn a nuestro gobierno y cada uno de los artistas, supo interpretar el convite, actuando con enorme sobriedad y respeto por tal decisiòn. Sin embargo, algunos de los que subieron para la actuaciòn, no tuvieron reparos en decir ¡Aguante Cristina", como lo manifestara Fabiana Cantilo, con un claro mensaje al polèmico Adriàn Suar, aunque no creo que Fabiana, lo haya interpretado asì, o quiso sacar provecho del evento, no lo creo, principalmente por la forma de ser de Fabi (no parece prima hermana de "Pato" Bulrrich), que es muy autèntica en todo, pero serìa importante que Suar, lo haya tomado de aquel modo, por esa irrespetuosidad con sus colegas, de acuerdo a los dichos que manifestara la semana pasada y que ha sido seriamente cuestionado por la Asociaciòn de Actores, pùblicamente.
Decìa que no fue un 25 de Mayo normal o tradicional, tambièn estaba presente, los 11 años en que asumiera Nèstor Kirchner y visualizàndose los cambios que hoy estamos disfrutando; como tambièn es loable resaltar, los 40 años del fallecimiento de aquel gran pensador y polìtico argentino, como Arturo Jauretche, que fue recordado por grandes artistas que actuaron en la noche de ayer; por la misma presidenta y fundamentalmente, por el pueblo que se congregò en la històrica plaza.
Desde ya que no fue un 25 de Mayo màs, fue el reencuentro total de una comunidad con sus verdaderos orìgenes y poniendo de manifiesto las consignas que este gobierno pregona desde hace 11 años, revitalizadas, quizàs, en este nuevo aniversario de la desapariciòn fìsica de Jauretche, recordando nomàs, aquel pàrrafo sensacional, del libro del pensador de Lincoln, "Los profetas del Odio", que trajo ni màs ni menos, vivencias que al dìa de hoy se vuelven a vivir en algunos sectores de nuestra sociedad, que no aceptan los cambios y la inclusiòn social.
Prueba elocuente de los escritos de Jauretche y de la forma que lo optimiza parte de nuestro pueblo y de los medios corporativos de la informaciòn, fue que en el dìa de hoy, ningùn diario hegemònico publicò una foto para que el pueblo se enterera que hubo màs de 300 mil personas en la Plaza de Mayo, pero si le dedicaron a la juvenil Violetta, tales tapas, junto a Mauricio Macri, por un encuentro en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Serà que para esos sectores, es màs importante Violetta, que la Revoluciòn de Mayo?
Entonces, con èse pàrrafo deseo finalizar la editorial de hoy, para que pensemos y repensemos, porque parte de todo esto, sigue sucediendo en nuestro bendito paìs.
Dice textualmente asì: "Lo que movilizó las masas hacia Perón no fue el resentimiento, fue la esperanza. Recuerde usted aquellas multitudes de octubre del '45, dueñas de la ciudad durante dos días, que no rompieron una vidriera y cuyo mayor crimen fue lavarse los pies en la Plaza de Mayo, provocando la indignación de la señora de Oyuela, rodeada de artefactos sanitarios. Recuerde esas multitudes, aún en circunstancias trágicas y las recordará siempre cantando en coro —cosa absolutamente inusitada entre nosotros— y tan cantores todavía, que les han tenido que prohibir el canto por decreto-ley. No eran resentidos. Eran criollos alegres porque podían tirar las alpargatas para comprar zapatos y hasta libros, discos fonográficos, veranear, concurrir a los restaurantes, tener seguro el pan y el techo y asomar siquiera a formas de vida "occidentales" que hasta entonces les habían sido negadas".
(Algo para cotejar con etapas actuales y darle valor a estos dichos, porque esto lo dijo un radical Yrigoyenista como Don Arturo Jauretche)