POR LO SUCEDIDO ANOCHE EN EL CENTRO DE BUENOS AIRES

Culminò otro mundial de fùtbol, pero, este ha tenido caracterìsticas distintas a los antiguos para nuestro paìs, incluso comparado con el anterior, disputado en Sudafrica, con todo lo que representaba la presencia de Diego Maradona en el banco como entrenador, fundamentalmente, por comprometerse con el gobierno nacional, algo que no le perdonaron ciertos poderes, ademàs de todo el apoyo explicito con Fidel Castro y Hugo Chàvez. Los detractores nacionales, manejados como tìteres por cierto periodismo amarillo (Lèase, los designios de Hèctor Magnetto), anticipaban un fracaso de la selecciòn nacional, no sòlo futbolìsticamente hablando, se agregaba los conflictos que habìa tenido la conducciòn polìtica nacional, con los sectores empresariales del campo, augurando que el paìs estaba en la bancarrota y que eso, tambièn se notarìa en la actuaciòn del seleccionado dirigido por Maradona. Los conceptos de estos personajes, no cambiaron para nada, con relaciòn a la situaciòn en este 2014 y desde muchos espacios mediàticos, ya conocidos por casi todos los argentinos, se argumentaba que el equipo de Sabella, iba rotundamente hacia el fracaso, identificando la tarea del fùtbol, con la delicada vivencia que tenemos con los fondos buitre, sumados a hechos de corrupciòn, incluyendo en ese "debate", el tema de Amado Boudou.
Decìa al comienzo, sin embargo, que las caracterìsticas eran distintas, principalmente, porque todos estos gurùes de la economìa, columnistas en los programas televisivos y radiales producidos por el Grupo Clarìn (nombremos concretamente a Marcelo Bonelli y Adriàn Ventura), ya no hablaban de su profesiòn, tambièn se daban el lujo de opinar y dar vaticinios, sobre la actuaciòn de la selecciòn mayor de nuestro fùtbol, argumentando que habìa jugadores, que no sòlo estaban en malas condiciones de jugar, sino que se dudaba del liderazgo de Sabella, porque no tenìa autoridad, llegàndose a manifestar, que Màximo Kirchner le ofrecìa la lista de los jugadores a nombrar, desplazando a Carlos Tèvez, por ejemplo, debido a una supuesta ofensa que habìa tenido con Ràcing. Ni que hablar de las afirmaciones de Jorge Lanata, principal empleado del Grupo, quien lanzò todo tipo de crìticas despiadadas contra el elenco sabelista, incorporando, no sòlo la ofensa en lo futbolìstico, sino que ya le parecìa que "El paìs era una mierda".
Todo esto es muy reciente y ya sabemos lo que venìa sucediendo, ni bien Argentina llegaba a la final de la Copa del Mundo, al eliminar a Holanda, cambiaron literalmente sus opiniones y ya se sentian partìcipes del èxito argentino, incluso, olvidàndose lo que habìan afirmado horas antes, se daban el lujo, sin pedir disculpas, de que era previsible la actuaciòn del seleccionado; que habìa encontrado el estilo de juego; que los cambios producidos por Sabella eran los adecuados; que el equipo iba de menor a mayor y un sin fin de atributos logrados, pero, con el agravante, de tener que soportar, que ellos lo habìan anticipado. Toda una mentira insoportable de digerir, pero que ha puesto a los argentinos, en estado de alerta, para no "tragarse sapos", como lo venìamos haciendo desde algunos años.
El fùtbol ha desnudado visiblemente aùn màs las mentiras, simplemente, por una razòn màs que obvia: "El fùtbol es tan popular, que supera todas las visiones y los estilos de ver la vida". Aquì, toda una poblaciòn, al margen de sus posturas polìticas e ideològicas, demuestra la pasiòn que significa tal deporte y por tal motivo, se dedica con mayor ènfasis a dedicar el tiempo en la marcha de los acontecimientos, y de esta manera, asumen con  mayor dedicaciòn a consumir cada noticia, de tal manera, las mentiras y manipulaciones, quedan a la vista y luego, es màs complicado cambiarlas.
Pero, es evidente que los enemigos de la patria, no de una selecciòn, no conformes con lo acontecido y con la evidente pèrdida de crediblidad de sus potables oyentes, no pudieron asumir la derrota de sus mentiras, entonces (y no tengo ninguna dudas al respecto) programò con sus circunstanciales socios, todos los desmanes ocurridos ayer a la noche y en las primeras horas de la madrugada, cuando todo un pueblo, festejaba con total alegrìa, la brillante faena de nuestro equipo nacional en el Mundial de Brasil. No es casualidad, que los muchachos de Hugo Moyano; Luis Barionuevo y Fernando Niembro, estuvieran armados, provocaran los disturbios y arruinaran la fiesta nacional de anoche. Le pido a Sergio Berni, que ponga todo lo que tenga a su alcance, junto a la justicia, para devolvernos esta alegrìa y se investigue minuciosamente lo sucedido, con el objetivo fundamental, de que la sociedad en su conjunto, conozca a los responables y que los mismos, sean juzgados con todo el peso de la ley, porque no son buenos argentinos esos sujetos, son enemigos del paìs, que sin dudas, estàn incentivados por los sectores mediàticos, ya conocidos por todos nosotros. Todos los que deseamos y amamos un paìs en serio, en libertad y plena alegrìa, exigimos tal profunda invstigaciòn, simplemente, porque nos han cambiado la vida en estos ùltimos 12 años, mientras que esos sectores, desean todo lo contrario, volver a la etapa màs negra que ha tenido que soportar toda la naciòn.