"¿Nos van a decir concretamente que piensan hacer con el pàis?"

Vengo observando, de la misma manera que lo hace cualquier ciudadano pensante e interesado por su paìs, còmo vienen desempeñàndose, aquellos polìticos que se auto postulan a la presidencia de la naciòn, para reemplazar a la actual mandataria, Cristina Fernàndez de Kirchner, en el pròximo mandato que comienza en el 2015.
A cada uno le toca una etapa complicada para opinar y mostrarse tal cual piensan, porque el tema de la negociaciòn de la deuda argentina y la forma de encarar tal negociaciòn, es una prueba concreta de còmo administarìan el paìs, en caso de tener que asumir la presidencia de la Repùblica. Me sorprende enormemente la carencia total de ideas de todos los candidatos, y digo todos, simplemente, por haber escuchado a cada uno de ellos y ninguno, pudo ofrecer una alternativa, no sòlo para manejar tal situaciòn, ademàs, por no brindar una opiniòn actual, o sea, que aporte pueden dar al oficialismo, en caso de tener que actuar, ante un pedido desde el gobierno para intervenir directamente en reuniones con los sectores que tienen la disputa con nuestro paìs.
Ya todos conocen la forma de pensar de Mauricio Macri, Lilita Carriò o Hermes Binner, que han declarado abiertamente, que no se puede discutir hoy, sobre el tema de los fondos buitre, simplemente, habrìa que aceptar la decisiòn del juez Thomas Griesa y pagar al contado todo lo adeudado. Otros como Sergio Massa, Julio Cobos y Pino Solanas, no aceptan la òptica del gobierno, dicen que hay otras alternativas y que debemos reflexionar; no apurarse; en fin, una serie de posiciones abstractas, que no difunde con transparencia, que posiciòn tomarìan a la hora de actuar, o sea, literalmente, una clara visiòn de un Fidel Pintos (aquel maravilloso actor humorìstico, rey de la sanata), versiòn 2014, que dice mucho en palabras, pero nada en soluciones concretas.
Nos preguntamos entonces, que nos espera, si estos señores o señoras, que dicen hacer polìtica, a sòlo un año de las elecciones presidenciales y un poco màs en hacerse cargo, si el pueblo los vota con acierto, si en realidad no tienen una sòla òptica o idea para ejecutar, en un tema tan trascendente para el futuro del paìs, teniendo como base, que dicho destino, depende casi dirìa, exclusivamente, en la forma que encaramos el desendeudamiento, porque de la otra forma, serìa endeudarse màs y ya tenemos experiencias muy negativas en Argentina, cuando los personajes que "piensan" como ellos, han dejado un manto de irrregularidades y pèrdida de soberanìa, como nunca antes se habìa registrado en el paìs.
Esto nos obliga a pensar seriamente, en lo que tenemos que hacer a escaso tiempo de estas elecciones que nos dejaràn un nuevo presidente o presidenta para nuestro suelo. Si bien falta un año y fracciòn, en polìtica es casi nada y el tiempo pasa volando.  Bajo ningùn concepto, podemos dar un paso atràs y hay que redoblar nuestros esfuerzos y energìas, con el propòsito de defender lo que hemos conseguido con tanto sacrificio todo un pueblo comprometido, entonces, es razonable pensar que si nos cambian el rumbo, retrocederemos unos 20 años, ya que estos sujetos (por otra cosa no los puedo llamar), nos entregaràn nuestras alegrìas y conquistas a los sectores corporativos.
No significa un capricho personal de mi parte o estar en contra de todos ellos, simplemente, mi limito a pensar en lo que han hecho y còmo actùan, en cada caso que el gobierno nacional ha puesto en marcha algùn proyecto. Han estado en contra de todo, si de todo: Asignaciòn Universal por Hijo; ProCreAr; Movilidad Jubilatoria; Moratoria Previsional; Reforma Ferroviaria; Pago de la deuda externa; Caso Amia; Conectar-Igualdad; Decreto 125, retenciones a las exportaciones; estatizaciones de Aerolìneas, YPF, Metrogas;inversiones en YPF; sumado al Matrimonio Igualitario; Ley de Abastecimiento; Precios Cuidados, y lo màs trascendente quizàs, el lanzamiento del primer satèlite construìdo totalmente en nuestro paìs, ARSAT 1,  en fin, son innumerables e interminables los ìtems que han  votado en contra, abstenerse o ausentarse a la hora de hacerlo en el parlamento.
Està todo dicho, o seguimos disfrutando y luchando para profundizar este modelo inclusivo o volvemos al pasado, para lamentarnos por varias generaciones, hipotecando una vez màs, el futuro de nuestros descendientes por varias dècadas.