El poder adquisitivo del 2003 y el actual

Como era de esperar, la oposiciòn polìtica y el sindicalismo no identificado con el gobierno, no quedò conforme con el aumento producido en el dìa de ayer, con relaciòn al Salario Mìnimo, Vital y Mòvil, que obtuvo un porcentaje de aumento del 31 %. La argumentaciòn ofrecida por el sector sindical y gran parte de la oposiciòn parlamentaria, no escapa a lo acostumbrado, detallando sin precisiòn alguna, que no alcanza para la canasta bàsica de una familia con menores recursos.
Pensar que uno se conforme fàcilmente, sabemos que es complicado y tal vez, no es bueno ser conformista, en realidad, a quien no le gustarìa ganar mucho màs y darse algunos privilegios con total derecho, que pueda ostentar cualquier habitante del paìs, que trabaja dìa a dìa, con el propòsito de satisfacer las necesidades mìnimas e indispensables para todo un grupo familiar. En lo personal tambièn percibo la misma idea y serìa mucho màs placentero, tener salarios acordes a lo que provocan los sectores manejadores de precios y tarifas, ya que esos menesteres no pasan por decisiones gubernamentales.
Sin embargo, es necesario hacer las siempre dasagradables comparaciones, pues ahì uno puede tener una base màs concreta, para sacar las debidas conclusiones de cualquier tema que se debate o discuta.
La presidenta la aseverò con total precisiòn, comparando, sòlamente con la inflaciòn anual, analizada no por el gobierno, sino por las consultoras privadas, que hablaban de un 30 o 40% anual, en etapas màs complicadas y lo real en cuanto a los aumentos otorgados desde julio del 2003 hasta la fecha actual, dònde el salario mìnimo, tuvo un  incremento que alcanzò la nada despreciable cifra de un 2.300% con respecto al haber mìnimo de mediados de 2003. Por eso, tomando como total acto desmedido, si hablamos de un 100% de inflaciòn anual (exagerando netamente) en todos estos años, algo totalmente irreal, el aumento concreto del salario, ha tenido un avance del 1.300% desde el comienzo del gobierno de Nèstor hasta el presente.
Pero vayamos a otras comparaciones màs concretas, que pasa literalmente por los precios de algunos productos de distintos ìtems, desde aquella etapa y hasta nuestros dìas. Por ejemplo, con un salario mìnimo, usted compraba en 2003, 150 diarios, al precio de $ 1,80.- por ejemplar, hoy a $ 8.- cada uno, usted puede compra hoy 650 ejemplares, con el nuevo aumento. Si hablamos de lentejas, en 2003 compraba 104 paquetes de un kilo y hoy 378 paquetes del mismo kilaje. La merluza costaba 5,99 el kilo, pudiendo adquirir 45 kilos con el salario de esa època y hoy llegarìa a comprar 164 kilos de tal pescado. Polenta, en 2003, 342 paquetes de medio y hoy 684, y asì podemos difundir una serie interminable de productos que hoy, tendrìa mayor poder de adquisiciòn, de acuerdo al salario màs bajo de aquellos tiempos. No asì con productos que se importan y que estàn dentro de la canasta bàsica, como el cafè y la banana, a manera de ejemplo, porque no existen diferencias y en el mayor de los casos, se perdiò en un valor del 10 al 15%.
Estas estadìsticas reales, que cada uno de ustedes puede buscar en los distintos medios afines, son las pruebas màs que evidentes, de la suba importante y fundamental, que ha tenido para el bolsillo de los asalariados, el salario, aumentando visiblemente el poder adquisitivo, algo que tienen en cuenta, distintos organismos internacionales, como la FAO o CEPAL, que ha enaltecido el trabajo que ha realizado en todos esto años, el gobierno argentino, con respecto a la reducciòn de la pobreza.
Entonces, resulta netamente llamativo, que sectores sindicales, que  saben perfectamente lo que ha significado para las familias argentinas, el modelo actual de inclusiòn y derechos en estos ùltimos años, ahora salen a difundir que estamos viviendo situaciones similares al 2001, sobre todo, cuando esos conceptos vienen de parte de Hugo Moyano, que segùn consta en varios videos, donde participò de ruedas de prensa, apoyaba fuerte y decididamente a los gobiernos de Nèstor y Cristina, por las cambios positivos que significò para los trabajadores, pero, como quedò afuera por sus incomprensibles posturas y peticiones allà por 2010, hoy se da el lujo de despotricar contra las polìticas de inclusiòn que genera el gobierno de Cristina. Incluso, el mismo De Mendiguren de la UIA y actual diputado nacional, que dio un gran apoyo a Nèstor, por todo lo que aportò aquel gobierno, como el presente, a la industria en su conjunto, manifestando en esos momentos, que la apariciòn de Nèstor, le habìa dado jerarquia a la politica y que ibamos por el camino correcto en base  la producciòn, hoy tambièn, por estar al lado del «renovador» Sergio Massa, aplica todo tipo de artimañas para destrozar la economia del paìs, incluso, a favor de los fondos buitre, declarando ademàs, que el salario no concuerda con la el aumento inflacionario.
Los hechos estàn a la vista y no voy a profundizar màs en el tema, lo manifiesto en cada una de mis editoriales, es hora crucial para que los argentinos, sigamos haciendo comparaciones, aunque resulta odioso hacerlas, pero nos muestra la verdadera cara, una del paìs virtual y otra del paìs real. ¿Està de acuerdo, amigo/a lector/a?