La subestimación sobre la sociedad, es aberrante y perversa

Lo que viene aconteciendo en los últimos meses, más pronunciado en las recientes semanas, ha superado todo tipo de imaginación en el sujeto moderno, simplemente, los medios de comunicación, representantes directos del poder económico internacional, no escatiman ningún tipo de concepto basado en las mentiras, con el único propósito de incluir el miedo e incertidumbre en las sociedades libres, con tal de insertar sus propuestas, que están ligadas con el mercantilismo, por encima de la dignidad del ser humano.

Entonces vayamos por parte: En nuestro país ya es harto conocido el manejo de cierta prensa, que han aumentado sus dardos venenosos, argumentando con mayor énfasis, las nuevas acciones de supuestas corrupciones, por supuesto, siempre pertenecientes al oficialismo, como así también, la fuerte ola de inseguridad, que azota los hogares argentinos, con participación vinculante del narcotráfico, según la óptica de los "gurús" especialistas que ametrallan a la opinión pública, sin tener un mínimo de conocimiento del tema, aunque se sabe que la seguridad, es algo que debemos defender, pero claro, no con las recetas que difunden los sectores dominantes, de esto hemos escrito durante estos últimos años y ustedes pueden corroborarlo, revisando estas páginas.

Pero esto no sucede solamente en Argentina, lo produjeron en Venezuela, ni bien se lanzaba la candidatura de Nicolás Maduro, una vez fallecido Hugo Chávez, incluso, lo aceleraron durante los primeros cuatro meses de gobierno del citado Maduro, tratando que estalle el país caribeño, sumergido en el miedo instalado por ellos mismos.

Similares recetas utilizaron con Brasil, atacando a su presidenta Dilma Rousseff, ya a comienzos de aquel conflictivo mundial de fútbol, finalizado hace apenas cuatro meses. Acrecentando los ataques despiadados, en la última quincena anterior al domingo 26 de octubre, fecha del ballotage que decretó el triunfo de Dilma.

Pero lo curioso y sorprendente fue que mentían de una manera grotesca y maliciosa, con el afán de confundir al pueblo brasileño, argumentando en la primera elección que Marina Silva iba a ganar en segunda vuelta, tras el empate técnico inicial. Como todos saben esto no sucedió ni por asomo y Silva entró tercera a más de 23 puntos de Dilma (¿?). Sin embargo, no conformes con esa tremenda mentira, se les ocurrió algo aún más perverso, difundiendo el mismo viernes 24,  48 horas antes del ballotage, no dando derecho a réplica a los acusados, por el tiempo menor que quedaba hacia el domingo, además de la veda política constitucional, que Lula y Dilma eran los dos personajes más corruptos del Brasil, ilustrado el comentario con fotos de tapa, bien pronunciadas y rebuscadas, donde aparecían ambos con rostros de preocupación, seguramente sacadas en los momentos más sensibles de estos dos notables políticos sudamericanos. Toda una canallada muy difícil de digerir, pero que no ha dado sus frutos, ante el triunfo incuestionable de Dilma, aunque se espera, al igual que en Venezuela, unos primeros meses complicados para el pueblo brasileño, por la estocada desestabilizadora de los sectores dominantes.

En Uruguay también fueron en zaga, lanzando la posibilidad de éxito de Lacalle Pou, que no sólo perdió por 16 puntos contra Tabaré, incluso, sumando los votos de los colorados, no alcanzan a superar al Frente Amplio, que a pesar de no sobrepasar los 48 puntos, se sobreentiende, será el nuevo presidente uruguayo Tabaré Vázquez el próximo 30 de noviembre, fecha del ballotage, aunque se descarta de estos personajes de los medios, nuevos inventos con el objetivo de seguir manipulando a la sociedad charrúa.

Lo sucedido en estos países nombrados, también tuvieron ecos similares de cierta prensa amarilla, vinculada al mercado financiero internacional, tanto en Ecuador, Chile y Bolivia.

Las pruebas son más que elocuentes, no quieren gobernantes de índole progresista y desean volver inexorablemente a los 90, sin embargo, la reacción popular ha sido contraria a las propuestas neoliberales, a pesar del ametrallamiento constante, las 24 horas de cada día, de estos sectores, pero, de ninguna manera significa que los pueblos latinoamericanos deben bajar sus guardias, por lo tanto, sólo se les puede peticionar a cada uno de nuestros hermanos, que estén fuertemente atentos, ya que ellos aducen que vamos por todo y precisamente, los que van por todo, son los que pregonan el miedo y esto significa literalmente, que van por nuestra dignidad y desde ya, no estamos dispuestos a que se produzca un nuevo "cambalache", justo después de haber recuperado y logrado nuevas conquistas y reivindicaciones, que nos hacen sentir personas, con un gran sentido de pertenencia.

¡La lucha continúa, cada instante de nuestras vidas!