Es la equidad e igualdad ¡Papà!

 Mi editorial de la semana, encara hacia otro paràmetro, pero siempre, sin dejar la polìtica como herramienta de cambio y como instrumento para el bienestar de la comunidad. Como lo hago habitualmente, camino por las calles de Buenos Aires, al igual que en todo el paìs, cuando me toca recorrer pueblos del interior, y disfrutando por la zona de Once, èse popular barrio de los porteños, donde deambulan personas de todas las clases sociales, aunque no me gusta calificarlo de este modo, pero, tampoco podemos evitar la realidad, llevàndome una agradable sorpresa la tarde del lunes pasado, cuando observaba a miles y miles de transeùentes haciendo sus compras navideñas, dàndome cuenta que la mayorìa de ellos eran trabajadores de salarios no muy potentosos, pero gastaban sus ganancias, logradas con gran esfuerzo, para las fiestas navideñas tradicionales. No pude dejar mi profesiòn en ningùn momento y comencè a efectuar algunas preguntas a cada uno de los compradores y comerciantes, en algunos casos, recibiendo como respuestas alentadoras, que podìan comprar, porque sus salarios le permitian hacer tal propuesta, como asì tambièn, de parte de los vendedores, que superaban las producidas en años anteriores, a pesar de aquellas premisas que nos venden los sectores dominantes o los medios hegemònicos de la informaciòn, de que todo se derrumba y la inflaciòn se come el salario por minuto. Era netamente visible que èse pueblo trabajador estaba plenamente feliz de poder realizar tales compras, lo decìan sus gestos y sus rostros regalando y despilfarrando alegrìas, por poder cumplir sus deseos de llevar a sus familiares màs queridos, los regalos tradicionales para estas fiestas tradicionales, fundamentalmente, por tener un trabajo digno y un estado que los apoya, como debe ser en cualquier rincòn del planeta. No se identificaba para nada las versiones de algunos sectores que todavìa andan diciendo que los "negritos" sòlo buscan los planes trabajar o las asignaciones por hijo para vivir del estado. Serìa imposible realizar tantos gastos con solo 400 pesos de asignaciòn, todo lo que se veìa, era un verdadero fruto de sus trabajos.
Parecìa que esos integrantes de la Primera Junta de 1810, que tienen las calles con sus nombres, me refiero a Paso, Castelli, Larrea, Azcuènaga, entre otros, estaban orgullosos de ver a sus compatriotas, compitiendo en un plano de igualdad, con los sectores màs pudientes de la sociedad y que aquellos esfuerzos de hace dos siglos, no fueron en vano. Me trajo el recuerdo de Mayo de 1810, al observar esas calles que llevan el nombre de los pròceres, con enormes multitudes de trabajadores, haciendo compras con el esfuerzo producido en sus tareas, posibilitadas por un modelo de gobierno inclusivo.
En otro orden, era muy observable que la clase media o media alta, tambièn adquirìa los productos que necesitaban en esa zona, porque se daban cuenta de los abusos pronunciados de los comerciantes de zonas de privilegio de la Ciudad de Buenos Aires, ademàs de comprobar que la calidad de los mismos, no difieren mucho de las otras zonas màs caras. Algo que denuncia y advierte muy seguido, el conductor natural del Mercado Central, su vice presidente Albrto Samid, cuando afirma que las grandes cadenas de formadores de precios y los shopping, estàn totalmente alejados de la realidad y abusan con los precios en cada producto que ofrecen a la venta.
En la noche de ayer y hasta altas horas de la madrugada, tambièn tuvo se eco con las ferias afincadas por el Mercado Central, que en definitiva pudo llegar a un acuerdo con el gobierno de Mauricio Macri, quien permitiò tal iniciativa de Samid, para instalar esas ferias que posibilita a la sociedad, adquirir productos a bajìsimos precios, siendo cubierto inteligentemente el evento por C5N en directo, a travès del programa "Minuto Uno", conducido por el mismìsimo Gustavo Sylvestre, que estuvo en las calles, como en sus comienzos profesionales, con la altura que lo caracteriza y defendiendo el bolsillo del trabajador.
Es importante y fundamental que esto ocurra, sobre todo en un barrio como el de Palermo, corazòn de la clase media alta porteña y que cada vecino se de cuenta que los estafan en las grandes cadenas de supermercados o en los comercios que mienten a sus clientes, con supuestas mercaderìas de gran valor, queriendo argumentar los precios elevados y desmedidos.
Pero, lo que màs me interesa recalcar en esta breve editorial del dìa de hoy, es la posibilidad que tiene hoy el argentino, quien estuvo marginado por muchìsimos años,olvidado por gobiernos que dieron la espalda a su pueblo, pudiendo manejarse en un plano de igualdad y equidad que sòlo pudo producirlo el modelo iniciado por Nèstor hace màs de 11 años y que actualmente va creciendo con la conducciòn de Cristina, aunque una gran cantidad de habitantes de nuestro territorio, todavìa le da la espalda a la voluntad popular y no quiere, ni desea, reconocer los cambios obtenidos desde hace màs de una dècada.
Entonces, me cabe el permiso de hacerles recordar a cada uno de ellos, con el respeto que me merece cada hermano de mi paìs, con aquellas palabras pronunciadas por el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, cuando hablaba de la economìa mundial y le contastaba a sus opositores, sin embargo lo voy a modificar un poco, para no agredir a nadie, pero, està vinculada literallmente con aquella propuesta o intenciòn de Clinton, por ello titulè esta nota de tal manera. Los resultados que se visualizan en la sociedad, tiene que ver con el modelo polìtico que se vive. ¿Lo entiende?