La consigna amenazante es única, ganan o incendian el país

 No voy a ser tan contemplativo en la presente editorial, aunque como lo hice siempre en mi vida, voy a escribir lo que siento, pero sin perder bajo ningún aspecto el sentido de la investigación, con el propósito de ofrecer una opinión coherente y atinada. No ser de aquellos que escribe cualquier cosa y recibe órdenes de algún mandamás corportativo, sólo basta recorrer la grilla de anunciantes que tiene Nuevo País, y se darán cuenta que no me banca ninguna multinacional, incluso ni el Estado. Hay una clara demostración de cierto sector opositor a las políticas del gobierno nacional, con mayor énfasis de parte de Mauricio Macri, que ya se consideran virtualmente vencidos y las diferencias que existen entre el FPV y su partido o movimiento o alianza o como desean denominarla, en el escaso tiempo que falta para el 25 de octubre, son prácticamente indescontables. Las encuestas que nos difunden en algunos medios son falsas de todo contenido, hemos trabajado desde ésta redacción desde hace unos seis meses con mucha seriedad y hoy las últimas pruebas que poseemos nos dicen claramente que el oficialismo, con la fórmula Scioli-Zannini redondea un 52 a 53% contra un 29 a 30% del frente Cambiemos, esto es casi irreversible y ellos lo saben a la perfección, entonces, no le quedan otra alternativa que inventar otras fórmulas, no para conquistar votos, porque reitero, el tiempo es muy corto para revertir semejante diferencia. Para mas datos, en los últimos días, agregando estos hechos conocidos que afectan el periodista Niembro y lo sucedido en Tucumán, Sergio Massa con su Frente Renovador se acercó mucho a Macri y le resta una cantidad importante de votos. Notan además, que Massa no quiere quedar pegado con la derecha conservadora y se aleja diariamente de ellos y mantiene su postura para acceder a un ballotage, no alejándose mucho de lo que propone el oficialismo, pero acentuando sí sus diferencias, para captar a un electorado indeciso.
Con estos antecedentes, Macri junto a los medios hegemónicos que transmiten las directivas, han elegido incendiar el país, no les importa para nada, ni la democracia, el bienestar de los argentinos y la imagen que podemos dejar ante la opinión mundial.
Sólo les interesa ganar o entrar en una zona de pánico, para que nuestra sociedad no sólo desconfíe del gobierno, también pierda la confiabilidad en los políticos, porque ellos siempre lo mencionan, incluso con el tema Niembro, aducen que era un hombre que se iniciaba en estas redes y por lo tanto no sabía lo que significaba estar dentro de la política. Terrible mentira, ya que Niembro había sido hace 24 años, funcionario de Menem en Comunicación, pero el mensaje es muy claro, dejar en evidencia que la política es sucia y por lo tanto, ellos representan a otra elite que quieren modificar las culturas de esta disciplina, ya que los "empresarios" están más capacitados para conducir un país, una de las consignas claras que tienen los neoliberales en estos últimos años.
Todo esto no resulta nada nuevo, ya lo hicieron en Paraguay con éxito; lo intentaron y lo siguen haciendo en Venezuela con Henrique Capriles; lo realizaron en México, también ganando la compulsa con Peña Nieto; probaron en Brasil y han armado una telaraña complicada para el gobierno de Dilma, en fin, tenemos innumerables pruebas concretas de como se manejan los sectores dominantes, ante la imposibilidad de acceder a un gobierno, mediante el voto popular.
Están utilizando nuevas recetas, o no tan nuevas, pero al menos esto aparece desde hace unos 15 años en el continente, con un nuevo argumento judicial, teniendo como base que en las esferas constitucionales pierden abiertamente, léase Poder Ejecutivo y Legislativo, entonces se acercan a un juzgado, con facultativos que los representan y comienzan a presentar distintas y variadas cautelares, con el único propósito de frenar cualquier iniciativa de gobierno o de los representantes legítimos de un pueblo, que son los legisladores, tratando de ganar tiempo,corrompiendo a jueces, tribunales y corte incluída, deteniendo el curso de las leyes votadas legal y democráticamente constitucionales, y de esta forma, no solo se burlan de la voluntad popular, dejan la huella para que no podamos estar seguros con nuestras intervenciones democráticas, ellos son los que mandan en tiempo y distancia, por lo tanto, van deteriorando la credibilidad de la sociedad hacia sus políticos y ayudados fuertemente por los medios hegemónicos, van obteniendo los objetivos fijados en sus propias agendas.
Los hechos recientes sucedidos en Tucumán, son un clarísimo ejemplo de lo que estoy comentando, porque constitucionalmente no existe ninguna anomalía en el curso de las elecciones y los actos de vandalismo y delictivos que ocurrieron, me refiero a la quema de urnas y el intento de copar la gobernación de la provincia norteña, no tienen nada que ver con un hecho de fraude, ya que los incendiarios fueron precisamente, partidarios de los partidos perdedores, que han quedado muy lejos en la suma de votos para ganar la gobernación. Recurrieron a tal medida, con el sólo propósito de "embarrar la cancha" como se dice vulgarmente en el fútbol, y de esta manera lograron manipular a la opinión pública. El conteo de votos fue legítimo y con la presencia de todos los fiscales, como la manifestara en mi editorial del jueves pasado. Pero, hay claras intenciones de querer confundir a la sociedad, como lo puntualizara al principio, con el único afán de que el pueblo pierda totalmente la credibilidad en los políticos y busquen otras alternativas para que los verdaderos conductores del país, sean personas "honestas y transparentes", que sin dudas esos atributos sólamente se lo tienen guardado para ellos, los únicos honestos que hay en Argentina. Una verdadera verguenza e insoportable humillación para el pueblo argentino, el que vota confiando en lo que ve, la única realidad, un país que estaba en llamas tan sólo hace 13 años y ve recuperado no sólo sus reivinicaciones personales, también observan con total naturalidad, el respeto y consideración que tiene el mundo entero hacia nuestro país, y el resto de los países hermanos del continente que han elegido esta forma de gobierno para sus pueblos desde hace unos 13 años en el continente.
Estas reflexiones que pasan por mi mente en estas horas, deseo transmitirlas a nuestros lectores para que no caigan en estas trampas maliciosas, que tienen como único objetivo volver al pasado bochornoso que nos costó sangre, sudor y lágrimas, no lo duden, por ello a escasos días de nuestra votación, no tenemos muchas cosas como para cotejar, no significa esto que nosotros somos el bien y ellos el mal, pero sí significa que hay un modelo de inclusión social y netamente democrático y otro servil a los intereses dominantes y especulativos. ¡Hasta la próxima!