NO FUE NADA BRILLANTE, PERO QUEDARON BIEN ESPECIFICADOS LOS 2 MODELOS

Macri se mostrò ofensivo y Scioli no se desviò de sus propuestas

Analizar èste debate presidencial inèdito en el paìs, sinceramente, no cuesta demasiado porque no existiò la profundidad en cada tema como hubiese preferido la poblaciòn, tal vez el escaso tiempo que le tocò a cada uno para exponer con cierta claridad cada tema, fue el detonante para que se minimice el accionar de cada candidato.

Hubo sì, situaciones muy claras que quedaron expuestas, incluso sin necesidad de pronunciar palabra alguna, como en el caso de la presentaciòn y despedida, dònde sobresaliò èsa palmada en la espalda reiterativa de Macri a Scioli, tìpica de aquellas que en la vulgaridad se toma como una falsedad, tal es asì, que existen millones de personas que se ponen fastidiosos (yo soy una de ellas) cuando le palmean la espalda, en fin, son simplemente detalles que no tienen que tomarlo como algo profundo y real, porque son cosas culturales y no tenemos que pensar lo mismo en tal caso.
Con respecto al debate en sì, con la exposiciòn de los temas elegidos por ambos y por supuesto, sugeridos por los organizadores "Argentina Debate" que no es otra cosa que una ONG que representa a los intereses dominantes y "manejados" por los medios hegemònicos, se puede tomar como aceptable y fue repartido los èxitos, ya que en primera instancia Macri logrò sacarlo de contexto a Scioli en algùn momento, fundamentalmente en el primer encuentro, notàndose visiblemente nervioso al candidato del FPV, dando una leve impresiòn que si estaban en la calle, se agarraban a trompadas. Fue muy agresivo Macri, paradòjicamente a la inversa de lo que propuso en la compulsa, donde rescataba y pregonaba por el diàlogo y no al enfrentamiento ente los argentinos, sin embargo lo tratò de mentiroso, cìnico y que Scioli repetìa las consignas escritas por Cristina o Anìbal Fernàndez. Fial a èse principio de "chicanero" y respetando a rajatabla las instrucciones de su asesor de imagen, Jaime Duràn Barba, Macri repetìa lo mismo que alguna vez hiciera en los Estados Unidos, Sturzzenneger, cuando manifestara que si las preguntas son peligrosas o comprometidas y no se pueden dar respuestas reales, vos decìs que el otro miente y cambiale el discurso. Esto lo propuso Macri y lo cumpliò sin fallas. Pero, Scioli levantò la punterìa en la segunda presentaciòn y hasta el final, sacando al candidato de Cambiemos de èsa premisa que le imponìan sus asesores y comenzò a dominar el entrevero, dejando sin respuestas a cada pregunta que le exponìa el mencionado Scioli y negàndose a manifestarse con total libertad y ahì se notò, la diferencia abismal de modelos, porque Macri quedò pegado con el plan que ostenta desde hace varios años, que no es otro que la entrega del patrimonio nacional y la aplicaciòn irrestricta de las recetas de los sectores dominantes, mientras que Scioli, puso de relieve todo el andamiaje de sus polìticas pùblicas ejecutadas en la provincia durante estos ùltimos 8 años, como las ideadas y ejecutadas por el gobierno nacional en estos 12 años, dando la certeza a la sociedad, de que las mismas serìan respetadas a ultranza y seguiràn profundizàndose cada dìa, a partir del dìa que pueda hacerse cargo del gobierno venidero.

Lo màs significativo como conclusiòn del debate aludido, fue la puesta en escena de dos modelos opuestos, aunque Macri intentaba desviar el eje de la discusiòn, no pudo contestar ninguna pregunta de Scioli, sobre lo que harìa con el cepo al dòlar, los subsidios, la defensa de las empresas estatales recuperadas, derechos humanos, en fin, desviò cada pregunta con inteligencia, pero considero que semejante exposiciòn frente a 40 millones de argentinos fue muy concreta y no saliò ileso ante tanta responsabilidad, ya que el pueblo no puede seguir comprando fantasìas o globos amarillos. En lìneas generales no fue nada brillante el debate, pero despertò una gran curiosidad en la sociedad que aportò màs de 1,8 millòn de twitter durante el desarrollo del debate televisivo y radial.