El intendente del PRO no respeta el dolor de los quilmeños y víctimas de la dictadura

El video que viene corriendo en las redes sociales y en los medios de comunicación, con relación a la conferencia de prensa brindada por el actual intendente del partido de Quilmes, el conocido cocinero televisivo, Martiniano Molina, ha dejado mudo a cada habitante del popular municipio del conurbano y a toda la comunidad de nuestro país, porque no se puede desconocer esos lugares que han representado lo más nefasto en etapas de la dictadura cívico-militar, me refiero estrictamente al denominado Pozo de Quilmes, conocido también como el "Chupadero Malvinas".

Sitio donde desaparecieron entre 250 a 260 argentinos/as, previa tortura, posterior muerte y desaparición, de cada uno de los seres que no vimos más luego de ser detenidos, con  el agravante de ser también un centro clandestino de maternidad, de donde salieron bebés que fueron entregados a familias vinculadas a los jerarcas genocidas de la década del 70 o puestos a la venta.
Siendo Molina un hombre de Quilmes, tanto de parte paterna como materna (familia Volpe) no puede desconocer bajo ningún concepto lo que significó el Pozo de Quilmes en esos tiempos, máxime si se trata de la figura más representativa hoy en el municipio cervecero, por tratarse del hombre elegido por su pueblo para conducir los destinos políticos, económicos, sociales y culturales de tal distrito.
Al comienzo de la citada conferencia, Martiniano, hablaba de que era necesario unirse entre los vecinos, refiriéndose no sólo a los quilmeños, sino a todos los argentinos, mismo discurso que emplea tanto el presidente Macri o la gobernadora Vidal o todos los ministros de Cambiemos, dejando de lado viejas compulsas y aparentaba sentir cierto dolor por los desaparecidos en la etapa dictatorial, refiriéndose incluso, a que en su familia también habían sentido profundamente la pérdida de varios amigos. Sin embargo, cuando un periodista le hizo una pregunta relacionada con el Pozo de Quilmes y si tal lugar, hoy ocupado por la Brigada Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, se convertiría en un museo de la memoria, el intendente, pensando a lo mejor que se trataba de una posible obra pública no realizada, desconociendo totalmente lo que había sucedido en los 70 en el citado espacio, salió abiertamente a decir que habían encontrado un municipio destruído y que por lo tanto se necesitaba tiempo, fundamentalmente, en todo lo que tenía que ver con la obra pública, principalmente, baches, arreglo de calles, escuelas, hospitales, etc. O sea, literalmente pensó que se trataba de un "bache" profundo el citado "pozo quilmeño" y que tomaría cartas en el asunto a la brevedad.
Una verdadera falta de respeto por su ignorancia y desconocimiento de algo tan profundo y doloroso para todos aquellos que han vivido aquellos tiempos nefastos, que merece una urgente disculpa y porqué no, manifestarse que es incompetente para tal cargo por el desconocimiento mismo expuesto y alejarse del mismo por tal incapacidad para continuar en la conducción del municipio donde fue elegido como el más capaz, al menos, eso es lo que corresponde, porque el voto popular debe corresponderle al más apto y no al más popular o famoso, esto no es un programa televisivo o el casting para un espectáculo. Sr Martiniano Molina, usted tiene la palabra, esperamos una respuesta madura de su parte, porque el pueblo de Quilmes lo merece. ¿No le parece?