Comprender las frases de estos genios nos enseñará el camino a recorrer

Necesitamos hechos en lo inclusivo, no alegría y esperanza

Nos ocupamos en la primera muestra de todo lo relacionado con la mentira e hicimos una recorrida con las frases de aquellos pensadores de siglos pasados mencionandos en el título, que dejaron enseñanzas muy difícil de pasar al olvido, simplemente, porque con ellas fuimos caminando los caminos y poniéndolas en práctica, cada vez que tenemos que analizar todo lo que nos proponen y también de manera fundamental, cuando nos toca pensar y actuar a nosotros mismos.

Es la forma más adecuada y recomendable para equivocarnos menos y siempre teniendo como premisa, que no debemos perjudicar al otro, algo que desgraciadamente a menudo cuando se toma una resolución y más aún, cuando se ocupa un lugar de funcionalidad en el órden público, se deja secuelas muy complicadas para toda una comunidad.
Hoy ocuparé este espacio escribiendo sobre la esperanza, relacionada con la alegría, la búsqueda incesante de algunos en lograr la unión, de andar juntos por la vida en el emprendimiento que nos toque iniciar, algo que el actual gobierno ha puesto de moda, tratando de concientizar a la sociedad de ponerlo en práctica, utilizando todo espacio de publicidad posible en los medios para que esas premisas se concreten, considerándolo como la herramienta fundamental para crecer en un país y en libertad. No todo esto es real, no todo esto lo podemos considerar necesario, lo que se necesita para ejecutar políticas públicas con éxito es la transparencia, emitir palabras que sean creíbles y que estén basadas en la viabilidad y que favorezca a una comunidad en partes iguales, sin diferencias entre los seres que componen dicha sociedad, dejando de lado el viejo adagio de las clases sociales.Todos merecemos ser considerados en capacidad de inclusión y cada medida que se toma, debe tener en cuenta a la totalidad de un pueblo, algo que no viene sucediendo en los últimos meses y esto no significa para nada que deseo inclinar la balanza para un sólo lado y que tengo fuertes afinidades con el modelo que implementaron los Kirchner.
El modelo Macri, seguramente orientado en la presentación de cada tema por el conocido Jaime Durán Barba, persona con cierto éxito en estos temas, debida cuenta que en 9 años le dio la posibilidad que en aquellos tiempos podían considerarse remotas, de ser al actual presidente, dos veces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y, por ende ser hoy presidente de los argentinos. Macri, sus inmediatos seguidores o seguidoras, léase Gabriela Micchetti y María Eugenia Vidal, Rodríguez Larreta, entre otros personajes políticos más visibles, utilizan en cada discurso o conferencia de prensa que otorgan, palabras de optimismo y el querer inculcar a la sociedad el aliento, fe, esperanza y otros atributos que son sinónimos de todo lo que estoy mencionando. Todo esto lo ejercen para no explicar con seriedad y credibilidad para el pueblo, con acciones concretas de proyecciones, realización de grandes obras y un excelente bienestar para los argentinos si continuamos con el sistema que desean y están empleando en el país, desde el 10 de diciembre pasado y desde hace 8 años en la Ciudad de Buenos Aires.Nada de todo esto se viene concretando ni en la Ciudad Capital, ni en el país
Aquí entonces es necesario recordar una frase de Friedrich Nietzsche, el filósofo alemán cuando se refería a todo esto, decía magistralmente, "La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre" Por supuesto la esperanza produce alegría en el ser humano, cierta felicidad y lo catapulta a esperar de ella para tener en que creer y deambular por la vida con optimismo y porqué no, ir proyectando su futuro a través de esas palabras que te mandan desde un sector de poder.Pero claro todo esto está emparentado con el autor de ésa premisa, de quien sale todo esta transmisión de felicidad y cuáles son los objetivos del proovedor de las palabras estimulantes, si se está mintiendo como lo manifestaba en mi primera muestra, difícilmente o casi de manera imposible se pueda concretar algo y además y en definitiva, si ésa felicidad representa hacer lo que uno desea o quiere. Entonces aquí también tenemos que recordar pensamientos del francés Jean Paul Sartré: "Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace" y no duden que encaja con todo lo comentado en párrafos anteriores y además Sartré, decía "Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros"
Todas estas máximas son tan aclaradoras que sin duda, no nos cuesta demasiado ser tan analizadas, cada palabra explica con notable claridad lo que acontece o puede acontecer con un ser humano cuando recibe estas consignas y cuál debe ser la reacción de ése ser, para no caer en trampas tan visibles que vienen desarrollándose a través de los siglos, pero con mayor énfasis en las últimas décadas, con todo el adelantamiento y resurgimiento de la tecnología de punta, porque ésta nueva disciplina ha servido literalmente para lavar el cerebro de los seres humanos, simplemente, porque es utilizado con ése fin y no con la premisa o el objetivo de cultivarnos y crecer en el mundo que nos toca vivir.
Por ello es más que importante meterse dentro de uno, ésa frase lanzada por Nietzsche, porque la esperanza aumenta el tormento de cada ser humano, lo que tenemos que obtener y optimizar son hechos reales, ver, escuchar y disfrutar de cada objetivo logrado, no en base a esperanzas o promesas de un mejor vivir, tenemos que vivir mejor porque es lo que merece cada ser humano, lograr la igualdad, los mismos derechos y para eso, no hace falta magia, como decía asiduamente Cristina Fernández de Kirchner, porque la magia es precisamente eso, esperanza, fe y la realidad es otra cosa, concretar cada emprendimiento con los planes y obras sobre la mesa y ahí se verá con certidumbre todo lo bueno o porque no lo malo, de lo que se construye, pero con realidades visibles, lo demás es puro cuento y de esto, los argentinos como dice el tango "la sabemos lunga" y estamos hartos de seguir consumiento mentiras y esperanzas. ¿No le parece, presidente Macri?