¿Será una realidad o un espejismo?

 Una vez más el sindicalismo argentino vuelve a ser protagonista fundamental en la vida político-social de nuestro país y esto se da por la incertidumbre que plantea el gobierno neoliberal de Mauricio Macri, luego de ésa cadena de ajustes en contra de los sectores populares, máxime, si se tiene en cuenta la reacción presidencial amenazando vetar la posible ley que puede salir votada afirmativamente en los próximos días en el Congreso de la Nación, sobre la posibilidad de frenar los despidos de trabajadores por 180 días. Claro, tenemos que preguntarnos sobre la seriedad que muestran los dirigentes máximos del movimiento obrero, cuando hablan de unidad y la promesa de unificar las centrales obreras en el próximo plenario del mes de junio, cuando se notó profundamente la "agachada" de Luis Barrionuevo en no participar del encuentro de ayer y las visibles ausencias como fue el caso del inefable Momo Benegas, como sí los trabajadores rurales no pertenecieran al sector de laburantes del país.
Considero que nos vino muy bien la reproducción de aquella editorial escrita por mí, en la primera quincena de junio del 2009, algo que nos peticionó una gran porción de nuestros lectores, porque pude cotejar todas esas conquistas y reivindicaciones logradas por los sectores más humildes de nuestra sociedad en aquella etapa del gobierno de Cristina, luego del exitoso paso de Néstor en la presidencia, y el alejamiento meses después de Hugo Moyano y todos los dirigentes de gremios afincados en la CGT Azopardo por no "concordar" con las políticas que estaba ejecutando el gobierno de Cristina. Precisamente, los logros más importantes se acreditaban en ésa época y a pesar de los conflictos creados por los sectores empresariales de la patria financiera, léase Sociedad Rural y sus socios, en contra de las medidas populares, se acrecentaban los logros y ampliación de derechos para los más humildes, sin embargo, ése sector sindical que hoy habla de unidad, fue el que dividió el movimiento obrero, con claras consignas neoliberales y en franca postura adversa a lo que necesitaban los sectores más vulnerables de nuestra comunidad, fustigando abierta y fuertemente al gobierno popular de Cristina Fernández de Kirchner.
Nos preguntamos con total derecho en estos momentos...¿Que nivel de seriedad o confianza podemos tener con estos sujetos? Si en los momentos más cruciales del modelo nacional y popular, se abrieron para aliarse con sectores opositores, que hoy son gobierno, iniciando una campaña mediática para vencer al gobierno de Cristina y en lo posible, tratando de que se retire del cargo antes de vencer su mandato.
Sin dudas, tener un movimiento obrero unido y organizado, algo que soñaba y peticionaba Perón, sería más que importante para el futuro del país y en franca defensa de los sectores populares, pero lamentablemente a través de los últimos años, esto ha sido todo a la inversa y contradictorio, por lo tanto no merecen ni el más mínimo respeto y sólo tendremos que esperar para saber que grado de seriedad tiene ésta "unidad" y si en verdad, es para defender los intereses de los trabajadores o simplemente, para ganar tiempo así Mauricio Macri pueda desarrollar el plan de aniquilamiento de los puestos de trabajo en Argentina, algo que hoy, para ejecutar las políticas de ajuste y entrega, necesita imperiosamente llegar a los dos dígitos de desocupación, con el objetivo de que le aprueben desde el FMI las líneas de crédito que solicita el país para sus "iversiones". ¿Se entiende claramente, no? Bueno, ojalá me equivoque con estos conceptos y tenga que pedir disculpas a la brevedad, será por el bien de los argentinos y no tendré empacho de pedir perdón si me equivoco.
¡Hasta la próxima!