¿Hacia dónde va tú país, mi país?

Hoy: La única realidad, es que no desean el crecimiento intelectual y económico del pueblo"

En realidad aquella frase simbólica de la Revolución de Mayo, no fue tal cual se la difundió a través de estos 206 años, porque el pueblo quería saber que estaban tratando en el recinto del cabildo, entonces preguntaba "El pueblo quiere saber: QUE SE TRATA", tomando como consigna básica, hacia dónde se dirigía la nueva junta de gobierno, tras la renuncia de Cisneros. Pero como todo lo que nos enseñaron en las escuelas, estuvo viciado de anormalidades y falsas muestras, nos fuimos acostumbrando a digerir tales propuestas y nos quedamos con eso de "El pueblo quiere saber de que se trata" a través de los años, algo que vuelve a repetirse cotidianamente y se minimiza en realidad lo que significó para la vida de los argentinos, aquella epopeya revolucionaria, consolidada seis años después con la Declaración de la Independencia, quedando a sólo mes y medio para "festejar" el bicentenario de tal gestión patriótica. Vuelvo a encomillar la palabra festejar, porque en estas condiciones nos queda poco para lograr tal derecho.
Menciono todo esto, simplemente por lo sucedido el martes pasado tanto en el tedeum de Catedral con la presencia del presidente Mauricio Macri con todo su gabinete y además, al ver ésa Plaza del Pueblo vacía, con unos 400 adherentes al gobierno nacional, saludando y besando al mandatario, pero vallada y alejada del pueblo trabajador, que ante tantas aberraciones económicas producidas en el semestre, al menos quería festejar un nuevo año como reconocimiento hacia aquellos personajes que nos dejaron una patria libre y soberana.
Es llamativo el desinterés de Macri, al recibir la homilía del cardenal Mario Poli, quien expresó algunas críticas fuertes al programa económico anti popular del gobierno, de la misma forma que la Iglesia viene esgrimiendo desde hace más de 3 décadas, produciendo fuertes consignas contra Alfonsín. Kirchner y el mismo Menem, quienes al menos contestaron defendiendo sus posturas gubernamentales, pero deja la impresión que a Macri, todo lo resbala y se queda con su minúsculo grupo que lo besa en la plaza, pero desde ya lejos de su pueblo, por eso valló toda la plaza, para evitar alguna manifestación de queja y no dejar a la comunidad expresarse con total libertad, sin embargo, no he notado a cierto periodismo nacional, evaluar tal situación y salir a defender lo que significa  la histórica Plaza de Mayo para nuestros compatriotas. Tal es la displicencia y falta de respeto a nuestra sociedad de Macri y sus aliados mediáticos, que no han pasado el Himno Nacional el 25 de mayo en la TV Pública, ni hubo comentarios del periodismo, salvo algunas excepciones como la de Gustavo Silvestre; Víctor Hugo Morales y algunos otros.
Claro, el presidente ante tanta desaveniencias y falta de coordinación en su políticas públicas y complicado por el veto a la ley Antidespidos, intenta seducir a la población con nuevas medidas benefactoras para los jubilados y pensionados o intenta reflotar el "Blanqueo de capitales", precisamente, algo que criticó junto a todo su entorno con los tapones de punta, cuando lo puso en circulación el entonces Ministro de Economía del kirchnerismo, Axel Kicillof. Recordemos palabras vertidas en sus twits, por Laura Alonso; Elisa Carrió o la misma Patricia Bullrich, aduciendo que ésa medida impulsada por Kicillof, era para beneficiar a los evasores, narcos y especuladores financieros. Lo que no aclaró Macri, es si va a traer sus fondos oscuros depositados en algunos paraísos fiscales, dentro de ése paquete de reintegro a la Argentina de dineros que no se precian de limpios o bien ganados.
También es muy llamativo el desinterés de las centrales obreras divididas (CGTs), no así las CTA, en cuanto a la reacción que deben tener ante el veto de la ley en defensa del trabajo, ocultando los verdaderos motivos que les impiden tomar una decisión con una medida de fuerza, porque literalmente están comprometidos con el plan de ajuste del gobierno neoliberal y seguramente quedarán callados, salvo que las bases superen a los dirigentes y pronto se note una reacción popular que los ponga en órbita con la realidad.
No se habla nada en el gobierno, sobre el renacer de 600 merenderos, sólo en Capital Federal y el conurbano bonaerense; los 450 comedores comunitarios en todo el país y la fuerte ola de robos y secuestros producidos en el semestre, con mayor énfasis en el mes en curso, con una evidente falta de sincronización y coordinación de la actual Ministra Patricia Bullrich con sus jefes subalternos de las tres fuerzas de seguridad, teniendo en cuenta que ha sido uno de los "caballitos de batalla" en la campaña de Cambiemos.
Tampoco se produce una explicación gubernamental sobre las conexiones de Lázaro Báez, el hombre nefasto de la sociedad argentina en la actualidad para la mayoría de los medios cómplices con Macri, quien tiene innumerables negocios con Nicolás Caputo y Angelo Calcaterra, brazo derecho ejecutor y familiar, respectivamente de Macri, sin embargo ahora quieren demostrar que existe una carta de Cristina Fernández para involucrar a Calcaterra en todo esto y de ésa manera, desviar la atención y sacar de contexto a Báez. O sea, toda una maraña de mentiras para manipular a la opinión pública, queriendo salvar a Caputo y Calcaterra, y además, como es costumbre en la derecha reaccionaria nacional, condicionar la tarea de los jueces.
En fin, como puede apreciar amigo lector, nada ha variado con respecto a la formación o los primeros pasos de nuestro bendito país, porque las acciones anti-populares y con evidentes consignas en favor de los sectores corporartivos y dominantes, siguen siendo las mismas, desde aquella aparición de Bernardino Rivadavia en 1921, 5 años antes de ser el primer presidente, cerrando el diario La Gaceta, al morir el último representante de dicha prensa libre, Bernardo de Monteagudo y las recetas fueron cambiando tal vez, por las distintas etapas de la marcha hacia el capitalismo salvaje, pero los objetivos siempre han sido los mismos, derrumbar toda iniciativa progresista de un pueblo, para ver cristalizadas las esperanzas de opresión contra sus habitantes de parte de un minúsculo grupo de buitres humanos que sólo les interesa agrandar sus arcas monetarias y no la libertad y ampliación de derechos de un pueblo, sino trate de analizar con detenimiento las palabras vertidas por González Fraga, quien se dio el lujo de argumentar que la clase media argentina ha sido desmedida con sus gastos en etapas populistas y ahora está pagando las consecuencias. Para estos personajes, los "negritos" tienen que seguir siendo negritos, por lo tanto no tienen el derecho de crecer, eso es sólo para ellos y ahí está la clave de todo éste berenjenal. ¿No le parece?
¡Hasta la próxima!