¿PUEDE MORIR ALGUIEN QUE NO NACIÓ?

Los argentinos tenemos de muchas cosas por preocuparnos y más aún los habitantes de Latinoamérica, como para prestar debida atención a los hechos recientes sobre “la muerte” de Osama Bin Laden.
La “Corpo” mediática le da demasiada importancia para jerarquizar el mandato de un presidente norteamericano que no viene cumpliendo con las promesas preelectorales de su país.
Pruebas concretas: La situación de la cárcel de Guantánamo; el retiro definitivo de las tropas en Irak; recibir el Premio Nobel de la paz y a las 48 horas invade Libia, etc, etc, etc.
Pero los medios conocidos nos siguen dando sorpresas, en cuanto a lo que les conviene difundir, tomando a los argentinos como simples estúpidos que no saben lo que quieren y entonces nos cargan de informaciones o noticias que están muy lejos de querer ser consumidas por la población. El casamiento del “principito” inglés fue tal vez, lo que decimos habitualmente,  algo que rebalsó el vaso. Se le dio una importancia inusitada porque desde una semana antes del evento casamentero, se venía anunciando como la boda del año y tal vez una de las noticias más relevantes de la temporada. El mismo día de la boda, desde las 5 de la mañana se dedicaron a mantenernos “informados” con todo lo que acontecía en Inglaterra.
Claro, se olvidaron precisamente, que en ésa fecha era el recordatorio de una de las más desgraciadas situaciones que habíamos vivido los argentinos en toda su historia, que fue el hundimiento del Belgrano, producido por los mismos que festejaban el casamiento de Williams. Salvo algunos medios, originariamente del estado, pero que tampoco le dieron la importancia que merecía el recordatorio, toda estaba dedicado al casamiento del siglo.
Pasado ese acontecimiento, la noticia de la semana pasó a manos de una prueba más de la alarmante demostración de superioridad que nos quiere demostrar el gobierno de los Estados Unidos. Hablamos literalmente del tema Bin Laden.
Como no tienen noticias que puedan desestabilizar el andar del gobierno argentino y la oposición que pretende quedarse con la presidencia en octubre, no ofrece nada nuevo para comentar, desde ya todas las fichas están puestas durante este período a la muerte del líder fundamentalista musulmán, creado por los mismos norteamericanos.
El título de esta columna no sugiere una locura de quien escribe, ni tampoco pueden considerarla como una aventura, me limito solamente a hechos y actuaciones concretas que vengo investigando y observando desde hace más de 30 años.
Analicemos: El magnate Bin Laden (padre) era un hombre vinculado a la Fórmula Uno del automovilismo, más preciso, patrocinante directo de la firma Williams, donde alguna vez corriera para esa escudería nuestro “Lole” Reutemann y se conocía de aquel, que era un hombre fuerte de negocios, con una red importante en las empresas petroleras más importantes del mundo, y a su vez tenía excelente vinculación con los Estados Unidos. Se sabía además que era padre de tres hijos (dos mujeres y un varón) y el más pequeño o sea el varón, tenía graves trastornos psiquiátricos, permaneciendo internado en un hospital para esas patologías desde los 11 años, y presuntamente, de acuerdo a informaciones que leí en esa época en revistas del continente, más precisamente en Costa Rica y Panamá, este chico había fallecido allá por el año 1981. De acuerdo a esas informaciones no existía otro hijo varón del matrimonio Bin Laden.
Cuando George Bush padre, se hace cargo de la presidencia de los Estados Unidos, aparece en escena un tal Osama Bin Laden, que supuestamente era el ariete que tenía el gobierno norteamericano para defender las políticas petroleras en medio oriente y se decía que era el “espía” y socio de ése país imperialista del norte del continente con respecto al tema que estoy comentando, además del supuesto hijo del magnate aludido.
Lo importante de todo esto, es que nunca se lo vio en público y sólo aparecían algunos videos, viejas películas de una adolescencia estudiantil del personaje, pero jamás se pudo visualizar que estuvo reunido con algún presidente de EE.UU. o con cualquier funcionario de ése gobierno.
Fueron pasando los años, hasta que el país del norte con su clásica  forma de conducirse con el resto del mundo, comienza a difundir que el supuesto Osama Bin Laden, inauguraba su ola de terrorismo por el mundo, con el afán de perjudicar la paz mundial y entonces llegan una serie de sucesos y hechos que son de dominio público mundial.
Todos esos argumentos norteamericanos fueron la clave para invadir países, quedarse con el mercurio de Kosovo, el petróleo de Irak, Afganistán y muchos países de origen árabe.
No tiene sentido ir puntualizando como sucedieron estos hechos recientes porque todos los lectores saben lo que nos transmiten los medios.
Pero es necesario hacerse algunas preguntas para entender medianamente lo que pasa.
Estas preguntas se las formulo a todos ustedes: ¡Vieron alguna vez a Bin Laden, conversando en directo con alguna persona viviente? ¿Era tan secreto este personaje, que jamás se lo vio con algún funcionario estadounidense hablando frente a las cámaras? ¿Puede ser que solo conocemos algunas fotos o videos dudosos, como si estuviéramos frente a algún pastor de épocas medievales?
Claro, cada uno de ustedes puede preguntarse o tener un panorama de acuerdo a otros personajes de la vida política y social del mundo, caso del narcotraficante colombiano Gaviria o del mismísimo “Che” Guevara que sus muertes fueron dudosas o algo similar, pero nadie puede vacilar que eran personas que habían sido visualizadas por millones en el mundo y que sus hechos a través de la historia, están debidamente documentados.
Solo me instalo a reflexionar que éste señor de las tinieblas, no fue visto en público jamás, y además pienso que estos personajes de ficción solamente se les puede ocurrir en su creación, a los que llevan el estandarte de la ciencia ficción como ingleses y norteamericanos, que se permitieron crear a Frankenstein, Chuky, el hombre araña, la mujer maravilla, el hombre biónico, etc. O sea, todos personajes que a mentes enfermas como ellos pueden cruzárseles por las neuronas.
Lo concreto es que a través de esta supuesta muerte de un hombre que imaginariamente no nació, Barack Obama pueda decir con total desparpajo que: “Nada de lo que sea imposible, Estados Unidos no pueda lograr”.
Esta es una demostración cabal, que estamos frente a una nueva ofensiva mundial, que no suponemos cuales puedan ser las secuelas y más que nunca, debemos luchar para lograr un continente unido, algo que presidentes de Centroamérica y México, comenzaron a visualizar para definitivamente unirse con  la UNASUR, para no ser sorprendidos en el corto plazo, ya que los nuevo caminos de “conquista” que desean los del norte, son todas nuestras riquezas naturales, algo que con sus guerras y teorías destructivas han aniquilado, pero que las necesitan para seguir viviendo. Todo esto es lo que debemos cuidar y los modelos políticos vigentes, precisamente, se llevan a cabo para construir algo distinto en el continente, con el objetivo único de lograr la convivencia pacífica entre nuestros pueblos.