Generando cambio

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100 años del voto universal, secreto y obligatorio PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Viernes, 07 de Octubre de 2016 21:57

altCumbre del Movimiento Nacional y Popular en Atlanta

Con CFK como oradora principal, sumando a Leopoldo, Mempo y Palazzo, se vivió una fiesta de la democracia
El acto realizado anoche en el Club Atlanta, organizado por el MNA y FORJA, conducidos ambos movimientos políticos-sociales por Leopoldo Moreau y Gustavo López, rayó a gran altura y contó con la presencia de políticos, sindicalistas e intelectuales, comprometidos con el campo popular, jerarquizando aun más el evento, con la presencia de la presidenta MC, Cristina Fernández de Kirchner, en una nueva aparición pública que abre una esperanza abierta a todos los argentinos/as. Se festejaba en dicho encuentro los 100 años del voto universal, secreto y obligatorio, que amplió los derechos democráticos de todos nuestros compatriotas, una ley que se adjudica a Roque Sáenz Peña, porque fue votada durante su período presidencial un 10 de febrero de 1912 y que desgraciadamente, no figura entre las fechas que ameritan recuerdos a la memoria de todos los argentinos, algo que  merecería sin luhar a dudas, ocupar un enorme espacio de privilegio. Tal día del mes de febrero de 1912, el Congreso Nacional aprobaba el voto secreto, universal y obligatorio para los varones (el voto femenino llegó en la segunda presidencia de Perón) y abrió de tal forma la verdadera política a la participación popular en todas sus dimensiones. Pero, tal ley comenzó a funcionar un 2 de abril de 1916, ya con el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, siendo el líder radical, el primer presidente en concreto que había ganado con el voto popular, teniendo como premisa que en la vieja Constitución de 1853, que nos dejaba una nueva organización institucional al país, no decía absolutamente nada sobre cómo y quiénes debían elegir los representantes del pueblo que gobernarían la bendita Argentina, y tampoco mencionaba a partidos políticos, ya que en aquel entonces no existían y todo se manejaba entre corrupciones, fraudes y directivas reales de Gran Bretaña, poníendola en práctica en el país, aquel quinteto nefasto que si bien otorgó crecimiento industrial a la nación, todo lo productivo se le llevaban los ingleses. Cuando menciono a ése quinteto, naturalmente me refiero a Sarmiento, Mitre, Pellegrini, Avellaneda y Roca.
Bien, sigamos con ésta verdadera cumbre realizada anoche en Atlanta, dónde brillaron los discursos de Giardinelli, Palazzo, Moreau y Cristina y nos dejaron un mensaje alentador sobre el nuevo frente que seguramente será de suma importancia para la vida político-social de los argentinos y que próntamente obtendremos los resultados que esperamos, a medida que los dirigentes realmente sientan el campo popular se junten y comiencen a trabajar en sociedad, detrás de estas convicciones, para que estos anhelos no queden truncos y recuperemos todo lo que en escasos 10 meses, hemos perdido con esta nueva versión del modelo conservador salvaje que desea imponernos Mauricio Macri, servil a los intereses del FMI y los EE.UU.
Todos queremos a nuestra nación y la democracia, y bajo ningún aspecto está en nuestras mentes que un gobierno no termine su mandato, pero también es cierto, que de seguir la profundización de los ajustes; la pérdida de empleos, los tarifazos, la represión a los trabajadores, etc, seguramente el destino que tiene el desgobierno actual, es muy corto y el helicóptero estará esperando en las terrazas de la Casa Rosada. Por ello la cumbre de anoche en Atlanta tiene un gran significado y nos reabre el camino para retomar la militancia, estar preparados y atentos, más aun si nos damos cuenta de la clase de dirigentes que tenemos, ahí a la vuelta de la esquina, digo esto, porque después de haber escuchado los discursos de Leopoldo y Cristina (algo que pueden escuchar a través de los videos que ofrece en su página el MNA y FORJA) reivindicando a los grandes de los movimientos populares, como Yrigoyen, Perón, Evita, Alfonsín, Néstor y la propia Cristina y refrescando la importancia de aquel 2 de abril de 1816, nos compromete abiertamente y con todas las convicciones a luchar para estar preparados nuevamente a recuperar el poder político en Argentina, con la sana intención de devolverles la verdadera alegría y tranquilidad a nuestros compatriotas, no la alegría que propone Macri y su pandilla de empresarios.
A propósito y me permito dejar la tarea profesional por un instante: ¿Les gustaría la fórmula presidencial futura: Cristina-Leopoldo? ¡¡¡Que lujo sería!!! ¿No le parece?


 
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