Escrito por Jorge Rachid
|
Lunes, 07 de Noviembre de 2016 09:38 |
1- Siempre los imperios coloniales denominaron peyorativamente los
liderazgos populares. En el siglo XlX fueron los caudillos quienes
recibieron la andanada de agravios y persecuciones, con ríos de sangre
derramada, en nombre de la civilización que avanzaba sobre la barbarie,
que supuestamente ellos representaban. En el siglo XX los dos líderes
populares Irigoyen y Perón fueron asimismo estigmatizados, perseguidos,
maltratados, expropiados y exiliados o presos, en nombre de la libertad y
la democracia.
2- Durante los últimos 15 años, América Latina que
tuvo la iniciativa de recrear la Patria Grande, con líderes nacionales
que entendieron la necesidad de nuestros Padres Fundadores de constituir
la región en territorio común de sueños y esperanzas de los pueblos.
Eso líderes comenzando por Chávez, Lula y Kirchner a los cuales la
impronta UNASUR fue agregando a Correa, Evo Morales y Mujica, con el
aporte posterior de Dilma y Cristina, fueron desde el primer día
hostigados desde el imperio, desde EEUU y presionados por el FMI. 3-
No fue menor la contraofensiva imperial después del NO al ALCA, que
desde Mar del Plata en el 2005 significó un revés geopolítico para los
planes expansivos de EEUU sobre el Atlántico Sur, cuestión que originó
el despliegue el inmediato de nuevos planes que fueron concretando por
pasos: primero un intento de golpe fracasado a Chávez rescatado por el
pueblo y las FFAA cuando ya había jurado un nuevo titular, empresario
petrolero; siguió el golpe a Zelaya en Honduras y luego el juicio
político express en Paraguay con Lugo destituído. Después la historia
conocida de Dilma y el ataque permanente sobre Cristina Kirchner desde
el momento mismo de la asunción de su segundo mandato. 4- Este breve
recordatorio, desde la historia nos sirve de base para que
reflexionemos sobre la situación actual y los caminos a seguir en la
reconstrucción del movimiento nacional, ya que no repasar los hechos,
nos puede llevar a diagnosticar situaciones, desde coyunturas sin
proyección estratégica, en donde el enemigo neoliberal lleva e impone la
agenda diaria, operando por líneas interiores del movimiento nacional,
en un intento, como siempre de debilitarlo, fragmentarlo, atomizarlo.
5- Tanto es así que desde la derrota, los cantos de sirena sobre el
cambio de ciclo, tipo decreto reglamentario se suceden a las
afirmaciones sobre liderazgos que determinan como historia, como
situaciones de hecho ejecutadas por personajes que están en las gateras
de nuevos espacios a cualquier precio. Algunos son los operados por el
enemigo, otros son los “apresurados” que hablaba Perón, los mas antiguos
enojados “por el dolor de ya no ser” que intentan frenar la historia
criticando la masiva irrupción de la juventud a la política, negando el
proceso de reconstrucción inmenso de 12 años de peronismo en el
gobierno. 6- Es ahí donde el neoliberalismo mete la cola, con
Cristina en tapa todos los días de todos los diarios, de todos los
zócalos, desde hace 10 meses ya que constituye la única tabla de
salvación de un proceso social de desplazamiento de masas de población
hacia la pobreza en una nueva ingeniería social como en los 90, cuando
12 millones de argentinos fueron arrojados a las banquinas mismas de la
historia social de nuestro país, destruyendo el modelo social solidario,
inaugurado por Perón y Evita en los años 46. Sólo la andanada de
ataques puede tapar el presente doloroso del pueblo. 7- La
complicidad en esto puede darse por desconocimiento en el pueblo en
general, pero en los militantes que se hacen los distraídos, sólo pueden
estar al calor de los ataques al liderazgo de Cristina, quienes quieren
debilitar al movimiento nacional, lo cual no significa que la quieran
mas o menos, pueden sentirse contenidos o no por la compañera, pueden
quererla o no, pero lo que no pueden es participar de las maniobras del
enemigo en la campaña de debilitamiento del movimiento nacional ya que
sin dudas, insisto con o sin adhesión a Cristina, la compañera es parte
esencial del movimiento nacional y popular de liberación que es el
peronismo y sus aliados. La amputación del llamado kirchnerismo es la
maniobra preferida del macrismo para debilitarnos y fragmentarnos. Esto
es manual de jardín de infantes de las 20 verdades del peronismo. 8-
Este ataque sistemático, permanente y agraviante de la compañera y su
familia incluso hasta la memoria de Néstor, que ha sido agraviada en
forma brutal e inhumana sobre quien ya no puede defenderse, ha sido una
constante histórica que ha perseguido el objetivo de borrar la memoria
del pueblo. Tanto es así que los logros de ampliación de derechos,
recuperación de la soberanía nacional, la inserción en el mundo
Multipolar y la integración regional, memoria, verdad y justicia y los
juicios de Lesa Humanidad ejemplo en el mundo, el desendeudamiento, la
incorporación previsional al 96% de los mayores de 65 años, la AUH, las
19 vacunas obligatorias y gratuitas, únicas en el mundo sanitario, el
fútbol para todos, han sido borrados por la ofensiva de destrucción del
liderazgo de Cristina. 9- No lo han logrado pese a sus esfuerzos,
por el contrario han sido derrotados en ese terreno al resurgir el
afecto y acompañamiento del pueblo, que la ha elegido como guía, por dos
motivos: primero por la fortaleza de la compañera que sin fueros
enfrenta todas las andanadas, mediáticos judiciales, de los nuevos
actores de la política, como en el siglo pasado en la anterior ofensiva
neoliberal de los 90 eran los economistas, ahora periodistas, fiscales y
jueces ganados por el poder actual nacional e internacional; el segundo
que no tienen elementos sustantivos de índole legal mas allá del
linchamiento mediático, principal arma de ataque, que lleva a la sobre
saturación informativa que cansa. 10- El peronismo ya con llagas en
estas lides persecutorias sólo debe recordar que “sólo el pueblo salvará
al pueblo” ya que siendo el único escribiente en la historia y quien
determina los nuevos paradigmas y caminos para lograrlos, no depende de
dirigentes ansiosos, por protagonizar sus propias epopeyas al margen de
los tiempos y espacios que va ganando la movilización popular. Eso se
construye desde Cristina al último militante, en el día a día, en la
batalla cultural cotidiana, en el enfrentamiento al neoliberalismo, sin
entrar en los ofrecimientos de los “políticamente correcto”, de la
gobernabilidad que ofrece en enemigo, ni mirando al costado, ni la
autocrítica permanente como forma de hacer política. Todo eso debilita y
es contrario a los objetivos de recuperar el poder político, ya que sin
masa crítica para la batalla, el neoliberalismo se queda a vivir, con
bases militares de EEUU incluidas. Patria o colonia sigue siendo la
consigna.
|
|