Nos averguenza que estén sentados en una banca

Las argumentaciones que utilizan los personajes serviles al mercantilismo, no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo y con mayor predisposición en nuestra América Latina, ya no sorprenden a nadie, o al menos a todos aquellos que nos interesa estar informados, para no caer precisamente, en las trampas que siempre nos han tendido esos sectores antipopulares.

Lo sugestivo de todo esto, es la falta de conocimientos que tienen estos sujetos con relación al comportamiento dentro de un ámbito político o el desinterés que ostentan por conocer las reglas que hacen una vida y acción parlamentaria, ya que no se puede improvisar o sentarse en una banca, sin conocer al menos las bases del reglamento de las Cámaras y por dónde pasa un debate.
En primer lugar dedico unas líneas a la actual Vice Presidenta de la Nación, Gabriela Micchetti, que ya nos tiene muy acostumbrados que no conoce nada del parlamento, a pesar de haber sido en forma previa al actual cargo, electa como diputada nacional para el mandato 2009-2013 y luego en 2013 como senadora nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y designada jefa del bloque PRO en el Senado. Con todos esos antecedentes legislativos, y al hacerse cargo como Vice Presidenta, viene cometiendo errores reiterativos por desconocer precisamente el reglamento del senado, sin hacer ningún esfuerzo por cultivarse y estudiar en los distintos cursos de capacitación en el ICAP (Instituto de Capacitación Parlamentaria) que funciona en Diputados desde hace más de 30 años y que está para instruir a legisladores, asesores y empleados administrativos de ambas cámaras. La reiteración durante la última sesión en querer votar ante un empate, no deja margen para pedir disculpas, ni tampoco perdonarla por tal acción, a esta altura y luego de casi 8 años de parlamento, es una aberración y hay que mandarla a marzo como se hace en las escuelas. ¿No le parece?
Lo mismo, aunque en otro orden, le cabe al diputado Diego Bossio, porque en una despreciable discusión con su colega Mayra Mendoza, dejando de lado el eje del debate, la llevó para el lado de la contienda electoral del año anterior, cargando culpas y responsabilidades de la derrota del FPV y acusando fuertemente a la agrupación política La Cámpora, cuando todo ése "debate" o confrontación partidaria, tendría que haberse realizado puertas adentro del PJ y además, no está, ni permitido, ni identificado con la cultura parlamentaria, ni tampoco lo contiene el reglamento, por lo cual debería ser sancionado el citado Bossio, pero también, no puedo dejar pasar ésta acción indebida y canallesca de Bossio, por varios motivos, que paso a enumerar:
1) Fue director del ANSES, por recomendación directa de Máximo Kirchner, Amado Boudou y Sergio Poggi.-
2) Llegó a estar en tercer lugar en la lista de diputados nacionales, por haber sido también elegido por Cristina y los referentes de La Cámpora.-
3) Todos los antecedentes que estuvieron en la consideración de los electores, se debió exclusivamente a esos dirigentes juveniles de La Campora, y reconocidos por la presidenta (MC) Cristina Fernández.-
Se nota profundamente que Bossio no tiene ninguna identificación con la palabra, agradecimiento, incluso con la misma presidenta MC, porque fue la defensora acérrima de su figura y ponderó la gestión en ANSES, y lógicamente con aquellos compañeros jóvenes de la citada agrupación aludida, que también levantaron la imagen del diputado.
No puedo creer que haya manifestado en la HCD, algunos datos sobre la pobreza, argumentando que el kirchnerismo había ocultado la verdad, porque el índice real de la pobreza, según su óptica, es el que publicó el actual oficialismo, sin embargo hasta los últimos días de su gestión en ANSES (hay videos que lo atestiguan) decía que la pobreza rondaba por los 5 puntos y que los desocupados habían descendido de 25 a 6%, desde la asunción de Néstor y hasta que finalizara su segundo mandato Cristina. Es claro que su vinculación sentimental con el macrismo, tiene que ver exclusivamente con alguna mala acción dentro del organismo que conducía, porque está nervioso, quizás, por algúin "carpetazo" que muestren a la sociedad, como lo manifiesta asiduamente el conocido periodista Gustavo Sylvestre. Pero se da el lujo de hablar sobre hipocresía. ¡Patético!
Uniendo ambos casos citados, Micchetti-Bossio, con características de algún modo similar y por tener ascendencias concretas en la hipocresía, tomándole el pelo al pueblo argentino, no tengo otra opción que decirles a ambos que son figuras nefastas para nuestra sociedad, algo que el grueso del pueblo debe saber y no dejarse convencer una vez más por sus palabras y acciones, no pueden estar en los lugares que ocupan, aunque hayan sido elegidos por su pueblo, simplemente, porque han entrado a la casa de la democracia con totales mentiras, pues no tienen ni idoneidad, son ineptos, mentirosos y traidores reales a las causas que lo llevaron a un recinto. Averguenzan a una casa política y democrática que ha sido orgullo en varios pasajes de nuestra vida institucional. ¡Como decía un famoso periodista deportivo: "Por lo menos, así lo veo yo"