El presidente sigue en el espacio y no baja a la tierra

 Mientras en todo el país se movilizaba la comunidad educativa, Mauricio Macri inauguraba las clases en Jujuy, en una jornada armada y con la desfachatez de hacerle tocar la campana a un niño que seguramente no entendía nada de la paritaria docente, ni que en el país, salvo dos provincias que habían solucionando su problema salarial por estricta voluntad de sus gobernadores (San Luis y Santiago del Estero) existía un paro docente nacional con enormes marchas en numerosas plazas, en un marco que no se había registrado jamás en nuestro territorio, aun en aquellas nefastas jornadas del menemismo. Incluso, en la misma provincia norteña, no había clases por el paro, salvo en ésa escuela donde Macri realizaba y oficializaba el acto, en una concreta prueba de una nueva mentira armada.
Pero lo más desprolijo y alarmante de nuestro presidente, sucedió horas después de haber estado en Jujuy, dónde sólo pudo ponderar el sol puneño, me estoy refiriendo a su mensaje con respecto a los futuros vuelos de cabotaje en Argentina, porque en primer lugar deja de lado en un nuevo retroceso de lo afirmado días anteriores, la participación de Avianca y Flybondi, simplemente, para no perturbar el accionar del gobierno, teniendo en cuenta que en ambas empresas, la familia presidencial tiene vinculación directa, por lo tanto dio nueva marcha atrás, para no quedar pegado ante las enormes denuncias en su contra.
Sin embargo, en una asombrosa y nueva alocución, nos llama "A volar" y además, sin ponerse colorado, afirma que al confirmar a varias líneas aéreas privadas, tendremos nuevas fuentes de trabajo para los argentinos y será un nuevo camino para llegar a la pobreza cero.
Mientras los docentes están peleando por un salario digno y ser reivindicados en sus derechos, sumado al incesante deterioro de toda la industria que provoca cientos de trabajadores que se quedan sin su trabajo, Macri se da el poderoso lujo de anunciar que la pobreza cero puede llegar a través de las empresas aéreas que darán trabajo sin cesar a nuestros compatriotas, una falacia más de carácter insoportable, fundamentalmente, porque la nueva estructura aérea podrá darle trabajo a ciudadanos de clase media de acuerdo a las disciplinas que necesitan y los servicios serán utilizados por sectores pudientes, sobre todo en las instancias que nos toca vivir en la actualidad, por lo tanto los pobres seguramente estarán lejos de semejante proyecto y en todo caso, los que podrán conseguir alguna tarea, será en el sector mantenimiento y de  ninguna manera se llegará a la pobreza cero, por el hecho de ofrecer unos 300 puestos de trabajo.
Claro, él nos dice "a volar" y los argentinos debemos creerle que todos estaremos contentos porque compañías extranjeras se llevaran los recursos nacionales, pero el grueso de nuestra sociedad está muy lejos de las propuestas que usted ofrece. No queremos volar, queremos vivir...¡¡¡Baje a la tierra por favor, Sr.Presidente!