Distintas metodologías, pero las mismas recetas

A todos aquellos y aquellas que nos interesa el país, que deseamos ansiosamente vivir en un estado de bienestar y ver cristalizados nuestros sueños, tanto en el crecimiento en todos sus rubros, como en el logro real del estado de libertad y derecho, considero conveniente tener la obligación de inmiscuirnos en la política en todo los niveles, tanto económico, cultural y social y por ello, es necesario conocer, no dejarnos llevar de las narices con meros discursos donde nos prometen vivir mejor si aceptamos las recetas conservadoras en vez de utilizar las medidas populistas. Los grandes poderes económicos siempre han difundido a través de los medios afines, que las políticas populistas están viciadas de corrupción y sólo prometen un bienestar producto de la dádiva y no del trabajo, y de paso promueven las recetas de los organismos multilaterales de crédito, prometiendo el verdadero bienestar a través de la productividad y el trabajo genuino y de calidad, palabras que fuertemente la distribuyen sin tapujos.
Claro, esto es sólo teoría, ya que en la práctica sucede todo lo adverso, teniendo en cuenta que ofrecen cantidades inusuales de dólares en préstamo, cifras que los estados emergentes no pueden pagar nunca y a su vez, cuando tienen que poner en práctica, esa receta de la productividad, en vez de promover un libre comercio con reglas claras, donde todos pueden estar en un plano de igualdad, les otorgan subsidios descomunales a los fabricantes de productos de los países considerados desarrolados y es ahí cuando se produce la inmensa diferencia y la lógica consecuencia es terminante: Los países emergentes no pueden sostener su industria y están obligadas a cerrar sus puertas con fuertes despidos y millones de seres humanos sin trabajo y sin posibilidad de crecer.
Hay algo que a usted al leer estos párrafos, supongo que le cada clarísimo, pues estas recetas que comento, son las que se pusieron en práctica en nuestro país y varias naciones hermanas del continente, a lo largo de la década del 90 y que hoy están nuevamente en franca ejecución debido al viraje hacia la derecha que ha tenido la política en Sudamérica.
Entonces, es necesario recordar los motivos que nos llevaron a estas acciones y desde ya, el Consenso de Washington, ideado a fines de los 80 por el economista norteamericano John Williamson, fue el factor principal para modificar las estructuras que se avecinaban en aquel momento, producto del despertar de los movimientos populares en el continente. Todos sabemos entonces, que se conoce como Consenso de Washington a un conjunto de recomendaciones de bases políticas económicas y que las mismas, se pensaba, deberían servir de orientación a los gobiernos de los países latinoamericanos (y países emergentes en general) y a los organismos internacionales (FMI y Banco Mundial, BID, entre otros) pero todo ello, reitero, fue en base a la teoría y lo único que se intentaba era la sumisión al poder de tales países, sumado al endeudamiento y con ello, se tenia asegurada la dependencia y el manejo total sobre las naciones intervinientes y solicitantes de tales propuestas. Claro, no era tan sencillo, una de las premisas vitales que tenían los poderes económicos, era la total "tranquilidad" social, no tenía que existir conflictos de ninguna naturaleza y en caso de aparecer algún movimiento o fracción que despertara una inquietud sindical o revuelta pueblerina, inmediatamente tenía que ser sofocada y reprimida urgentemente, aun si se perdiera alguna vida en el entrevero. Bien, usted amigo lector lo sabe, lo vivió y esto no es un mero capricho de quien escribe esta nota, es algo que sucedió en todos los tiempos contemporáneos y con mayor énfasis, precisamente, desde los 90 hasta que aparecieron varios gobiernos de neto corte popular (Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina y Uruguay) que fueron modificando la vida de sus pueblos con políticas inclusivas y con un gran sentido de dignidad y humanidad.
Vayamos pues a dilucidar todo este berenjenal y ahí notará que estos comentarios que les ofrezco es tan real, que no merece discusión alguna. Todo comienza con la aparición de Salvador Allende en Chile, quien fue asesinado de una manera salvaje en pleno ejercicio del poder y en la propia Casa de la Moneda; luego la recuperación de las democracias en Uruguay, Perú y Argentina, fundamentalmente con el regreso de Perón a nuestro país, que tal vez era el abanderado del populismo, como ellos lo definían y desde ya, todo producía un malestar y preocupación constante en los sectores dominantes y por tal motivo, se tuvo que inventar algo distinto, como para defenestrar cualquier intento de los movimientos populares para ejercer el poder en los países emergentes, pero con algo que estaba muy claro y que sigue vigente hasta nuestros días: Todos los productos que necesitan los sectores de poder para vivir con placer, lo tenemos precisamente, los países que ellos siguen denominando subdesarrollados, claro, no se preguntan porqué tal definición, ya que jamás nos han dejado crecer, de acuerdo a todo lo que producimos( petróleo, carnes, agroindustria, lácteos, frutas, hierro, etc,etc,etc.)
Las persecuciones, torturas de los militantes sociales, sumados a los desaparecidos y muertes en Chile, Perú, Brasil, Uruguay y desde ya en nuestra Argentina, que superaron los 30 mil, cifra que nadie debe discutir, pusieron de rodillas al plan de Washington y debieron aceptar que el mundo había cambiado, y con la falsedad e hipocresía de siempre, "apostaban a una democracia" incipiente, pero que fue tomando forma en los últimos años, con la aparición de líderes populares como Hugo Chávez, Lula da Silva, Néstor Kirchner, Evo Morales, Cristina Fernández, Pepe Mujica y Rafael Correa.
Todo esto le ocasionó al poder central una gran pérdida, valga la redundancia, de poder, aunque no dejaban de ganar dinero como de costumbre, pero una sociedad organizada no les seduce y por lo tanto, para obtener un 100% de efectividad en los propósitos, necesitan imperiosamente volver al pasado para no sentir obstaculizados sus intereses. Ahora cuentan con gobiernos de neto corte neoliberal, promocionados por los medios de comunicación afines, estandartes necesarios para obtener buenos resultados, ya que sin ellos, les resultaría imposible concientizar a toda una sociedad que recuperaba su dignidad y su bienestar. Comenzaron entonces a difundir innumerables actos de corrupción en todos los países que habían logrado un cierto grado de soberanía política y económica y vaya si esas informaciones "caló hondo" en cada población, pues, Pedro Pablo Kuczynski(Perú); Horacio Cartes (Paraguay); Michelle Bachelet- no es la misma de antes- (Chile);Juan Manuel Santos (Colombia); Michel Temer (Brasil) y Mauricio Macri en Argentina, lograban ganar las elecciones con un fuerte apoyo del pueblo trabajador, algo impensado tan sólo 5 años atrás.
En el próximo capítulo, iremos desmenuzando caso por caso y usted amigo/a lector/a, tendrá un panorama más esclarecedor, además, quedará totalmente sorprendido por todo lo que tiene proyectado el nuevo "Consenso" para volver a los tiempos de salvajismo en contra de los pueblos libres.
¡Hasta la próxima!