Llegó la hora de hacernos una severa autocrítica

 Uno de los temas candente de la actualidad sin dudas, es la violencia que se da en todos los rubros, no solo aqui en nuestro país, es algo que preocupa a todas las esferas gubernamentales del universo, pero no percibo o veo que se tome con la seriedad que corresponde, ni siquiera se estudia porque se producen estos hechos, cada día con mayor énfasis y virulencia, que nos pone en un estado de alerta máximo. Lo que escribo en esta nota, desde ya tiene que ver con mi forma de pensar y analizar, éste delicado tema que tiene en vilo a todas las sociedades del mundo. Sin embargo, nadie se hace cargo y cuando digo esto, también la cabe a las familias, porque sin dudas, éste problema no parte solamente de políticas públicas, también está identificado con la forma de educar a los niños en la actualidad, lo cual lo hace más complejo, porque muchos se lavan las manos y no se hacen debido cargo de la situación. La educación, disciplina que esta bastardeada en los últimos tiempos, nace en casa, simplemente, porque en la escuela se forma, no se educa, es un pensamiento retrógrado pensar que en el colegio el docente tiene que "educar", el profesional tiene otra función que es la de formar a los futuros hombres y mujeres de un país, la educación se ejecuta en cada hogar y ahí está la clave fundamental para analizar los hechos de violencia.
Podemos decir sin estar muy equivocados, que las diferencias sociales, la falta de equidad en la distribución de los recursos, saca de circulación a millones de familias en el contexto global, pero también decir tal cosa, significa "tirar la pelota afuera" y cargar responsabilidades a otros, porque es una forma vanal de no tener compromisos. Aqui pueden darse cuenta que no generalizo con relación a gobiernos neoliberales o populares, la cosa va más allá y pasa por los contenidos que ofrecen los medios de comunicación, libretistas, guionistas y otros personasjes de la vida cultural en el universo.
En el mundo moderno es casi natural observar a miles de familias que están compuestas por una madre con varios hijos de distintos padres o viceversa, pero no debería ser un motivo principal para que se genere hechos de violencia, lo más adecuado según mi óptica, es mirar que hacen nuestros hijos, con quienes se juntan, que ven por televisión, que hacen o como distribuyen su tiempo libre cuando están junto al celular o una tablet, porque le dedican horas a estas premisas teconológicas del mundo moderno, pero no tenemos los padres una idea clara con quienes se conectan nuestros descendientes, sobre todo cuando tenemos que analizar en el universo complejo que nos toca vivir.
Por ello me he tomado el tiempo suficiente para analizar distintas cuestiones que sí, considero están netamente vinculadas con la violencia en estos tiempos, y ahí encontré por ejemplo, que las películas norteamericanas que más éxito marketinero han tenido en el mundo en los últimos 35 años, han sido Terminator, 1 y 2; Duro de Matar, 1 y 2; Rambo; Rocky; Apocalipsis Now; etc, o sea todas de neto corte violento con inumerables muertes y hechos de vandalismos inusuales en las relaciones humanas, además, en nuestro país, las de mejores taquillas han sido, "El Clan"; "Historias Mínimas" o "Nueve Reinas", donde nos enseñan a matar, robar o cometer estafas y defraudaciones. Si a todo esto le sumamos los "jueguitos" de la computadora o en el celular que "divierten" a nuestros chicos, donde aparecen decenas de muertes y asesinatos, nos pone en un estado de alerta para controlar precisamente, que es lo que miran nuestros hijos. Hace unos meses venía en un tren de Retiro al Tigre y observaba a una familia, donde uno de los hijos estaba jugando con su celular y le decía a su padre, que ya había matado a unos 700 hombres y que le quedaban unos 50 para completar el juego...¿¿¿??? ¡Quedé atónito! ¿Acaso no tenemos ahí una prueba más que elocuente como para observar, analizar y conversar con nuestros hijos y decirles que ése no es el mejor camino para formarnos?
Lo mismo sucede con la violencia de género, y en este caso hay que mencionar a algunos medios de comunicación que producen de cada delito una novela y sin darse cuenta, terminan por "enseñar" como se hace "para matar a una mujer", porque les van indicando el camino total desde el encuentro, el secuestro, o como deben quemarla en caso que se pongan histéricas, usted pensará que se me va la mano, pero es cuestión de prestar atención a cada notacia que vierten y nos daremos cuenta que no estoy alejado de la realidad. Algunos mencionan que el hombre sano y honesto no tiene necesidad de robar o de cometer semejante delito criminal, pero si analizamos todo lo anterior y vemos la formación de cada adolescente, nos deja una leve sensación que muchos atentados o hechos causales de muerte, están directamente vinculados precisamente, con la formación que han tenido, valga la redundancia, en sus años formativos. En otro orden, a pocos se les ocurrió prestar debida atención con la cantidad que hay en el mundo de suicidios cometidos por chicos adolescentes o menores de 21 años, pues en muchos casos, se ha comprobado a través de investigaciones en clínicas psiquiátricas, que tales jóvenes han llegado a tal situación por la sumisión y dependencia a las nuevas bases tecnológicas que tienen a su alcance y no son oportunamente controladas por sus padres o tutores.
Si se quiere, entre todos podemos revertir muchos casos de violencia en todos los géneros, sólo debemos hacer una severa autocrítica y sin sentirnos culpables, pero con firmeza, tengan la seguridad que todo se puede cambiar, hay que dejar de ver  cine violento o que los chicos jueguen con elementos criminales, y esto no significa que tengamos que revivir a aquel actor cómico, Mario Sánchez, que nos hablaba de "los pajaritos; la florcita o el amor", simplemente hacer algo para que nuestros niños, los hombres y mujeres del futuro, vivan una vida más placentera y no mostrarles tanta violencia en el mundo de ficción.