¡Exigimos aparición con vida de Santiago!

Encomillaba la palabra búsqueda en el título, simplemente, por no observar un gran interés de parte del gobierno, fundamentalmente de la ministra Patricia Bulrrich, en ofrecer transparencia en tal misión, ya que todavía a 28 días de la desaparición forzosa del joven Maldonado, insisten en no tener pruebas fehacientes e incluso, a través de los medios de comunicación afines a los intereses gubernamentales quieren hacer creer a la sociedad que la citada víctima puede estar en otro lado o lo que es aun peor, de acuerdo a declaraciones de Jorge Lanata en su programa, que se trata de un terrorista vinculado a las esferas más íntimas de la disuelta FARC colombiana. Tal es así que en el tradicional programa de Mirtha Legrand, la ministra de seguridad eludió todo requerimiento de la conductora, tanto que se hacía le desentendida cuando la diva televisiva le insinuaba si debía renunciar al fallar en su responsabilidad.
También, como no podía de ser de otra manera, la invitada María Laura Santillán, cara visible del Grupo Clarín, salía en plena defensa de la Bulrrich, ponderando sus actitudes y su gestión, una clara demostración de complicidad en todo lo que está pasando con Santiago Maldonado.
No considero necesario ahondar mucho en el tema, ya que es de pleno conocimiento de la sociedad en su conjunto, por lo tanto, lo único que debemos resaltar en estos tiempos, es el pedido de aparición con vida de Maldonado y además, dar validez a la opinión de la fiscal de la causa, quien cambió la carátula haciendo valer la tesis de que se trata de una desaparición forzosa, algo que tendrá que resolver urgentemente el juez Otranto sin excusas.
Es el primer detenido-desaparecido en democracia y ya no se acepta ninguna postura de omisión o burla al pueblo, Maldonado debe aparecer con vida o de lo contrario, sancionar y condenar a los responsables, rescatando que se trata de otro presunto crimen de lesa humanidad, pues no se puede catalogar como un crimen común, porque está encuadrado como terrorismo de estado. ¡ No lo duden!