Piensan y actúan de la mismna forma que otroras cúpulas dictatoriales

Uno no quisiera hacer comparaciones odiosas entre aquellas etapas de la dictadura cívico-militar y cualquier gobierno de carácter democrático, legítimamente elegido por su pueblo, pero, desgraciadamente las circunstancias actuales nos lleva insoslayablemente a tener que ocupar nuestro tiempo intelectual a tales misiones, simplemente, por estar viviendo situaciones muy similares a las nefastas largas jornadas soportadas por toda la comunidad argentina. Tal vez el caso de Santiago Maldonado, nos hace reflexionar sobre todo lo comentado en el párrafo anterior, sin embargo, es indudable que estas viviencias desagradables están a la orden del día, teniendo en cuenta innumerables situaciones de neto corte dictatorial que viene ejecutando el gobierno nacional y todos sus cómplices de los distintos poderes constitucionales.
Son demasiados como para enumerarlos en la presente editorial, por lo tanto iré desmenuzando algunos de ellos, que a mi entender sobresalen netamente y dejan en claro que estos sujetos van por todo y poco les interesa la paz y la unidad de los argentinos, con tal de aplicar severamente el plan conservador que les sugieren las corporaciones mediáticas y económicas.
En primer lugar sobresale la situación de Milagro Sala, primera detenida política en democracia, mientras que el gobierno de Macri y el gobernador jujeño, Gerardo Morales, omiten todo mandato de los organismos internacionales, quienes hicieron los reclamos pertinentes, teniendo como base que existen pactos internacionales que están encuadrados dentro de nuestra constitución, sin embargo recién casi a 600 días de estar detenida inconstitucionalmente, le otorgaron una "prisión domiciliaria", que no es tal, ya que le buscaron un lugar sustituto y no su domicilio legal, además de estar "custodiada" por la gendarmería con un batallón en las puertas del domicilio elegido, como si se tratara de una delincuente peligrosa, mientras que algunos de aquellos genocidas que obtuvieron ése privilegio andan caminando libremente por las calles de nuestro país.
Desde que asumieron en diciembre del 2015, han avasallado todo principio constitucional, ingresando a locales políticos opositores para prohibirles la actividad elegida y en muchos casos, llevándose detenidos a sus militantes por "causar molestias" a los vecinos, algo que sucedió en Morón, con militantes de Nuevo Encuentro o en Saladillo y Pergamino con jóvenes del FPV a manera de ejemplo concreto. Esto también lo hacía Macri cuando era Jefe de Gobierno de CABA, ingresando al Indoamericano de Flores y Soldati a reprimir o persiguiendo a opositores o propios funcionarios con escuchas telefónicas. ¿Se acuerda?
No se quedan hoy con esa premisa sólamente, pues mandan a las fuerzas de seguridad a las escuelas para disuadir las protestas estudiantiles e incluso, amenazando a docentes por ser cómplices en dicha inquietud. Tal es así, que en estos últimos días ante la complicada situación de Santiago Maldonado, que ocasionó una fuerte protesta popular, han prohibido nombrar al joven desaparecido en las escuelas y les tomaron fotos y todo tipo de datos a aquellos estudiantes y docentes que pedían por el citado jóven de 25 de mayo. Es más, acaban de proyectar un 0800 para que la comunidad educativa se conecta con tal número y denuncie a docentes o alumnos que nombren a Maldonado.
Ni que hablar de la situación en los sindicatos, ya llevan 6 intervenciones en los gremios e incluso, con amenazas reales en contra de los jefes del movimiento obrero con promesas de cárcel y embargos de sus bienes y de los propios sindicatos. Agregando que el presidente denomina "mafias" a los abogados laboralistas por denunciar atropellos de los empresarios. ¡Patético!
Siempre en el mismo orden inconstitucional, podemos citar la invasión desmedida en contra de jueces y fiscales, que ya supera toda intervención de cualquier gobierno democrático (algo que nunca había sucedido en dichos períodos) e incluso de aquellas épocas de dictaduras, donde quedaba claro que los máximos referentes de la justicia, tenían que aceptar las órdenes de los jefes militares por temor.
Bien, lo más reciente sin dudas pasa por la desaparición física de Santiago Maldonado, primer víctima de la democracia en cuanto a la participación del estado, ya que en otras situaciones, dando un ejemplo de Julio Jorge López, el gobierno de Kirchner puso todo a disposición de la justicia con enorme colaboración del entonces gobernador Felipe Solá, pero con la salvedad vital de que no se trataba de terrorismo de estado, como es el caso concreto del jóven Maldonado. Pero, lo más trascendente y sugestivo, está centrado en la participación activa de la ministra Patricia Bulrrich, con total complicidad por supuesto del presidente Macri y los ministros y secretarios del área, pues recorren todo programa televisivo y radial, sumado a la prensa escrita, con el propósito de explicar que el citado Maldonado, no estuvo en el lugar; que pertenece tal vez a una organización terrorista internacional y además, desmereciendo y agrediendo a la familia de Santiago, tratándola como si se estuviera hablando de un asesino serial o un ser despreciable de la humanidad. Estas mismas palabras las pronunció Marcos Peña en la Cámara de Diputados.
Lo más significativo y testificador es que tiene cierta simulitud con la dictadura cívico-militar con respecto a éste gobierno, porque está centrado en las declaraciones de los funcionarios de justicia y la actual ministra Bulrrich, quien en su intervención en el programa de Mirtha Legrand, con total cinismo, hipocresía y desparpajo, vuelve a poner en el tapete la teoría de los dos demonios, mencionando que ella es muy conocedora del tema, pues la había vivido en aquellas etapas nefastas, tratando en dejar en claro que "los ángeles no fueron tan ángeles o "los demonios no eran tan demonios", una declaración de extrema gravedad, pero que certifica que su presencia "militante" en aquellos tiempos dentro de la organización Montoneros, era falsa y que dicha acción estaba encuadrada en la filtración y traición a su propios compañeros, siendo aliada a la dictadura de esos momentos, representando a la elite de los ricos y en contra de los intereses populares, algo que puedo aseverar por ser activo protagonista en esos tiempos.
Todo su accionar en la actualidad, no es otra cosa que la repetición de aquellas ejecuciones y nos hace reflexionar y pensar seriamente, de cuáles son sus objetivos, y por supuesto de todos los integrantes de la cúpula gubernamental, pues representan a esos intereses corporativos que han mandado en el país en casi toda su historia. Por lo tanto esa palabra que utilizo cotidianamente, en cuanto a estar alertas, considero que es lo más adecuado y preventivo, ante tanta persecución y desprecio por los derechos de los ciudadanos y la democracia en toda su dimensión, que ostentan las actuales autoridades nacionales. ¿Usted, está de acuerdo?